Características
del Románico en Barcelona
Primer
Románico o Románico Lombardo
Como en el
resto de Cataluña, a partir de las primeras décadas
del siglo XI se introduce con fuerza un nuevo modo de construir, diferente
al que antes se desarrollaba en toda la península cristiana,
apegada todavía a la arquitectura visigótica y mozárabe.
Del norte
de Italia (Lombardía) llegan constructores que definen una
forma de hacer basada en la piedra escuadrada pero no pulida, ábside
de semitambor, bóvedas pétreas apoyadas en pilares sin
columnas, cimborrios en el transepto, decoración a base de
arquillos ciegos en la cornisa y lesenas o pilastras adosadas a los
muros
Otra
característica de estos templos es que se han conservado importantes
muestras de pintura románica mural que se conservan en los
numerosos museos catalanes.
Este estilo
se desarrolla hasta el primer cuarto del siglo XII.
Segundo
Románico
A partir de
esta fase del siglo XII comienza a introducirse el románico
internacional.
Lo más
destacado de esta fase es la alta cantidad de claustros románicos
conservados a lo largo y ancho de Barcelona y de toda Cataluña.
Dentro de
esta variedad destaca sobremanera los claustros de San Benet de Bages,
L'Estany y Sant Cugat del Vallès.