Catedral
de Albacete
El templo de
San Juan Bautista de Albacete se convirtió en catedral en
1949. La Catedral de Albacete es un edificio peculiar. Quien no
esté ducho en el reconocimiento de estilos artísticos
podría pensar, por su aspecto exterior, que se encuentra
ante una catedral plenamente medieval.
El caso es que la Catedral
de Albacete actual sí que sustituyó un templo gótico
anterior. Pero lo que hay ahora se empezó a construir en
el siglo XVI, con trazas renacentistas. Así, el interior,
articulado en tres naves de igual altura, tiene cuatro hermosas
y monumentales columnas jónicas de fustes estriados. En origen
las bóvedas que soportaban estas columnas todavía
eran de crucería gótica, pero se desplomaron y fueron
sustituidas por otras barrocas del siglo XVII, obra de Díaz
Palacios.
Además son destacables
la Sacristía, con pinturas murales del siglo XVI , la Capilla
de la Virgen de los Llanos, con bóveda de crucería
y el Camarín de la Virgen.
Exteriormente,
la Catedral de Albacete es de estilo historicista neomedieval.
Su fachada meridional fue
realizada en pleno siglo XX (1960) y presenta en el centro una gran
portada neorrománica de numerosas arquivoltas de medio punto
sobre columnas con capiteles vegetales.
La fachada occidental también
es moderna, pero en este caso la estética es neogótica
y data de 1945.
La puerta tiene arcos muy
apuntados, tímpano esculpido y sobre ella hay sencillo rosetón
y más arriba una sobria torre.