La Seo
de Zaragoza (cabecera románica)
Tras
la conquista de Huesca, el imparable empuje reconquistador de los
aragoneses centró su objetivo en la gran ciudad de Zaragoza,
capital del poderoso reino de taifas y una de las más importantes
ciudades de la España medieval.
Alfonso I
el Batallador conquista Zaragoza el 18 de diciembre de 1118 y tres
años más tarde es consagrada la mezquita mayor como
catedral cristiana. Esta mezquita ocupaba el espacio de la iglesia
visigótica de San Vicente, que sucedió a un importante
templo del primitivo foro de la Cesaraugusta romana y a su vez éste
se asentaba sobre el corazón del poblado celtíbero.
En 1188 se
decidió construir la nueva catedral románica, respetando
el mihrab de la mezquita, lo que obligó a orientar el templo
de forma no canónica, mirando su cabecera al norte, al río
Ebro, en lugar de al este como era preceptivo.
La Seo románica
del Salvador ha sufrido luego todo tipo de reformas, desde el estilo
que reina en el centro y sur de Aragón, el mudéjar,
pasando por el gótico, renacentista y barroco. Aunque en general
se puede considerar que esta catedral es básicamente de estilo
gótico mudéjar, como consecuencia de la destrucción
de la iglesia románica (que tendría planta de cruz latina
con tres naves) y su reedificación en los siglos XIV y XV.
Pero lo que
queda de estilo románico de La Seo es suficiente para saber
que se trataba de una magnífica obra tardorrománica
de finales del siglo XII y comienzos del XIII, muy relacionada con
el románico de Cinco Villas y sobre todo con la iglesia oscense
de Agüero.
Queda
el ábside central y el del Evangelio. Exteriormente el central
se articula mediante dos contrafuertes y en cada paño hay ventanales
esbeltos y muy altos con arquivoltas de medio punto decoradas con
taqueado jaqués que apean sobre capiteles con animales y escenas
de caza.
El absidiolo
es más sencillo y tiene sólo un vano con arco doblado
de esquinas achaflanadas.
En el interior,
tras el retablo de la iglesia, se aprecia la articulación mural
de la parte de la cabecera que ha sobrevivido, de hermosa factura.
El ábside central tiene cuatro grandes columnas que crean tres
espacios o paños con arquerías murales sobre columnas
ocupando el espacio inferior.
La
escultura de esta parte baja del ábside es fecundísima,
porque a las habituales esculturas de los capiteles hay que añadir
dos frisos sobre el muro, uno a la altura de los capiteles y el otro
a media altura de los fustes. Para terminar cada arco también
tiene la esquina achaflanada para contener más escultura y
por último, hay diez apóstoles en el espacio comprendido
entre los dos frisos citados.
La escultura
de interior de la cebecera es de gran calidad y no es relacionable
con la del exterior.
La
estructura arquitectónica recuerda mucho a Santiago de Agüero
y como en ésta, las columnas soportarían nervios que
reforzarían la bóveda de horno coincidiendo en sus claves,
al modo habitual del románico tardío.
Otros
restos románicos en Zaragoza
En el lugar
que hoy ocupa el descomunal templo del Pilar existió una iglesia
románica, seguramente construida a finales del siglo XII y
relacionada con el románico de Cinco Villas. Todo ello se deduce
por el tímpano de una antigua portada que se salvó milagrosamente
y hoy queda empotrado en el muro sur de la basílica, a pocos
metros de la entrada actual.
El citado
tímpano lleva tres círculos, los dos laterales con rosetas
y el central con un crismón trinitario bellamente cincelado.
Por
último, cabe citar los cimientos de una gran iglesia con cabecera
de tres ábsides (que podría completarse, aunque no se
han encontrado evidencias, con las correspondientes tres naves) que
se han descubierto en el Paseo de la Independencia, en las obras de
un parking, y cuyo interés se centra en su gran tamaño
(mayor que la cabecera de la Seo) y en estar ubicado sobre el entramado
de un barrio islámico.