Guía
monumental (arte e historia) y turística de Almonaster la
Real, Huelva
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Almonaster
la Real |
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Huelva |
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Sierra
de Aracena y Picos de Aroche |
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600 |
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613 |
Introducción
a la guía de arte (monumentos y rutas) de Almonaster la Real,
Huelva
Historia
y descripción de Almonaster la Real
Almonaster la Real es una
de las poblaciones con encanto de esta la soberbia comarca de la
Sierra de Aracena.
Es
conocida por la puesta en valor y divulgación, en las últimas
décadas, de uno de los monumentos medievales más interesantes
de Andalucía, su antigua mezquita árabe, luego convertida
en la Ermita de la Concepción.
Además de ella, Almonaster
la Real cuenta con los restos de su castillo árabe,
en el mismo cerro en que se halla la mezquita, la iglesia
gótica de San Martín y un puñado de
ermitas.
Ermita
de la Concepción (Mezquita) de Almonaster la Real
La Ermita de la Concepción
de Almonaster la Real es el plato fuerte desde el punto de vista
artístico, histórico y patrimonial de la población.
Fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1931.
Se trata de un conjunto
cuyos elementos arquitectónicos y escultóricos tienen
una datación que recorre un arco cronológico de, nada
menos, que 1.500 años, desde la dominación romana
a tiempos modernos, pasando por distintas etapas medievales.
En origen se trata de una
mezquita omeya cuya datación no es segura, aunque
se han barajado dos siglos: el IX y el X, perteneciente a la fortaleza
árabe.
La
sala de oración se edificó con una planta algo trapezoidal
para adaptarse al terreno, con cinco naves de distinta anchura orientadas
a un mihrab de planta semicircular en dirección al
suroeste.
Los arcos, inicialmente
de herradura aunque luego reformados en tiempos de dominio cristiano,
se apoyan en pilares y columnas de múltiples formas y alturas
con capiteles de acarreo romanos y visigodos, lo que nos trae a
la mente una situación semejante al del primer espacio de
la mezquita de Córdoba o en otras mezquitas como la del Cristo
de la Luz de Toledo.
El conjunto de la mezquita
estaba completado por el patio de abluciones, el alminar
y un aljibe.
Tras
la reconquista cristiana en el siglo XIII, se construyó el
ábside mudéjar de semitambor y se convirtió
al culto cristiano, cambiando su orientación. Este ábside,
de mampostería encintada con ladrillo tiene un ventanal típico
del mudéjar toledano formado por un estrecho vano trazado
con arco de medio punto, rodeado de dos arquivoltas de herradura
y túmido.
Las reformas se sucedieron
en los siglos XV, XVI y XVII en que se edificó la sacristía,
se abrió el pórtico moderno y se culminó
la torre alminar con un cuerpo de ladrillo rematado por balaustrada.
El ábside románico
mudéjar se reformó interiormente en el siglo XVIII
para convertirlo en un espacio abovedado por una cúpula semiesférica.
Cuando se recorre el interior
de esta preciosa mezquita-ermita hay que fijarse bien en los restos
visigodos que quedan, como capiteles, cimacios, restos de un cancel
y un altar.
El
castillo
Como se dijo el castillo
y la mezquita formaban un complejo militar y fiscal musulmán
de época omeya. El culto primero musulmán y luego
cristiano de la mezquita ha permitido su conservación, no
así la del castillo que tras caer en desuso su función
defensiva fue deteriorándose y su material aprovechado para
la construcción de la plaza de toros que se encuentra en
su solar.
Se han hallado materiales
pertenecientes a tiempos omeyas (coetáneos a la mezquita)
almohades y cristianos medievales.
Iglesia
de San Martín
Tras el crecimiento de la
población de Almonaster la Real, la Ermita de la Concepción
quedaría pequeña y se decidiría construir otra
iglesia de mayor tamaño para albergar a los vecinos durante
el culto en la parte baja de la montaña. Así se construyó
la iglesia de San Martín, posiblemente a partir del siglo
XIV, como un amplio templo de tres naves, separadas por arcos apuntados
sobre pilares cruciformes, abovedadas con bóveda de medio
cañón apuntado. La cabecera es de planta poligonal.
Tiene esta iglesia una puerta
gótica muy sobria y otra de estilo manuelino, obra
del siglo XVI, que se justifica por la escasa distancia de Almonaster
a tierras portuguesas, hecho que comparte con la iglesia de Olivenza.