Guía
monumental (arte e historia) de Villafranca del Bierzo, León
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Villafranca
del Bierzo |
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León |
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Bierzo |
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3.500 |
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511 |
Introducción
a la guía monumental e historia de Villafranca del Bierzo,
León
Las
altas montañas leonesas, ya en el límite con la
vecina Galicia, alojan en su escarpado corazón una hermosa
localidad, paso obligado de la ruta jacobea a Santiago de Compostela.
Villafranca
del Bierzo enamora al visitante con la belleza del entorno,
regado por las caudalosas aguas del Burbia y el Valcárcel,
con su legado monumental y muy especialmente con la hospitalidad
de sus gentes, acostumbradas a dar refugio al peregrino desde
tiempos inmemoriales, y a reconfortar su espíritu y su
cuerpo con viandas y acaso también con sus excelentes vinos,
de fama reconocida dentro y fuera de las fronteras leonesas.
Esta
monumental localidad ubicada en pleno Camino Francés a
Santiago de Compostela ha sabido conservar un espectacular patrimonio
monumental.
En este artículo
nos ocuparemos de la iglesia románica de Santiago con su
famosa Puerta del Perdón, la iglesia de origen románico
pero con diversas transformaciones de San Francisco, además
de la iglesia y el colegio de San Nicolás, la espectacular
colegiata de Santa María de Cluny o de Cluniaco, el Convento
de La Anunciada o la iglesia románica cercana de San Juan
de Fiz.
Iglesia
de Santiago
Dando
la bienvenida al visitante que acude a Villafranca, la iglesia
románica de Santiago ha cumplido desde sus orígenes,
allá en el siglo XII, un importante papel dentro de la
ruta jacobea, ya que aquí se expedía el perdón
de los pecados para aquellos peregrinos que, por motivo de enfermedad,
se encontraban incapacitados para continuar su camino hacia Compostela.
El Jubileo
aquí otorgado era idéntico al que se concedía
en la sagrada Catedral coruñesa de Santiago Apóstol.
Probablemente por esta razón la iglesia románica
de Santiago de Villafranca del Bierzo es un monumento emblemático
de la ruta jacobea.
El templo,
de planta rectangular y una sola nave, destaca por su austeridad
general, pese a que pueden admirarse algunos detalles de gran
belleza, presentes sobre todo en la conocida como Puerta del Perdón
ubicada en el muro septentrional, ricamente ornamentada con motivos
florales, geométricos y escenas bíblicas del Ciclo
de la Natividad decorando los capiteles las arquivoltas apuntadas
que conforman la portada.
También
es reseñable la cabecera del templo con su tramo rectangular
presbiterial unido a un ábside de planta semicircular,
articulado mediante dos columnas entregas y abierto en tres hermosos
ventanales tipo portada con arquivolta de baquetón y guardapolvos
decorada mediante el conocido "taqueado jaqués".
Iglesia
de San Francisco
Muy próximo
a la iglesia de Santiago y ubicado en uno de los puntos más
elevados del lugar, el templo de San Francisco es una de las muestras
más ingeniosas de simbiosis artística del lugar.
Aquí
se aprecian elementos claramente románicos, tanto en su
estructura general como en su recia portada, si bien algunos elementos
estructurales del edificio muestran trazas góticas, como
el ábside, construido durante la ampliación del
siglo XV. Ya en su interior se admira un fabuloso artesonado mudéjar
que cubre toda la nave central con su madera policromada.
En la decoración
interior se advierte influencia barroca, principalmente en el
Retablo Mayor. Destacan interesantes tallas, como la de la Virgen
de la Expectación, más conocida como la "Virgen
de la O", o La Piedad, pieza clave de la imaginería
leonesa.
A parte de
su belleza formal, el templo ofrece interés porque según
cuenta la tradición, fue fundado por San Francisco de Asís
en su peregrinaje a Santiago.
Iglesia
y Colegio de San Nicolás
Se ubica en
pleno centro histórico villafranquino, en la sede de una
antigua escuela jesuita del siglo XVII.
El templo
embelesa los sentidos de todo aquél que lo admira con sus
magníficas dimensiones y su logrado sentido de equilibrio
y armonía. Inspirado en una de las construcciones clave
del Renacimiento italiano, la iglesia del Gesú de Roma.
La formidable
estructura alberga en su interior piezas artísticas de
valor, como la imagen del Cristo de la Esperanza, patrón
del lugar, o los retablos dedicados a San Vicente de Paúl
o a la Milagrosa. Dentro del complejo de San Nicolás puede
visitarse además un interesante museo de Ciencias Naturales.
La Alameda
San Nicolás
cuenta con el privilegio de tener a su alrededor el verdor y frescura
de este bello jardín romántico, diseñado
en el año 1882, y considerado hoy como uno de los rincones
naturales más hermosos de la ciudad.
En medio del
jardín botánico, entre rosales y arbustos recortados
con las formas más originales, se advierte una curiosa
fuente, conocida como "La Chata", que data del siglo
XVI y que fue traída aquí procedente del monasterio
de Santa María de Carracedo.
La
Colegiata de Santa María de Cluny
Erigida a
mediados del siglo XVI por orden de Don Pedro de Toledo, virrey
de Nápoles, sobre un monasterio de la orden de Cluny, y
aún hoy día inacabada, la Colegiata es una muestra
insigne del gótico tardío español, si bien
su estructura deja entrever una fuerte influencia renacentista
y barroca.
Del exterior,
sobresale especialmente la grandiosa cabecera con ábside
de gran altura y planta poligonal reforzado por poderosos contrafuertes
escarpados y rematados por pináculos flamígeros.
En cada paño se abre ventanales de dos niveles de medio
punto.
Cubierta por
un asombroso entramado de bóvedas -poligonales, de nervadura,
de crucería, estrelladas
- y cúpulas de pizarra,
la Colegiata alberga en su interior valiosos pasos de Semana Santa,
como el popular Ecce Homo, el Cristo de la Misericordia o la imagen
de Jesús atado a la Columna, entre otros.
Calle
del Agua
Esta es sin
duda la calle más popular de Villafranca, estrecha, empedrada,
y repleta de referencias histórico-artísticas que
captan la atención del paseante.
La calle del
Agua parte de la Colegiata, y en su trazado, estrecho e irregular,
se ve jalonada por algunas de las casonas nobiliarias de mayor
abolengo del lugar. El palacio de los Marqueses de Villafranca,
el palacio de Torquemada, la mansión de los Álvarez
de Toledo o la Casa Morisca son algunos ejemplos de la fastuosa
arquitectura que aquí puede verse, y que convierten esta
calle en un auténtico museo al aire libre.
Convento
de La Anunciada
La calle del
Agua lleva a su paso a este convento, fundado por las monjas franciscanas
a comienzos del siglo XVII sobre los restos de un antiguo hospital
de peregrinos.
La estética
del Renacimiento italiano impera en todo el edificio. El espacio
interior, diáfano y perfectamente estructurado, alberga
piezas de valor como el retablo de la escuela de Becerra, del
siglo XVII. Más antiguo es el Sagrario, reliquia de la
época romana. También aquí se halla el panteón
con los restos mortales de los marqueses de Villafranca, junto
a otras personalidades ilustres de la historia local.
Castillo
Las formas
elegantes y sinuosas de este castillo delatan su inspiración
en los palacios de la aristocracia francesa del Medievo.
Construido
en el siglo XV, sus torres originales fueron destruidas por un
incendio durante la batalla contra las tropas inglesas de Moore,
en la Guerra de la Independencia. No obstante la estructura general
del castillo se mantiene en buen estado, conservándose
impecables sus muros de mampostería o sus inconfundibles
chapiteles de pizarra.
Iglesia
de San Juan de Fiz
A las afueras
de Villafranca, en el camino tradicional que conduce a Corullón,
esta pequeña iglesia rememora parte importante de la historia
del lugar. No en vano se mantiene en pie desde el siglo XII, si
bien el edificio original fue fundado casi 500 años antes
por San Fructuoso de Braga.
Esta pequeña
iglesia, de trazas netamente románicas, fue gestionada
durante muchos años por los Hospitalarios. A día
de hoy continúa despertando admiración su extrema
austeridad, con apenas ornamento alguno en la portada principal,
pudiendo apreciarse una cabeza humana en la clave de los arcos
de entrada.