Guía
monumental (arte e historia) de Solsona, Lleida
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Solsona |
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Lleida |
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Solsonès |
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Introducción
a la guía de arte (monumentos y rutas) de Solsona, Lleida.
Historia
y descripción
La
villa de Solsona fue levantada sobre el primitivo asentamiento
íbero de Setelsona, citada inicialmente por Ptolomeo y romanizada
con posterioridad. En época carolingia, fue conquistada por
Ludovico Pío, rey de Aquitania e hijo de Carlomagno, formando
parte del condado y de la diócesis de Urgel. Durante el siglo
XIII se integró en el dominio de los vizcondes de Cardona.
En 1374 recibió sus murallas y, en 1593, la hasta entonces
canónica agustiniana obtuvo el rango de catedral mediante
una bula del papa Clemente VIII, como sede del nuevo obispado y
la elevación de Solsona a la categoría de ciudad.
Monumentos
de Solsona
El
núcleo antiguo de Solsona se encuentra situado en el margen
derecho del río Negre, conservando todavía importantes
restos de su recinto amurallado: lienzos de murallas, algunas torres
y los portales del Pont, del Castell y de Llobera; el primero de
estos es una obra neoclásica del siglo XVIII, con una disposición
de orden toscano. Además, queda un Pozo de Hielo, donde se
almacenaba éste para su conservación.
La
catedral de Solsona
La catedral de Santa María
es la obra principal de la ciudad, primitivamente una canónica
agustiniana consagrada en 1163, que fue declarada monumento histórico-artístico
en 1931. Inicialmente de época románica, de tres naves
separadas por columnas con capiteles esculpidos, conserva de la
misma la cabecera triabsidal y la torre campanaria, con ventanas
geminadas en el primer piso y decoración lombarda; los ábsides
presentan una combinación de escuelas, con ventanas de tradición
francesa sobre columnillas decoradas en el central y decoración
de arquillos lombardos en los laterales. El acceso al claustro se
efectúa a través de una puerta también románica.
La iglesia, por su parte, es básicamente gótica, obra
de los siglos XV y XVI, con un ábside heptagonal levantado
sobre el antiguo transepto. De época barroca son la capilla
de la Mercè con su altar del mismo estilo, construida en
1754, y las fachadas principal y la lateral de San Agustín;
la primera fue construida en 1768, y en su frontón se alojan
el anagrama de María y una figura de la Virgen dentro de
una hornacina. En otra de las capillas se conserva la Mare del
Déu del Claustre (Virgen del Claustro), una figura pétrea
del siglo XII de la escuela tolosana, realizada por el escultor
Gilabert y que fue erigida como patrona de la ciudad en 1652, tras
superar la ciudad una epidemia de peste.
En la misma plaza que la
catedral se levanta el Palacio Episcopal, neoclásico, que
conserva en su interior restos de las antiguas dependencias románicas
de la canónica; fue declarado monumento histórico-artístico
en 1980. Levantado entre 1776 y 1779 por Francesc Pons, presenta
una monumental fachada de cinco cuerpos separados por pilastras
estriadas, con balcones rematados por frontones triangulares y curvilíneos;
corona la fachada otro frontón triangular.
El
Museo Diocesano
El Palacio alberga en su
interior otra de las joyas de la ciudad, el Museo Diocesano y Comarcal.
Una de sus secciones es el Museo de la Sal, también declarado
monumento histórico-artístico en 1962, que presenta
una curiosa colección de figuras realizadas con sal cristalizada
procedente de Cardona. Pero el principal interés del Museo
radica en su colección arqueológica y, sobre todo,
las obras medievales que abarcan desde el románico al barroco.
Del período románico
cabe mencionar las piezas procedentes de la primitiva canónica
(capiteles y otros elementos escultóricos procedentes del
claustro), a las que acompañan diversas esculturas en piedra
y madera, sarcófagos, piezas de orfebrería, tablas
góticas y pinturas murales románicas procedentes de
algunas de las iglesias próximas.
Entre estas últimas,
destacan las de San Vicente de Rus y, sobre todo, las del ábside
central de San Quirce de Pedret, así como parte de las prerrománicas
que había debajo de estas últimas (las de los ábsides
laterales se encuentran en el MNAC de Barcelona). De la pintura
en madera cabe reseñar las dos piezas del altar de Sant Andreu
de Sagàs.
Del período gótico
hay valiosos ejemplos de pintura mural que van desde el estilo lineal
(monumento sepulcral de San Pablo de Casserres) hasta el puramente
gótico (Santa Cena de Jaume Ferre I), así como obras
escultóricas como el sepulcro de Hugo de Copons. Igualmente
son importantes las tablas de altar y retablos de Pere Serra, Pere
Vall o Lluís Borrassà.
Otros
monumentos
El hecho de que Solsona
adquiriese el rango de sede episcopal en una fecha relativamente
tardía hizo que algunos de sus monumentos destacados sean
de época no medieval. Como excepción cabe mencionar
el Seminario Viejo, que inicialmente había
sido el Hospital d"en Llobera, levantado durante el siglo XV en
estilo gótico, y que en la actualidad alberga el Consejo
Comarcal. Junto con éste, cabe mencionar todavía la
renacentista Casa de la Ciudad o Ayuntamiento,
levantado en el siglo XVI por el mercader Pedro Puigdepons, y que
alberga en su interior el Museo Etnográfico;
además, en la plaza de San Juan se levanta una fuente del
siglo XV a la que el poeta José María de Segarra dedicó
unos versos en su poema Record de Solsona.
Entre las construcciones
posteriores destacan las levantadas a finales del siglo XVIII, como
el colegio de los escolapios, el convento de monjas,
los puentes de la ciudad y del Afrau (este último, en realidad,
un acueducto que traía el agua desde la localidad vecina
de Lladurs) y algún portal.