Guía
monumental (arte e historia) de Ujué, Navarra
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Ujué |
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Navarra |
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Tafalla |
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Introducción
a la guía de arte (monumentos y rutas) de Ujué
Ujué es un pueblito
de intenso sabor medieval, de calles tortuosas y empinadas, y construcciones
de piedra lo que le presta un nobilísimo aspecto.
Ciertamente,
la visita a Ujué es una de las más satisfactorias
que se pueden hacer a Navarra. Y el caso es que ya antes de llegar
a este pueblo medieval desde Tafalla, debemos pasar por otro de
parecida belleza e importancia monumental e histórica que
es San Martín de Unx, con lo que el goce de la ruta es doble.
Está coronado por
su famoso conjunto formado por iglesia-santuario y castillo (más
bien deberíamos hablar de iglesia fortaleza) que supone uno
de los rincones más hermosos y románticos de toda
España.
Historia
de la iglesia de Santa María
Ujué
fue un importante centro espiritual mariano de Navarra desde los
siglos altomedievales. La tradición dice ya existía
en el siglo X. Una antigua tradición que una paloma enseñó a un
pastor el lugar donde se guardaba la talla de una Virgen y que Íñigo
Arista levantaría una fortificación y un pequeño santuario en este
lugar, todo ello con el nombre de Santa María
Tiempo después, Sancho Ramírez, rey de Aragón
y de Navarra, le da fuero en 1076 y manda construir una nueva iglesia
(la románica actual en 1089).
Un nuevo impulso cobró Ujué en el siglo XIV cuando
Carlos II (o su abuelo Luis el Obstinado) manda realizar una ampliación
gótica de la iglesia e incrementó las instalaciones defensivas que
la envuelven, incluyendo el maravilloso espacio formado por el pórtico
que antecede a la puerta y el paso de ronda.
Carlos II tuvo tanta predilección por la villa de
Ujué que al morir mandó depositar su corazón en la
iglesia y aún hoy es visible el recipiente que lo conserva
dentro de una hornacina del muro norte del ábside principal.
En 1936 fue
declarada Monumento Nacional.
La
iglesia románica de Santa María de Ujué
La iglesia de Santa María
de Ujué fue románica de tres naves de la que se conservan
tres soberbios ábsides de semitambor y una magnífica
Virgen románica de finales del siglo XII.
Los tres ábsides,
de genuino estilo románico tienen la clásica estructura
arquitectónica de presbiterio con bóveda de medio
cañón y ábside con cuarto de esfera.
El ábside principal
es de gran hermosura. Lleva una arquería mural en el centro
de hemiciclo sobre columnas pareadas que cobija un ventanal en el
medio.
En este ábside se
conserva la famosa talla románica de la Virgen y el Niño
de finales del siglo XII y chapada en plata posteriormente, en tiempos
de Carlos II (Siglo XIV)
Los ábsides
laterales son más estrechos que el central, con un ventanal
en el centro.
Esta cabecera
románica no es visible desde el exterior del conjunto de
la fortaleza pues, como ya dijimos, se rodeó de una muralla
perteneciente a la fortificación del siglo XIV, aunque entre
ésta y los ábsides hay un estrecho pasillo al que
se puede acceder por el paso de ronda para contemplar la magnífica
obra románica.
Las
reformas góticas
En el siglo XIV, durante
el reinado de Carlos II, las naves románicas se suprimieron
y se reemplazaron por una única y amplia nave gótica
cubierta por bóvedas de crucería, como ya ocurriera
en el Monasterio de Leyre.
En esta reedificación
parcial se incluyó la construcción de la gran portada
meridional, las torres y galerías y el envoltorio" fortificado.
Puerta sur
La portada gótica
del sur es magnífica, para muchos la mejor de este periodo
de toda Navarra, cuyo tímpano está dedicado a la Adoración
de los Reyes Magos, en una escena llena de vitalidad y movimiento.
Hay que fijarse en que la
Virgen, entronizada, mientras sujeta a Jesús de pie sobre
su rodilla derecha, aplasta con el pie al dragón, símbolo
de Satanás. A la izquierda de María hay un personaje
arrodillado a modo de donante. Podría ser el rey Carlos II
o más probablemente el obispo de Calahorra Robert le Coq.
Debajo se esculpió
la última Cena donde los apóstoles muestran, de nuevo,
un gran dinamismo en sus actitudes y expresiones. Como es casi una
constante iconográfica, San Juan descansa su cabeza sobre
el pecho de Jesús, mientras Judas toma un pescado.
También son interesantes y de gran calidad de
talla los capiteles donde se pueden ver numerosos temas.
Algunos de los del lado oriental aluden a escenas de
Vendimia, momentos clave del Ciclo de la Natividad , dos personas
desnudas que probablemente se trate de Adán y Eva, hombre en combate
contra bestias fantásticas, etc.
Puerta norte
Tiene la iglesia de Santa María de Ujué
otra portada gótica en su costado septentrional, más
austera y con ciertos arcaísmos románicos.
Además de tener un Crismón en una de
sus claves, sus capiteles muestran escenas interesantes, muchas
de ellas de dudosa interpretación, aunque parecen aludir
a la advertencia contra determinados vicios. Incluso, en una de
las representaciones parece que se quiso mostrar la práctica
de un exorcismo.
Otra de las maravilla de
la iglesia-fortaleza de Santa María de Ujué es el
espacio que antecede a la portada citada, el pórtico a modo
de terraza y el paso de ronda, todo lujosamente abovedado y decorado
con múltiples escultoras, incluyendo los símbolos
de las evangelistas en una de las esquinas.
También hay que resaltar en esta iglesia fortaleza
de Ujué las dos soberbias torres almenadas (Cuatro Vientos
y los Picos) que rematan el conjunto.
La de Cuatro Vientos es la más pequeña
de las dos y en ella destaca una enigmática gárgola
con forma de busto femenino.
Por su parte, la Torre de los Picos es una estructura
gótica donde se reaprovecharon elementos románicos
para sus ventanas.
Otros
monumentos de Ujué
en
la parte baja de la población, hacia el sureste, se encuentra
la arruinada iglesia de San Miguel.
Es una pena que se deje
abandonado a su suerte este templo medieval navarro del siglo XIII
y no se trate de recuperar. Muestra todavía en buen estado
una bonita fachada románica tardía con portada de
arquivoltas de medio punto que cobija un tímpano que contiene
un crismón rodeado por los símbolos del sol, la luna
y una estrella.
Encima de esta puerta tenemos
un óculo circular y una espadaña triangular con dos
grandes troneras para las campanas.
Tanto San Martín
de Unx como Ujué muestran, en la estructura de su conjunto
urbano y en sus monumentos específicos, una indiscutible
relación con otras poblaciones históricas de las vecinas
Cinco Villas de Zaragoza (nos viene a la mente Uncastillo y Sos).