El Monasterio
cisterciense de Fitero fue fundado en 1140, aunque las edificaciones
actuales son de 1185 hasta 1247 en que fue concluida.
Llama
la atención las grandes proporciones de de la iglesia
abacial.
Tiene
planta de cruz latina con tres amplias naves, crucero y cabecera
con girola y cinco capillas radiales. Su estructura se relaciona
con Clairvaux
y Pontigny. Además se abren dos capillas ábsides
semicirculares en cada brazo del crucero.
La
cabecera es lo más bello del interior.
Las capillas del deambulatorio
se abovedan con cuarto de esfera menos el central, de mayores
dimensiones, que tiene nervios de refuerzo.
En la capilla mayor,
hay arcos apuntados sobre grandes fustes cilíndricos
que ya anuncian el gótico proveniente de L´ île
de France.
Las naves son extremadamente
austeras con pilares y pilastras encapiteladas que reciben los
nervios de las bóvedas de crucería y los anchos
arcos fajones.
La iluminación
proviene de los grandes vanos de medio punto abiertos en el
claristorio de la nave central por encima del nivel de abovedamiento
de las naves laterales.
Al exterior
hay dos elementos que sobresalen especialmente.
Por
un lado la grandiosa cabecera donde se aprecia la capilla principal
y las capillas del deambulatorio y de los brazos de crucero.
Afortunadamente tras ella hay una especie de plaza que permite
su contemplación con magnífica perspectiva. Son
abundantes las marcas de cantero.
Por
otro lado, la portada occidental es sobria, pero de gran elegancia,
con cuatro amplísimas arquivoltas de medio punto y columnas
con capiteles de temática vegetal.
El claustro
actual es del siglo XVI pero se mantiene la sala capitular medieval
formada por cuatro columnas de gran fuste y capiteles de hojas
que soportan seis bóvedas de ojivas.