El año 311 fue una
fecha especialmente significativa para explicar el cambio que se
va a producir en el arte cristiano, de un arte típico de
comunidades pobres y semiclandestinas a un arte monumental y rico.
En esta fecha se promulgó
el primer edicto de tolerancia, el Edicto de Valerio Augusto, aunque
tendrá más importancia el Edicto de Milán,
del año 313, del mismo carácter tolerante que permite
el culto cristiano sin ningún tipo de cortapisas.
Ambos fueron promulgados
por el emperador Augusto Valerio, pero al acceder al trono el emperador
Constantino se da un cambio, si cabe, más favorable para
la iglesia cristiana puesto que una gran parte de la familia de
Constantino se va a convertir al cristianismo e incluso se especula
sobre si el propio emperador se hubiese convertido al final de su
vida.
Este proceso de dignificación
del cristianismo culmina en al año 380 cuando el emperador
Teodosio proclama a la cristiana como religión oficial del
Imperio.
A partir del año
313 los altos dignatarios de la Iglesia se van a convertir paulatinamente
en autoridades del Imperio. De este modo, las jerarquías
eclesiásticas van a pasar a ocupar importante cargos de la
administración pública y la Iglesia cristiana se convierte
gradualmente en una institución estrechamente ligada al emperador
y a la administración imperial.
Como consecuencia de ello,
la liturgia cristiana comenzó a adoptar elementos característicos
del protocolo imperial. Se va a solemnizar y, en consecuencia, va
a necesitar un nuevo vocabulario artístico que iguale los
edificios cristianos con los grandes edificios públicos,
palacios y templos de la sociedad romana.
En esta nueva etapa el arte
cristiano es financiado por el alto clero y por las clases patricias
e incluso por los propios emperadores. Consecuencia de esta alto
poder económico nos encontramos con un arte con tendencia
al lujo muy considerable y realizado, por tanto, con materiales
nobles especialmente costosos.
Las principales manifestaciones
de este arte van a ser dos: la arquitectura eclesiástica
y la pintura monumental que se va a plasmar a través de los
mosaicos (musivaria, el arte de los mosaicos).
Arquitecura.
Los nuevos templos cristianos: las basílicas
El principal problema que
se plantea la Iglesia en estos momentos es encontrar un modelo arquitectónico
para realizar sus celebraciones litúrgicas con toda pompa.
Evidentemente tiene muchos
tipos de edificios a su alrededor que pueden inspirarles, como los
propios templos romanos, pero pronto se deshecha esta idea debido
por un lado a planteamientos puramente religiosos (reminiscencias
de religiones paganas no deseadas
) y por otro lado porque
en los templos romanos no entra la multitud de creyentes, pero en
las celebraciones eucarísticas cristianas sí.
Una vez que el Cristianismo
fue legalizado y posteriormente elevado a la categoría de
Religión Oficial, los cristianos llegaron a tener una enorme
influencia política en el Imperio, por lo que sus construcciones
van a ser de gran calidad y valor.
Para la construcción
de los templos cristianos se rechazó el modelo de templo
anterior romano por su asociación al paganismo.
Se adoptó entonces
la antigua basílica romana, edificio de múltiples
usos ya que no tenía ninguna función específica
y menos aún de carácter religioso.
Las basílicas romanas
eran edificios de forma rectangular de tres o más naves (en
número impar) separadas por columnas, que solía tener
una cabecera sobreelevada respecto al resto rematada en una exedra
Edificios
de planta centralizada: martyria y baptisterios
Si las basílicas
para el culto tienen planta longitudinal, Las plantas centralizadas
se van a reservar para los martyria y para los baptisterios, con
funciones litúrgicas distintas.
Los martyria fueron
construcciones de carácter funerario.
En occidente van a tender
a convertirse en plantas de cruz griega y normalmente estarán
unidos a la iglesia, mientras que en oriente adquieren una gran
monumentalidad y se convierten en templos normalmente poligonales
que estarán exentos.
Los baptisterios,
en occidente serán de planta octogonal y estarán próximos
a la iglesia, pero exentos, mientras que en oriente serán
pequeñas salas de planta cuadrangular unidas al templo.
Las Artes Figurativas Paleocristianas
El hipermaterialismo de la sociedad romana y su antropocentrismo
radical había adaptado las formas figurativas de la Grecia
Clásica y Helenística. El arte romano pagano estaba
al servicio de la exaltación del individuo triunfante, pero
sin el idealismo griego de la belleza.
Con la penetración de los conceptos espirituales
del Cristianismo: Dios-amor, bondad, vida de ultratumba, etc., la
estética del arte romano estaba obligada a cambiar. Ahora,
el arte ha de ser creado para la contemplación de los "ojos
del alma" más que por los del cuerpo. Es por ello que
ya en el arte paleocristiano comienza un camino que va a desembocar
en el arte bizantino de Oriente y en las artes medievales occidentales:
Prerrománico y Románico.
La estética se vuelve vaporosa y se obvian los
detalles anatómicos superfluos de los personajes pues lo
esencial es más el alma que el cuerpo. Se comienza una estética
que preste menos protagonismo a la materia, el espacio y el tiempo
y más a la substancia. Ya no se busca la reproducción
del mundo físico sino una ventana a la espiritualidad y a
la Divinidad.
En este contexto la iconografía no olvida el
relato de los pasajes bíblicos pero nace un arte simbólico,
pues lo esencial es contemplar figuras que transciendan al terreno
de lo espiritual. Aparecen, así, numerosos símbolos
o se aprovechan otros ya existentes pero con matices renovados.
Dentro de estos
nuevos símbolos, sobresale el Crismón, que será
ampliamente utilizado en periodo paleocristiano romano.
Mosaicos y sepulcros
Al margen de la arquitectura,
el arte paleocristiano tiene en los mosaicos y la escultura funeraria
de los sepulcros dos de sus más importantes manifestaciones
artísticas.
La técnica del
mosaico paleocristiano es la misma que el periodo anterior, pero
lógicamente, cambia la iconografía. Se eligen temas
de carácter fuertemente simbólico y religioso.
Por su parte, en los
sarcófagos paleocristianos de los siglos IV y V, frente
a los del siglo III que sólo nos ofrecían aspectos
puntuales de la doctrina cristiana, se pretende resumir los principios
básicos de la doctrina cristiana en su totalidad.
Los sarcófagos
se leen de izquierda a derecha y, si tienen dos registros, primero
se lee el registro de arriba y luego el de abajo.
Arquitectura
y Arte Paleocristiano en España
En la Hispania tardorromana,
dada su amplia romanización y también por su pronta
cristianización, debieron ser muchos los edificios paleocristianos
construidos.
Lamentablemente, las guerras
incesantes e invasiones que sufrió España durante
siglos apenas han dejado muestras de su arquitectura. Entre ellas,
tenemos:
Mausoleo de Centcelles
El Mausoleo de Centcelles es lo único que se conserva de
mediados del siglo IV y se encuentra en Constatí en Tarragona.
Parece que formaba parte
de una villa romana construida inicialmente en el siglo III y
reconstruida en la mitad del siglo IV, cuando se añaden
los dos mausoleos, ambos de planta centralizada, una cuadrilobulada
y otra circular que presentaba cuatro nichos en forma de pequeñas
exedras.
Este último es
el que se conserva, aunque en muy malas condiciones. Está
cubierto por una gran cúpula con decoración en 4
frisos: el inferior representa una cacería, en el segundo
hay escenas de las comendatio funebre entre columnas salomónicas,
el tercero representa las estaciones, símbolo de inmortalidad,
y en el cuarto no se sabe.
Entre los cazadores, hay
uno mirando al frente, se cree que el difunto. Del segundo hay
restos de un león que parece que era de gran calidad y
del tercero, amorcillos con racimos de uvas.
Basílica de
Santa María de Abajo de Carranque.
Se trata de la basílica cristiana más antigua que
se conserva de España. Fue descubierta, tras intensos trabajos
de excavaciones y actualmente es parte del Yacimiento Arqueológico
o Parque Arqueológico de Carranque (Toledo),
Se cree que esta basílica
paleocristiana fue erigida por orden del emperador romano cristiano
Teodosio, a fines del siglo IV.
Martiriun de la Alberca
El Martirium de la Alberca es probablemente obra del siglo V.
Se percibe influencia de un heroa griego de planta más
bien basilical. El piso inferior está lleno de tumbas y
el superior está rematado en exedra. El inferior está
cubierto con bóveda rebajada y el superior con techumbre
de madera a dos aguas.
Basílicas de
ábside contrapuestos
En Vega del
Mar (Málaga) del siglo V, quizá IV, con pórticos
que suelen tener finalidad funeraria. Otra muy similar es la iglesia
de Casa herrera (Badajoz), en la que aparecen salas junto a los
ábsides, las pequeñas eran probablemente sacristías
pero las grandes es posible que estuviesen empleadas por una comunidad
monástica.