El Monasterio de Santa
María del Paular de Madrid es el primer monasterio cartujo
edificado en Castilla.
Se
encuentra situado en uno de los parajes más hermosos
de Madrid, en pleno Valle de Lozoya, junto a ala Sierra de Guadarrama,
en el término de Rascafría.
Aunque se sabe que las
obras se iniciaron en 1390, no parece que avanzaran mucho hasta
casi un siglo después, cuando toma la dirección
Juan Guas en 1480. Además trabajaron en este edificio
el taller burgalés de los Colonia y Siloé.
El
conjunto monástico del Paular es amplio y de ordenación
aparentemente confusa.
La iglesia del Monasterio
es de una sola nave y de moderadas dimensiones. (31 metros de
longitud).
Lo más notable
es el retablo de alabastro que cubre la cabecera y que pertenece
a la segunda mitad del siglo XV, con influencias flamencas y
ya renacentistas.
La portada es un gran
arco carpanel superado por arquivoltas apuntadas, menos la exterior
que es conopial. Tanto las arquivoltas como las jambas están
profusamente decoradas con figuras de santos, apóstoles
y personajes del Antiguo Testamento, además de con hojarasca
gótica de gran finura y animales reales y fantásticos.
En el timpano se representa
la Piedad y en el dintel los símbolos del Tetramorfos.
El claustro es de grandes
dimensiones, obra también de Guas. Los vanos se separan
entre sí por contrafuertes con pináculos. El arco
conopial se usa en todos ellos, menos en la puertas centrales
donde se combina el carpanel con el trilobulado conopial.