(Diciembre
2004) La
inauguración el pasado 16 de diciembre de todas las salas
del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) era un acto
histórico y los responsables del centro lo quisieron dividir
en dos.
Por la mañana,
los Reyes de España presidieron el acto solemne en el que
unos 500 invitados entre políticos, directores de museos,
galeristas, empresarios, arquitectos y representantes de distintos
ámbitos sociales; y, por la noche, una fiesta ciudadana
con pinchadiscos incluido ponían el broche a una jornada
emotiva y que marcaba un retraso histórico, pues la idea
era abrir el museo en 1992.
Don Juan Carlos y Doña
Sofía, acompañados por el presidente de la Generalitat,
Pasqual Maragall, la ministra de Cultura, Carmen Calvo, el alcalde
de Barcelona, Joan Clos, el director del MNAC, Eduard Carbonell
y el presidente del patronato, Narcís Serra, recorrieron
las nuevas salas de este museo que tiene 45.000 metros cuadrados.
Saludaron a la familia Cambó y la baronesa Carmen Thyssen,
durante la visita a las salas de la Colección Cambó
y la Colección Thyssen-Bornemisza, cuyas obras han contribuido
a engrandecer los fondos de un museo que presume de ser un paseo
por mil años de arte catalán, y sobre todo es puntero
en arte románico y moderno.
Para Maragall, la jornada
fue doblemente emotiva pues, además de la inauguración
del MNAC, el alcalde de Barcelona explicó que ha decidido
ceder la propiedad del centro, hasta ahora municipal, a la Generalitat.
Según remarcó
posteriormente el concejal de Cultura, Ferran Mascarell, el Consistorio,
propietario del edificio del Palacio Nacional desde su construcción
para la Exposición Universal de 1929, ha tomado esta decisión
para "culminar un proceso y como muestra de nuestra apuesta
por el MNAC".
El Ayuntamiento, no obstante,
se reserva la titularidad del 70 por ciento de las obras, como
estaba establecido hasta ahora.
Otro de los aspectos que
cambiará será la financiación del museo,
puesto que hasta ahora la Generalitat aportaba el 70 por ciento
del presupuesto y otro 30 por ciento lo daba Ayuntamiento.
La recién anunciada
entrada del Gobierno, que ha financiado más de 40 millones
de los 122 que han costado las obras, en el consorcio del museo
hará cambiar los porcentajes, de manera que, previsiblemente
-todavía no está firmado- la Generalitat aportará
el 50 por ciento, el Ministerio de Cultura el 30 y el Ayuntamiento
el 20 restante.
Teniendo en cuenta esto,
Maragall remarcó que si hace quince años el museo
era un sueño "hoy es una realidad". El presidente
de la Generalitat visitó un día antes el Prado,
cuyo director, Miguel Zugaza, acudió ayer a Barcelona,
junto con otros directores como Rosa María Malet (Fundación
Miró), María Teresa Ocaña (Museo Picasso),
Antoni Pitxot (Museo Dalí) y Ana Martínez de Aguilar
(Museo Centro de Arte Reina Sofía), y remarcó que
estos dos museos "se encabalgan como las coronas de Castilla
y Aragón". "No hay una lectura de la historia
de la España plural sino es con estos dos museos",
sentenció Maragall.
Tras los discursos, Don
Juan Carlos descubrió una placa conmemorativa en la que,
al igual que ocurrió en la apertura del Fórum, tenía
los nombres de los Reyes de España en catalán. Ni
ERC ni Inciativa per Catalunya -socios del tripartito- asistieron
al acto de inauguración.