Castillos
de Pontevedra
Algunos
de los castillos más importantes de Galicia se encuentran
en Pontevedra. Tal es el caso de los de Baiona, Sotomayor o
Sobroso (Mondariz).
Castillo
de Monte Real de Baiona
La
fortaleza de Monte Real, situada en la localidad de Baiona, se alza
majestuosa en una pequeña península pontevedresa que
permite la observación entre otros puntos, de las islas Cíes.
La historia del
castillo de Monte Real es antiquísima: fundado por los romanos
sobre una colina, fue parte del tesoro de los visigodos y reconquistado,
en el siglo VIII, por los cristianos, apareciendo el nombre de Alfonso
I entre los documentos encontrados. Tras unos años, la fortaleza
cae en manos de Almanzor, recuperando la titularidad cristiana poco
después. A partir de este momento el pueblo de Bayona se convierte
en arteria principal de la Galicia medieval, situando el castillo
de Monte Real como el emblema de tal importancia. Hoy en día
el público puede disfrutar de la fortaleza como Parador Nacional.
El castillo conserva
una parte antigua y otra más moderna. Ambas se mezclan primero
en las murallas que recorren todo el conjunto, más tarde en
las torres, un total de tres, situadas junto a las puertas que daban
acceso a Monte Real y que eran por tanto, lugar de vigilancia.
Castillo
de Sotomayor (Soutomaior)
Dominando el río
Verdugo se alza el castillo de Sotomayor, una de las joyas arquitectónicas
no sólo de Galicia sino de toda España.
La datación
del castillo se sitúa en el siglo XII y se une al apellido
de la familia que le da nombre, poderosísima estirpe que participó
de forma activa en la política medieval. No será hasta
el siglo XVIII cuando la fortaleza cambie de manos y llegue al Conde
de Mos. Durante gran parte del siglo XX estuvo abandonado por lo que
la Diputación de Pontevedra lo adquiere y restaura, dando lugar
al castillo que hoy en día conocemos.
A lo largo de
los siglos el castillo ha ido sufriendo modificaciones, adaptándose
a las distintas etapas y usos que se le dio, entre los que destaca
el de vivienda habitual, reformándolo los marqueses de Armijo
hasta convertirlo en un palacio-castillo en el siglo XIX.
La fortaleza está
rodeada por una doble muralla de aspecto y planta irregular, determinado
por el terreno sobre la que se levanta.
Lo más
importante del conjunto es la torre del homenaje que se alza 15 metros
sobre una planta rectangular, dividiendo su estructura en tres alturas.
Castillo
de Sobroso
En el pueblo de
Mondariz, a la rivera del Tera y sobre el monte de A Picaña,
encontramos el castillo de Sobroso, cuyos orígenes se remontan
al siglo IX aunque no es hasta el 1500 cuando obtiene su configuración
actual.
La historia de
este castillo está unida a grandes nombres de la historia del
norte peninsular como Doña Urraca, Santa Isabel de Portugal
o Alfonso VII. Hoy en día, tras pertenecer un largo tiempo
a los Sarmiento, su abandono y posterior recuperación por parte
de un vecino, es de propiedad pública.
El castillo de
Sabroso, de estilo románico, está rodeado por una espectacular
muralla, muy gruesa en toda su traza, modelando su figura a través
de pequeñas torres defensivas circulares plagadas de saeteras.
Además
de las murallas, en el conjunto encontramos otros dos cuerpos. Uno
de ellos es la torre del homenaje, almenada, de planta rectangular
y al igual que las murallas defensivas, de gran robustez. La tercera,
de planta poligonal, estaba dividida a su vez en dos pisos. La planta
baja era dedicada a aspectos defensivos mientras que en la superior
se encontraban las estancias habituales de sus habitantes, entre las
que hallamos las habitaciones, las cocinas o los salones donde los
señores recibían a las visitas y decidían sobre
los territorios que les pertenecían.
Castillo
del Castro
En la ciudad de
Vigo fue erigido en el siglo XVII el castillo del Castro sobre las
ruinas de otros pobladores. Así se han descubierto recientemente
unos restos castrenses y una castillo medieval, la fortificación
de Do Penço.
Siendo público
el dinero invertido en su construcción, el objetivo primigenio
no era otro que el de defender la ciudad antes los ataques de fuerzas
exteriores, sobre todo de los portugueses. Bajo este objetivo defensivo,
al conjunto se le otorgó de una triple muralla de forma pentagonal.
Santa
María de Tebra
La comarca sobre
la que se sitúa el conjunto de Santa María de Tebra
llama la atención por la enorme concentración de restos
románicos que albergan sus tierras. El motivo principal lo
podemos encontrar en la cercanía con el vecino país
de Portugal y el carácter rivereño que le otorga el
Miño.
Los muros del
castillo callan intrigas políticas que produjeron más
de una vez su destrucción y posterior restauración,
siendo un importante enclave defensivo entre las fronteras de los
dos países peninsulares.
La fortaleza,
de planta rectangular, está conformada por cuatro cuerpos,
unidos entre sí por grandes escalinatas, entre los que destaca
la torre del homenaje, de la misma planta que el resto del conjunto,
dividida en cuatro alturas, a modo del gusto de la época.
Otros
Castillos de Pontevedra
Dentro de la provincia
de Pontevedra destacaremos también la torre de Guimarei, construida
en el siglo XII en el municipio de A Estrada, la torre de Fornelos,
del mismo siglo que la anterior y lugar de defensa y reclusión
de grandes personalidades, o la torre de Cira, levantada en el siglo
XVII en el pueblo de Sillera.
(Autora
del texto del artículo/colaboradora de ARTEGUIAS:
Ana Molina Reguilón)