Breve
historia de la catedral
La
ciudad de Huesca adquirió importancia durante la ocupación
romana, pero su historia se remonta a la cultura íbera.
La
ocupación musulmana rindió Osca (siglo VIII), la
antigua ciudad de Huesca, donde convivieron cristianos y árabes:
murallas, mezquitas (la catedral conserva un arco), y empuje cultural,
comercial y agrícola basado en el mejor recurso local,
el agua. Lejano el Califa y el próximo Carlo Magno, hubo
conflictos de leyenda como Roldán, guerrero que saltó
a caballo entre las peñas que presiden la ciudad. El escudo
medieval de la ciudad de Huesca representa esta leyenda, además
de la topografía típica de la zona.
La catedral de Huesca
está situada en pleno casco antiguo, en lo alto de una
colina. Fue erigida sobre lo que quizás fue un templo romano
y la antigua mezquita mayor musulmana.
Forma parte fundamental
de la configuración de la plaza donde se encuentra, que
además lleva su mismo nombre, Esta plaza tiene gran amplitud.
La catedral de Huesca empezó a edificarse en 1273 a partir
de la mezquita Misleida y fue terminada en 1515.
El
proyecto de edificación de la catedral de Santa María
de Huesca se inició en tiempos de Jaime I de Aragón
(1213-1276); algo tardío, si la comparamos con otras iglesias
de la zona, que datan del románico.
La iglesia de Santa
María de los Gozos
Aunque la mezquita musulmana
fue cristianizada y convertida en la catedral, se erigió
junto a ella un pequeño templo románico en el siglo
XII, dedicado a Santa María, de la que queda un pórtico
románico.
Esta puertecita románica
está compuesta por tres arquivoltas, una pareja de pilastras
y dos pares de capiteles, con sus correspondientes fustes, de
sencilla decoración incisa. De las tres arquivoltas, la
interior es dovelada, con rollos exentos en su intradós;
la central de moldura tórica y la exterior de puntas de
diamante. La arquivolta más interna, se orna con rollos
zamoranos. Este tipo de decoración se usa por primera vez
en la puerta del obispo de la Catedral de Zamora y posteriormente
se repite con asiduidad en otros muchos lugares.
La
construcción de la catedral gótica
Resulta chocante que una
ciudad como Huesca, capital de una de las provincias más
ricas en arte románico no posea una catedral de este estilo,
al modo de Jaca o Roda.
Esto se debe a que en
Huesca se ofició el culto en la mezquita aljama hasta finales
del siglo XIII, aunque la ciudad ya había sido hacía
tiempo tomada a los musulmanes. Jaime I el conquistador consideró
indecorosa la celebración del culto cristiano en la mezquita
musulmana, por lo que en 1273, propuso la construcción
de una nueva Catedral, asignando para ello los primeros recursos
económicos. La razón fue la recién consagración
del obispo de Huesca, Jaime Sarroca, que era sobrino suyo y del
que se dice que redactó la Crónica de Jaime I. Sin
embargo, varios litigios demoraron las obras hasta 1294.
El diseño inicial
proponía una construcción de tres naves y cinco
capillas en la cabecera y transepto. Entre 1294 y 1309 se levantaron
la cabecera con sus cinco ábsides: su ábside mayor
y los cuatro laterales; el muro norte del crucero con su puerta
de arco de medio punto y el edificio anexo, que cumple las funciones
de sacristía y archivo, además de ara, todo ello
a costa del cabildo.
Más tarde se confió
la construcción de las capillas laterales a la iniciativa
de particulares, que sufragaban las costas a cambio del derecho
de enterramiento.
Durante casi dos siglos,
la nave central y el transepto quedaron sin abovedar, con techumbre
de madera. A finales del siglo XV, por orden del obispo Juan de
Aragón y Navarra se acometen decisivas obras para finalizar
el templo de manera adecuada. Encarga al maestro Juan de Olotzaga
el recrecimiento de la cabecera, el transepto y la nave central
abovedándolas con crucería estrellada.
También en esta
campaña se remata la fachada principal con maneras a los
gótico flamígero.
Dependencias
claustrales y Museo Diocesano
Puede verse una parte
del primitivo claustro románico, que queda adosado al lado
norte del templo. Recientemente restaurado, conserva y expone
arquerías y columnas del claustro románico, así
como imaginería, orfebrería, laudas sepulcrales
y una apreciable colección de pinturas murales románicas
y góticas.
El proyecto de levantar
tres hermosas naves se llevó a cabo. El estilo de esta
catedral tiene el nombre de gótico primitivo. Además,
su portada presenta las figuras de los apóstoles talladas
en altorrelieve de piedra.
El retablo del Altar Mayor
es obra de Damián Forment; es de estilo renacentista y
está hecho en alabastro. Lo más importante a destacar
de esta catedral gótica es que cuenta con un importante
tesoro documental, de orfebrería e imaginería.
Más
información del Museo
Diocesano de Huesca
Importante es conocer,
por otra parte, la historia de la sede episcopal de Huesca en
esa época. Superado el largo y poco afortunado pontificado
de García de Gudal (1201-1236), se produjo la elevación
del nivel cultural del cabildo, culminando con la figura del obispo
Vidal de Canellas (1237 - 1252), acreditado jurista, a quien Jaime
I encomendó la compilación del derecho aragonés,
promulgada en las Cortes de Huesca de 1247. Autor también
del comentario jurídico "In excelsis Dei thesauris",
conocido como "Vidal Mayor".
El renacer cultural del
cabildo se produce bajo la dirección de Domingo Sola (1252-1269),
profesor de derecho canónico y obispo de Huesca.
Le sucedió Jaime
Sarroca, sobrino de Jaime I (1273-1290), a quien se atribuye la
redacción material de la Crónica de Jaume I, como
ya aventurábamos.
Cerró la sede episcopal
del XIII otro catalán: fray Ademar (1290 - 1300), que era
dominico.