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San Miguel de Estella, Navarra.

Introducción

La iglesia de San Miguel Arcángel se sitúa en el actual centro urbano de la localidad de Estella, si bien es cierto que en época medieval el germen del núcleo estellés surgió, paralelo al Camino de Santiago, en la margen izquierda del río Ega, sector en el que se encuentran entre otras construcciones el templo de San Pedro de la Rua o el Palacio de los Reyes de Navarra.

Detalle de la portada norte de San Miguel de Estella

A medida que la ciudad fue alcanzando cierta relevancia como hito jacobeo gracias además al amparo de sendos fueros extendidos por el rey Sancho Ramírez, el casco urbano fue creciendo considerablemente surgiendo nuevos barrios hacia la margen opuesta del Ega, lugar en el que, coronando una prominencia rocosa conocida como "La Mota", fue erigida la iglesia de San Miguel, que a continuación desarrollaremos.

Interior del ábside central

De esta manera, el perfil de la hoy próspera Estella queda claramente marcado por las inconfundibles y destacadas siluetas de sus dos templos principales: el de San Pedro de la Rua y el de San Miguel Arcángel, ambos en posición elevada con clara vocación de fortaleza y comunicadas entre sí gracias a un puente medieval -hoy reconstruido- que salvaba el curso del Ega uniendo ambos lados del caserío.

El río Ega a su paso por Estella

Libro: Iconografía y Simbolismo RománicoDocumentado en el lugar un templo dedicado a San Miguel desde el año 1145, los restos más antiguos de la construcción actual suelen encuadrarse hacia las últimas dos décadas del siglo XII, de manera que, en el momento de su erección, ya existirían en la villa al menos la iglesia de San Pedro de la Rua; y un recién finalizado Palacio de los Reyes de Navarra.

Entre finales del XII y durante toda la primera mitad del XIII, como consecuencia de la prosperidad de la que gozaría la Estella medieval como etapa del Camino de Santiago, el núcleo poblacional experimentaría un notable crecimiento, surgiendo así nuevas barriadas, las cuales, obviamente, fueron dotadas de sus correspondientes equipamientos religiosos, razón por la cual, además de las mencionadas, se conservan en la localidad otras iglesias de origen medieval como el Santo Sepulcro, San Juan o Santa María Jus del Castillo.

La iglesia de San Miguel

Debido a la irregularidad del terreno sobre el que se asienta y, sobre todo, por las numerosas reformas y ampliaciones de las que fue objeto el templo a lo largo de los siglos, en la actualidad la iglesia de San Miguel Arcángel se presenta ante el visitante como un conjunto algo caótico de volúmenes y añadidos que camuflan y distorsionan su primitiva planimetría románica.

Consta de tres naves de tres tramos cada una que, tras un pronunciado crucero marcado en planta, desembocan en tres ábsides semicirculares. Al igual que en las naves, donde la central es mucho más alta y ancha que las laterales; en la cabecera, canónicamente orientada, el ábside central presenta mayores dimensiones que las dos absidiolas laterales, quedando además mucho más destacado tanto en planta como en alzado.

Vista general de la iglesia de San Miguel de Estella

En ambos extremos del transepto, como si de una cuarta y una quinta absidiola se tratase, fueron horadadas al interior, aprovechando el grosor del muro, sendas capillas de planta semicircular no manifestadas al exterior.

El brazo meridional del crucero queda presidido por un elegante ventanal gótico de enormes dimensiones, mientras que al norte se elevaba una torre campanario que, a juzgar por el volumen de su primer cuerpo, debió ser de gran relieve, probablemente fortificada. Lamentablemente, por motivos que se desconocen, esta gran torre fue sustituida en sus cuerpos superiores por una estructura de ladrillo de factura más moderna y mucho más modesta que en la actualidad cumple la función de campanario.

Interior eminentemente gótico de la iglesia

Al interior, las tres naves presentan una morfología ya claramente gótica, estructurándose a partir de arcos apuntados que descansan sobre pilares cruciformes con columnillas adosadas; quedando cubierta la nave central mediante bóvedas estrelladas, y las laterales a base de crucerías simples.

Ábside lateral

A los pies del templo puede llamar la atención la no existencia de puerta alguna, circunstancia poco habitual en templos medievales pero que en San Miguel de Estella queda perfectamente justificada en función de las particularidades orográficas del terreno sobre el que se asienta la construcción, quedando toda la fachada occidental al borde mismo del espolón rocoso o "mota" enfatizando aún más si cabe el carácter defensivo del edificio.

La sobria portada meridionalAsí pues, el interés desde el punto de vista románico de San Miguel de Estella queda centrado en su cabecera triabsidial; en su ingreso meridional, muy sencillo y de tipo tardorrománico y, principalmente, en su soberbia portada norte, cuya riqueza escultórica puede decirse que eclipsa el resto de la ya de por sí relevante obra.

La cabecera

La contemplación de la imponente cabecera románica de San Miguel de Estella, al igual que su fachada de los pies, no deja dudas de su concepción como iglesia fortaleza.
Consta, como señalábamos anteriormente, de tres ábsides de tambor paralelos de los cuales, el central es de mayores dimensiones tanto en altura como en anchura respecto a los laterales.

Se yergue todo el conjunto cabecero sobre un pronunciado podium escalonado fácilmente apreciable por la distinta tipología del material pétreo con que fue concebido.

El ábside central, precedido de un tramo recto presbiterial, se eleva en tres cuerpos en altura separados entre sí por medio de sobresalientes boceles a modo de listones horizontales. Además, queda articulado el hemiciclo exterior en cinco paños definidos por columnillas semicilíndricas que, partiendo desde el propio plinto, alcanzan la línea de cornisa, en la cual, se han perdido los canecillos.

Ábside central de la iglesia de San Miguel

Los ábsides laterales, de dos paños cada uno separados por su correspondiente semicolumna a modo de contrafuerte, parecen de mayor antigüedad que los del tambor central, mucho más avanzado estilísticamente tanto por el perfil ligeramente apuntado de sus ventanales, como por su ornamentación, la cual parece impregnada del rigor cisterciense.

Los capiteles de la ventana del ábside sur fueron decorados a base de seres monstruosos como serpientes, basiliscos y lo que parece ser una arpía; mientras que en su homólogo del norte se limita exclusivamente a fórmulas vegetales de gran sencillez, con la particularidad de ser éste el único de los tres ábsides que conserva su cornisa de canecillos original.

La portada norte

Detalle del tímpano de la portada norteLa portada norte de la Iglesia de San Miguel de Estella es, sin ningún género de dudas, una de las fachadas más ricas del románico español tanto en lo estilístico como en lo iconográfico, descubriéndose ante el visitante como una auténtica biblia pétrea.

Se encuentra la portada en la actualidad pertrechada y protegida por un voladizo y una potente reja, que si bien es cierto son de dudosa estética, sí parecen del todo necesarias para preservar tan singular conjunto escultórico tanto de los rigores climáticos como de eventuales vándalos.

Fachada norte de San Miguel de Estella

Flanqueada por tres nichos en arcosolio -dos a la derecha apuntados y uno a la izquierda de medio punto- la portada principal, en ligero resalte respecto al muro, se compone de cinco arquivoltas de medio punto que descansan sobre columnas acodilladas de estilizadas basas y capiteles figurados.

A cada uno de los lados del vano y aprovechando el espacio del arimez sobre el que queda resaltada la abocinada portada, se disponen simétricamente sendos paneles escultóricos coronados por dos falsos arcos apuntados que no son en realidad sino otros dos paneles escultóricos cuya figuración abordaremos a continuación.

Grupos escultóricos flanqueando la portada

Comenzando la lectura del conjunto escultórico de fuera a dentro, nos detendremos en primer lugar en los dos falsos vanos que, ocupando el lugar de las enjutas entre el arco de ingreso y el cuerpo en resalte, flanquean la portada:

Se trata en ambos casos de un arco de perfil ligeramente apuntado que descansa sobre dos estatuas columnas a modo de cariátides que representan dos apóstoles, disponiéndose entre ellas otras dos figuras de la misma naturaleza y del mismo tamaño. Sobre las figuras del centro adivinamos las efigies de otros dos apóstoles a menor tamaño, de manera que hacen un total de seis; que en convivencia con los otros seis que en idéntica distribución fueron dispuestos en su arco equivalente del lado opuesto, dan lugar a un apostolario completo.

Detalle del apostolario

De entre todos los apóstoles, tan sólo San Pedro es reconocible en el arco de la izquierda (siempre desde el punto de vista del espectador) merced a sus inconfundibles llaves, sin embargo, todos ellos portan sus correspondientes filacterias en las cuales, muy probablemente, aparecerían plasmados sus nombres en origen.

Cada uno de los arquillos apuntados queda trasdosado por su correspondiente chambrana decorada a base de animales fantásticos, la cual descansa directamente sobre los capiteles que coronaban las estatuas columnas, conservándose a día de hoy tan sólo los dos exteriores. En los pequeños espacios habilitados bajo ambos arquillos, a modo de tímpanos, encontramos una pareja de grifos enfrentados en el del lado izquierdo, y una misteriosa estrella de ocho puntas inscrita en un círculo con botón central floreado en el derecho.

San Miguel alanceando al demonio

También a ambos lados del vano de ingreso y en un registro inferior respecto a los arcos anteriormente descritos, fueron representados en número de dos a cada lado, cuatro paneles figurados.

A la izquierda desde el punto del espectador y continuando la lectura de fuera a dentro, aparece San Miguel, santo titular del templo, dando muerte al demonio de una certera lanza, mientras que a su lado, otro ángel presencia la escena. con sus manos abiertas

Detalle de la psicostasis o pesaje de las almas por San Miguel

En el panel inmediatamente contiguo es perfectamente identificable la escena de la psicostasis o pesaje de las almas, en la cual, con Abraham de testigo acogiendo en su seno tres almas personificadas en cabecitas humanas, aparece San Miguel efectuando el pesaje mientras un demonio trata de desequilibrar la balanza y precipitar las almas al infierno, representado como una boca monstruosa que engulle a los condenados

A la derecha de la puerta, los dos paneles correlativos componen en realidad una única escena en la que se representa el episodio de las Marías ante el sepulcro vacío de Cristo tras su Resurrección, todo ello ilustrado además con inscripciones aún conservadas.

Portada norte de San Miguel de Estella

La portada de acceso en sí misma se compone, como señalábamos, de cinco abocinadas arquivoltas de medio punto trasdosadas por una chambrana o guardapolvo escultórico. Cada una de las arquivoltas queda a su vez compuesta por un despiece en dovelas en las que, cada una de ellas, presenta su propia figuración en posición longitudinal, signo inequívoco de modernidad frente a las figuras en disposición radial, más arcaicas.

La arquivolta más interior del conjunto aparece ornada a base de seis ángeles turiferarios portando incensarios. La segunda queda completada en su totalidad por los ancianos músicos del Apocalipsis, dispuestos en parejas en cada dovela tañendo distintos instrumentos musicales; mientras que en la tercera de las arquivoltas, fueron representados los profetas.

Capiteles de la portada y arranque de las arquivoltas

La cuarta de las roscas de la portada comienza con figuración alusiva al Génesis para concluir con escenografías relativas a la vida de Cristo, mientras que la última de ellas, la más exterior, se compone a base de escenas de vidas y martirios de santos, siendo perfectamente reconocibles los martirios de San Lorenzo en la parrilla, la lapidación de San Esteban, la crucifixión de San Pedro, la decapitación del Bautista, San Martín tendiendo su capa al pobre, o el escasísimamente representado en el románico martirio de Santa Águeda, a quien le fueron amputados sus pechos.

Crismón trinitario presidiendo la portada

Destaca sobre la dovela clave de la arquivolta más externa un magníficamente conservado crismón trinitario portado por un ángel.

Detalle de una de las mochetasApeado sobre mochetas decoradas a base de monstruos antropófagos, preside la composición un soberbio tímpano escultórico monolítico en el que aparece Cristo en Majestad sedente dentro de una mandarla lobulada, bendiciendo con su mano derecha y portando un libro con un nuevo crismón trinitario análogo al de dovela clave en su mano izquierda. Toda la mandarla aparece recorrida por una inscripción alusiva a la naturaleza divina y humana del representado.

Tímpano de la portada norte de San Miguel de Estella

Flanqueando la mandarla, como suele ser habitual en el románico, son perfectamente reconocibles las cuatro figuras del tetramorfos en su representación apocalíptica, apareciendo en ambos extremos, cerrando la composición, las figuras de la Virgen y San Juan.

Narración del Ciclo de la Infancia en los capiteles de la portada

Por último en cuanto al riquísimo repertorio iconográfico de la portada norte de San Miguel de Estella se refiere, conviene detenerse también en los diez capiteles sobre los que reposan las cinco arquivoltas de la puerta, en los cuales, quitando los dos del extremo derecho que parecen iconográficamente independientes, puede leerse un completísimo Ciclo de la Infancia de Cristo con la Anunciación, la Visitación, el Nacimiento, la Epifanía, la Presentación, el Sueño de José, la Huida a Egipto y la Matanza de los Inocentes.

Anunciación, Visitación y Natividad

En definitiva, nos encontramos ante una de las portadas más ricas tanto en lo estilístico como en lo iconográfico no sólo de Navarra, sino de todo el románico peninsular.

Frente a la cabecera de la iglesia de San Miguel y unida por un muro de arco apuntado, encontramos la Capilla de San Jorge, pequeño edificio gótico, célebre por la estatua de San Jorge alanceando el dragón.

San Jorge y el dragón

Otros monumentos románicos de Estella

Fruto del espectacular desarrollo que viviría durante los siglos XII y XIII al amparo del Camino de Santiago, conserva Estella un riquísimo patrimonio medieval que se traduce, además de en la magnífica iglesia de San Miguel que nos ha ocupado, en los restos de un castillo, un recinto amurallado, un puente (hoy reconstruido), un palacio románico y en varias iglesias más del mismo estilo.

Comenzando con el patrimonio religioso, la Iglesia de San Pedro de la Rua, erigida también en posición dominante en la misma margen izquierda del Camino de Santiago, es junto con San Miguel, el edificio más representativo de la ciudad y probablemente el más antiguo.

Portada de San Pedro de la Rúa. Estella

Accesible a través de una empinada escalinata desde el Palacio de los Reyes y al mismo pie del castillo, consta de tres naves rematados en otros tantos ábsides semicirculares jerarquizados en tamaño y recorridos en su cornisa exterior por un registro de arquillos ciegos apuntados.

Son de destacar tanto la portada norte, tardía y hermana a la existente en la no lejana y también jacobea población de Cirauqui; y por supuesto, las pandas conservadas del claustro románico dispuesto al costado meridional del templo.

Ábside románico de la iglesia del Santo Sepulcro de EstellaA la misma orilla del Ega y dando la bienvenida al peregrino por encontrarse justo a la entrada de la ciudad, la iglesia del Santo Sepulcro quedaría inconclusa en su primitivo proyecto románico, conservándose tan sólo de esta primera fase constructiva su desnudo ábside de tambor.

El proyecto se continuaría durante los siglos del gótico, fechándose en este periodo su suntuosa fachada norte, sin duda, una de las más ricas del gótico navarro y en la que fue tallado un apostolario completo amén de varias escenas de la vida de Cristo.

También en posición elevada, la Iglesia de Santa Jus del Castillo, como bien especifica su nombre, se sitúa muy cerca de donde se levantaba el prácticamente desaparecido castillo estellés.

Santa María Jus del Castillo, Estella, Navarra

De potente apariencia, se trata de un templo de una sola nave abierta a un único ábside semicircular coronado por una elegante cornisa de canecillos.

Se conservan igualmente escasos vestigios románicos en las iglesias de San Juan, donde sólo una portada sobrevivió a las reformas; y en la Basílica de Nuestra Señora de Rocamador, donde en este caso, un ábside aislado constata su origen medieval.

Además del más que respetable elenco de construcciones religiosas románicas llegadas a nuestros días, puede enorgullecerse Estella de albergar uno de los monumentos más interesantes y mejor conservados del románico civil español: el Palacio de los Reyes de Navarra, también conocido como Palacio de los Duques de Granada de Ega.

Vista del Palacio de los Reyes, Estella

Al mismo pie del Camino de Santiago, se trata de una construcción palaciega de planta cuadrangular que tiene en su fachada principal su punto de interés más relevante. Se articula en dos cuerpos en altura: el inferior abierto a modo de pórtico mediante arcos de medio punto, y el superior, horadado en cuatro grupos de cuatro ventanales geminados de perfil ligeramente apuntado.

Capitel de Roldán y Ferragut en el Palacio de los Reyes

Enmarcan la fachada en sus extremos dos pares de grandes columnas adosadas y superpuestas con sus correspondientes capiteles, siendo el más conocido de ellos el firmado por Martín de Logroño en el que se narra el combate de Roldán con Ferragut.

Por último, del castillo de Zalatambor así como de la primitiva muralla, apenas de conservan unos pocos vestigios, mientras que el puente principal que salvaba el cauce del río Ega uniendo ambas riberas, fue reconstruido en época moderna.

(Autor del texto del artículo/colaborador de ARTEGUIAS:
José Manuel Tomé)

 

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Última actualización de "IGLESIA DE SAN MIGUEL DE ESTELLA (NAVARRA)" en agosto de 2013

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