El
monasterio de Azuelo se encuentra en el Valle de Aguilar,
en la esquina suroccidental de Navarra, muy cercano al límite
provincial con Álava.
Del monasterio sólo
queda la perfecta iglesia románica del siglo XII.
Se trata de un románico
muy noble y de buena época, influido por el estilo jaqués
y de Loarre.
Tal perfección
se manifiesta en las líneas perfectas y armónicas
de su arquitectura y la calidad de su escultura monumental,
donde las aves cobran un especial protagonismo.
Es de una nave, con
bóvedas del siglo XVI, crucero con cimborrio abovedado
originalmente con cúpula semiesférica sobre trompas.
Actualmente, esa bóveda ha desaparecido y la actual es
moderna.
La citada bóveda
se apoya en último extremo sobre los arcos torales soportados
por cuatro pilares de sección rectangular con columnas
adosadas en sus frentes cuyos capiteles muestran hombres y leones.
El
ábside, exteriormente, lleva dos contrafuertes y dos
impostas horizontales, y ventanales. Interiormente presenta
una pulcra y armoniosa estructura clásica de ábside
de cuarto de esfera y presbiterio con medio cañón.
En el muro absidal se
abren tres ventanales de arco de medio punto sobre columnas
con capiteles de motivos diversos.
Por último, citaremos
aquí la gran portada occidental, la principal del templo
y no hace muchos años descubierta pues estaba empotrada
en un pórtico posterior, según nos cuentan los
paisanos de Azuelo.
Tiene seis amplias arquivoltas
de medio punto decoradas con motivos florales y geométricos.
El tímpano es liso salvo por el crismón esculpido
en el centro.
Las columnas son cuatro
y tienen capiteles esculpidos donde, de nuevo, son las aves
las protagonistas. Como curiosidad, el fuste de la columna interior
derecha es estriado a base de zigzags.