Guía
del Arte Románico en la comarca de San Esteban de Gormaz y
El Burgo de Osma
Nos toca en esta ocasión
recorrer una de las zonas más nutridas e interesantes del románico
castellano.
Los alrededores de estas
dos legendarias poblaciones sorianas, San Esteban de Gormaz y Burgo
de Osma,disputadas durante siglos por moros y cristianos, están
repletos de pequeños templos rurales que se integran de forma
magnífica con los recios y bucólicos paisajes sorianos,
también salpicados por castillos legendarios.
No hay que perder de vista
que, junto con algunas comarcas de la vecina Segovia, estamos ante
el foco de las "galerías porticadas" construcciones
originalísimas y de gran valor artístico e histórico.
En concreto, para esta página
hemos escogido las dos iglesias de San Esteban de Gormaz: San Miguel
y Nuestra Señora del Rivero.
También hemos incluido
algunos lugares de la comarca como los templos parroquiales de Castillejo
de Robledo, Miño de San Esteban, Rejas de San
Esteban (con dos iglesias: San Martín y San Ginés),
Andaluz y la Ermita de San Miguel de Gormaz.
Pinche
para ver nuestro Vídeo sobre el
Arte Románico en San Esteban de Gormaz
San Esteban de Gormaz entre los siglos IX y XI
San Esteban de Gormaz es
una de las poblaciones con más historia y leyenda de la provincia.
Por su estratégica
situación junto al Duero fue fieramente disputada durante los
siglos IX, X y XI entre cristianos y musulmanes.
Es posible que por las fechas
tempranas del año 883 fuera repoblada por el rey asturiano
Alfonso III.
Lo que sí se sabe
con certeza es que en 912 fue repoblado por Gonzalo Fernández
y años después castellanos y leoneses al mando de Ordoño
II vencieron a Abi-Abda que pretendía tomar la plaza.
Poco después, el que
sería califa de Córdoba, Abderramán III recupera
San Esteban de Gormaz para Córdoba.
Décadas después
en Fernán González quien recupera la población
y el castillo para luego perderse en tiempos del general Galib y Almanzor.
La
recuperación definitiva para los cristianos se produce en el
siglo XI tras la crisis del califato y pasa a ser una villa importante
en la repoblación de Alfonso VI tras la conquista de Toledo.
San
Miguel de San Esteban de Gormaz
A nivel artístico
San Esteban de Gormaz es importante por ser el lugar donde es más
que probable que se edificara por primera vez una galería porticada
románica, concretamente en la Iglesia de San Miguel, probablemente
a finales del siglo XI, ya que en uno de los canecillos del pórtico
aparece la inscripción de 1081, aunque su mal estado de conservación
ha generado dudas a este respecto y algunos autores defienden la fecha
de 1111.
Esta iglesia es una pequeña
y ruda construcción que se iniciaría a finales del siglo
XI o comienzos del XII, cuando la invasión almorávide
obligó a Alfonso VI a fortalecer el Sistema Central con la
repoblación de diversas poblaciones.
San Miguel es una iglesia
de calicanto con sillería de refuerzo en las esquinas. Tiene
una nave unida a cabecera escalonada en presbiterio y ábside
semicircular casi idéntica a El Salvador de Sepúlveda
de la que es casi contemporánea. Una torre de piedra y ladrillo
algo más tardía se edificó adosada al muro norte.
El muro sur de la nave tiene
dos toscos ventanales de arquivolta sobre columnillas mientras que
el ábside tiene otro ventanal. La puerta de ingreso dispone
de tres arquivoltas, de múltiples baquetones sobre cuatro columnas
con capiteles de tosca talla. La galería es lo más destacado,
por su antigüedad.
Dispone de siete arcos de
medio punto sobre columnas sencillas, incluyendo el de entrada, con
toscos capiteles en que aparecen frecuentemente personajes musulmanes,
pavos y una ciudad almenada y ábacos con rudo ajedrezado. En
el interior los capiteles que soportan el arco triunfal tienen caballos
y leones.
Este singular templo pleno
de encantadora rudeza se relaciona con la segoviana iglesia de San
Salvador de Sepúlveda, también con una antiquísima
galería. Es posible que sean los templos más antiguos
construidos al sur del Duero (junto a la también relacionable
iglesia de San Frutos de Duratón) y que fueran los centros
difusores de la galería porticada.
Nuestra
Señora del Rivero de San Esteban de Gormaz
La otra iglesia románica
de San Esteban de Gormaz se encuentra en el extremo occidental de
la antigua villa y en lo alto de un repecho, denominándose
Nuestra Señora del Rivero. No debe ser muy posterior a su compañera,
quizás de comienzos del siglo XII, pues aunque está
mejor ejecutada sigue muchos de los motivos ornamentales de San Miguel:
personajes morunos, toscos animales, etc.
Dispone
de estructura arquitectónica semejante a San Miguel, aunque
su fábrica es de sillería.
El ábside
está parcialmente tapado por el Camarín de la Virgen
en su eje, que destruyó en ventanal central. El meridional
se puede ver desde el exterior aunque está muy modificado.
Así pues el ventanal mejor conservado es el del lado norte
que no se ve desde el exterior pero sí desde el interior de
la sacristía que se adosó a septentrión del ábside.
Es muy interesante por las escenas talladas. En una parece ser representado
la Huida a Egipto, aunque hay quien la ha asociado a un guerrero musulmán
con la cabeza cortada de un cristiano. El otro lleva dos personajes
con los brazos en jarras vestidos con túnica mora tipo caftán
y turbante.
El interior nos
ofrece una nave reformada y una cabecera que conserva bastante de
la original románica. El arco triunfal se apoya en dos parejas
de semicolumnas pareadas. También interesa un arco en el muro
norte del presbiterio que es el que da paso al camarín del
ábside. La mayoría de los capiteles son vegetales, con
grandes pencas pero hay uno con cabecita humana entre dos volutas
(simbolismo de la "doble elección") y otro con aves
o bien pudieran ser sirenas pájaro pues el rostro parece ser
humano.
En cuanto a los
cimacios, apreciamos una amplia variedad, desde tallos serpenteantes,
rosetas, palmetas, etc.
La puerta tiene tres arquivoltas
con baquetones sogueados y columnas que muestran en sus capiteles
un mono, una serpiente, un violinista y una bailarina.
La galería tiene cinco
arcos en el extremo oriental más el de entrada, pues el tramo
occidental fue rehecho. Los apoyos vuelven a ser columnas de único
fuste con capiteles animalísticos como cuadrumanos
o monos (como en El Salvador de Sepúlveda) aves con las alas extendidas
o apresando animales, combates entre personas y animales, una muy
conocida sirena pez y los ya conocidos personajes con turbante. También
es destacable una escena donde un personaje coge por la cabeza a un
cuadrúpedo, en posible representación de Sansón
desquijando al león.
Los ajedrezados de San Miguel dejan paso a rosetas en círculos,
motivo que luego se extenderá masivamente en el románico
segoviano.
Miño
de San Esteban
El templo de San Martín
en Miño de San Esteban es una de las iglesias de mayor sabor
románico de Soria a pesar de haber perdido su cabecera en beneficio
de otra de estilo gótico.
De este periodo conserva una
galería porticada descegada hace unos pocos años, una
buena puerta y una de las pocas torres románicas que hay en
Soria.
La galería porticada
se ubica en el costado meridional. Tiene un vano semicircular de entrada
y tres y cuatro arcos respectivamente a cada lado sobre columnas.
Los arcos son de medio punto y las columnas geminadas
de doble fuste unido.
Los capiteles muestran diverso estado de conservación.
Algunos están bastante rotos por el emparedamiento secular
en que se encontraban. Otros, sin embargo, muestran apreciablemente
sus cestas. La mayoría de ellos son vegetales con hojas picudas
rematadas en volutas y pomas.
La
puerta comunica esta galería porticada con el interior de la
iglesia. Es sencilla en estructura pues cuenta con tres arquivoltas
y una sola pareja de columnas.
No obstante, sobresale por
su decoración porque sus arquivoltas están adornadas
con variados motivos vegetales y geométricos como ajedrezados,
bezantes y entrelazos con formas de "ocho".
Sus capiteles muestran una
pareja de grifos finamente esculpidos más una doble y simétrica
representación de Sansón desquijarando el león.
Por último, la torre
es de buena sillería y se secciona en dos cuerpos con algunos
troneras para las campanas.
Castillejo de Robledo
Esta aldea asociada a la leyenda cidiana de la Afrenta
de Corpes dista de San Esteban de Gormaz una treintena de kilómetros
al oeste.
Tiene dos templos románicos: la Ermita de los
Mártires y la iglesia parroquial de La Asunción de Nuestra
Señora.
Ésta última es un noble edificio tardorrománico
de comienzos del siglo XIII donde destaca la buena arquitectura de
su cabecera construida con perfecta sillería y articulada con
columnas, impostas y ventanales. La puerta, que se abrió en
el muro meridional parece aún más tardía, como
se puede apreciar, no sólo por el acusado apuntamiento de sus
arquivoltas, sino por los motivos vegetales muy góticos de
sus capiteles de los columnas.
Por su parte, la expoliada ermita de los Mártires
se ubica a la salida del pueblo en dirección a Langa. Tiene
cabecera plana y una airosa espadaña.
En Rejas de San Esteban hay
dos iglesias de origen románico.
La de San Ginés está
en el centro del pueblo y conserva una galería porticada en
su costado meridional. Tiene una gran arco de ingreso y otros seis
arcos de medio punto, tres a cada lado, apoyando sobre columnas en
que se ven capiteles historiados como el que muestra una ruda escena
con tres personajes en posición frontal dentro de una barca
o el que representa a Sansón desquijarando al león.
También se conserva una fila de canecillos voluminosos y figurados,
con cabezas, rollos, hojas curvadas y alguna cabeza.
Más interesante y bien
conservada es la iglesia de San Martín, Monumento Histórico-Artístico
desde 1981 y acertadamente restaurada a principios de los ochenta,
situado en una ladera en el extremo oeste de la aldea. Conserva su
estructura de nave, presbiterio y ábside, aunque de humilde
calicanto.
El ábside en hemiciclo
sólo se adorna con un ventanal de arco sobre pareja de columnillas
con capiteles de cuadrúpedos y aves bicéfalas y guardapolvos
de puntas de diamante. La puerta de ingreso es equilibrada y muy decorada,
con cuatro arquivoltas decoradas con motivos geométricos y
florales, con capiteles de cuadrúpedos y un hombre mordido
por un lobo.
Lo más destacable es
la elegancia de su restaurada galería porticada, con siete
armoniosos arcos iguales apeando sobre columnas geminadas o cuádruples
de elegantes capiteles vegetales, todos parecidos pero al mismo tiempo
diferentes.
En el interior el arco triunfal
deja paso a un presbiterio con arquerías murales y algunas
pinturas.
Al norte de El Burgo de Osma -desde la ciudad episcopal
se ha de tomar una carretera para acceder a esta aldea- se encuentra
la localidad de Berzosa.
Su pequeña iglesia dedicada a San Martín
está, como es habitual, en lo alto de la población.
Por desgracia, fue muy reformada, reconstruida podríamos decir,
en siglos modernos aunque milagrosamente se logró conserva
el precioso binomio de galería porticada y portada del muro
sur.
Andaluz Andaluz
debió ser una de las primeras poblaciones sorianas repobladas
por cristianos.
No debe extrañar
por ello que el templo parroquial dedicado a San Miguel Arcángel
es uno de los más antiguos de Soria, en concreto realizada
en el 1114 por un maestro llamado Subpirianus, según reza una
inscripción en su portada: "IN NOMINE D(OM)INI N(OST)RI IN
HONOR(E) EX MICAEL ARCANGEL ERA MC QUINCUAGENA II SUBPIIANUS ME FECIT".
El mérito
especial de la iglesia se centra en la portada meridional. Esta puerta
de monumentales dimensiones tiene cinco arquivoltas donde alternan
baquetones sobre columnas con capiteles vegetales y zoomórficos
y arquivoltas planas decoradas con ajedrezados.
La galería
porticada es de parecida estampa a la de Aguilera, siendo del mismo
estilo estético y posiblemente obra del mismo taller, de fecha
muy posterior al resto del templo, probablemente de finales del siglo
XII o comienzos del XIII. Lleva arcos de medio punto sobre columnas
sencillas y otras de fuste cuádruple. Todos los capiteles de
la citada galería son de variados y elegantes motivos vegetales,
salvo uno en que un hombre sujeta a dos equinos.
En el interior,
totalmente reformado, queda una pila bautismal con arquerías.
La ermita de San
Miguel de Gormaz, asentada en la ladera de la famosa fortaleza califal,
ha pasado en pocos años de ser uno de lo templos medievales
sorianos menos conocidos a convertirse en un referente absoluto de
su patrimonio. No en vano fue uno de los lugares elegidos para la
celebración de la exposición "Las Edades del Hombre"
del año 2009.
Todo ello ha sido
causado por el descubrimiento de un magnífico conjunto de frescos
románicos y su posterior restauración que ha descubierto
otros interesantes secretos de este casi milenario templo.
Se trata de un
edificio construido alrededor del año 1060, cuando Fernando
I conquista la fortaleza de Gormaz y repuebla el lugar. Para esta
fecha todavía el románico internacional no había
llegado a suelo hispano por lo que su construcción se realiza
con formas prerrománicas. Es decir tiene una nave con cabecera
más pequeña de testero plano. El arco triunfal tiene
doble rosca de herradura. También se conserva una puerta en
el muro meridional, hacia los pies de la iglesia con idéntico
arco ultrasemicircular.
Se piensa que
alrededor del año 1100 se construye el pórtico meridional,
siguiendo la estela de otras galerías porticadas segovianas
y sorianas.
El hecho más
transcendente sucede posiblemente en la cuarta década del siglo
XI cuando los muros de la ermita, provisionalmente pintados con cruces,
son revestidos por un magnífico repertorio e frescos románicos
del mismo taller que trabajó en San Baudelio de Berlanga y
también relacionado con los de la Vera Cruz de Maderuelo. Estas
pinturas nos han llegado incompletas y se esparcen por la cabecera
y las partes altas de los muros meridional y septentrional de la nave.
Otro añadido
muy posterior es el de la portada románica en el centro del
muro meridional y que fue trasladada de las ruinas románicas
de la iglesia que hoy es el cementerio.
Ciertamente, otra
de las curiosidades que ofrece la Ermita de San Miguel de Gormaz es
la sensación al entrar en el templo puesto que desde fuera
parece de pequeñas dimensiones, mientras que una vez dentro
la espaciosidad sorprende.
Otros
restos menores de la comarca de San Esteban de Gormaz
La portada de la parroquial
de Aldea de San Esteban es similar a otras de la zona, de origen
muy tardío, tiene dos arquivoltas ojivales planas y guardapolvos
que apoyan sobre las jambas.
En el templo de Santa María
la Mayor de Peñalba de San Esteban la cabecera es tardogótica,
de los siglos XV y XVI y hay una galería renacentista que debió
sustituir a la anterior románica. Tras ella hay una puerta
deteriorada de dos arquivoltas apuntadas y chambrana sobre jambas
aboceladas.
La puerta sur del templo de
Piquera de San Esteban tiene dos arcos apuntados con guardapolvos
que apoyan sobre impostas y jambas, todo de gran austeridad.
En las proximidades del pueblo
de Soto de San Esteban está la Ermita de los Rubiales
de estilo románico-gótica con algunos pocos restos interesantes.