Guía
monumental (arte e historia) de Buñol, Valencia
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Buñol |
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Valencia |
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Hoya
de Buñol |
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9.720 |
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387 |
Introducción
a la guía de arte (monumentos y rutas) de Buñol, Valencia.
Buñol es un municipio
de la comarca de la Hoya de Buñol, una zona con sierras
afiladas y mesetas aisladas al oeste de la provincia de Valencia,
dentro de la Comunidad Valenciana. Desde aquí a la ciudad
de Valencia sólo hay cuarenta kilómetros. Su población,
según el INE de 2007, es de 9.720 habitantes.
Buñol
es muy popular por su "tomatina" una fiesta surgida
en 1945 tras una pelea casual entre los jóvenes del pueblo
a base de hortalizas, que se repitió los años siguientes
con tomates traídos desde casa, convirtiéndose en
una tradición local que se repite cada 26 de agosto, y que
la televisión lanzó a nivel nacional e internacional,
hasta el punto de catalogarse en 2002 como "Fiesta de Interés
Turístico Internacional".
En cuanto a su historia,
Buñol tiene gran cantidad de yacimientos arqueológicos.
Los más antiguos se remontan hasta unos 50.000 años
antes de nuestra época, hay restos del Paleolítico
Medio en el barranco de Carcalín, del Paleolítico
Superior en la Cueva del Turche, del Mesolítico en
la Covalta de Ventamina y de la Edad del Bronce en el Cerro
Mulet y Rotura.
Existen
también restos íberos y romanos, incluso parece que
el nombre del pueblo procede del íbero "bullon"
o "billon", fuente en íbero, relacionándose
este vocablo con las numerosas fuentes y manantiales del lugar.
Para los romanos fue "Bullion"
que significa hervidero de aguas, y fue con estos cuando se creó
realmente la base de la población actual. De época
árabe todavía pueden verse cementerios, restos del
acueducto en la partida de Turche y muros y pozos en la partida
del Olivera, además del castillo.
A
mediados del siglo XIII Buñol es reconquistado por los cristianos
incorporándose junto al resto de la comarca al Reino de Valencia.
El siglo XIX su castillo resulta muy dañado tras la invasión
francesa y las guerras carlistas. A finales de este mismo siglo,
la mejora en las carreteras y el tren propiciarán un gran
auge económico, la industria papelera, la textil y más
tarde, la cementera, convierten a Buñol en uno de los municipios
con más tradición industrial de la provincia de Valencia,
así como en uno de los puntos clave del movimiento obrero.
Monumentos
de Buñol
El
castillo
En cuanto a sus monumentos,
el municipio queda marcado por su elemento más significativo,
el Castillo de Buñol. Se encuentra en el centro del pueblo,
sobre un promontorio rocoso, desde aquí se domina toda la
ciudad y la Hoya de Buñol.
Tuvo mucha importancia estratégica
ya que estaba situado antiguamente en la frontera entre Castilla
y Valencia. El castillo se divide en dos espacios separados por
fosos artificiales comunicados por puentes que terminan en torres
defensivas de acceso al recinto.
El
primer foso separa el recinto militar de la zona de las Ventas.
Tras el primer foso se encuentra este primer espacio poligonal,
formado por un lienzo recto con una torre en cada ángulo
y una torre central de acceso que defiende la puerta, y con muralla
que corona los escarpes de la peña. Aquí se encuentra
la antigua plaza de armas, que actualmente está rodeada por
viviendas sencillas adosadas a las murallas. En el centro del castillo,
se encuentra la torre del Homenaje, la más importante del
recinto y que sirve de comunicación para llegar al segundo
recinto del castillo, que se realizaba por una simple cavidad en
su base.
En la parte superior de
la torre había una única habitación a la que
se accedía desde el palacio gótico (la Sala
del Oscurico).
El
segundo foso sirve para reforzar la defensa de la zona residencial,
en el segundo recinto, en el sur. Del palacio gótico se conserva
la sala del Oscurico, de forma rectangular, adosada por uno de sus
lados a la torre del Homenaje. Parece que antiguamente tenía
dos plantas, en la actualidad es una nave única que conserva
los arcos ojivales y se utiliza para exposiciones y eventos culturales.
Las antiguas habitaciones de los condes, actualmente componen la
fachada sur, con su cabecera adosada al frente oriental de la muralla,
actualmente en reconstrucción.
Iglesia
del Salvador
Dentro del Castillo se encuentra
la iglesia del Salvador, que hoy alberga el Museo Arqueológico,
parece que primero fue mezquita árabe. Su construcción
se sitúa entre la segunda mitad del siglo XIII y la primera
mitad del siglo XIV, como el resto del castillo. Es una nave única
con bóveda de medio punto, lunetos y dos arcos fajones que
la dividen en tres tramos. El Museo arqueológico tiene un
variado repertorio de piezas procedentes de las distintas culturas
que han habitado estas tierras. Recientemente también se
ha inaugurado un Museo etnológico.
Barrio
del castillo o Barrio Medieval
Este recinto sur conserva
también algunas casas todavía habitadas. La calle
del Castillo se resuelve en una empinada cuesta, la calle Mallorquines,
que permite el acceso por la puerta fortificada de "La Torreta"
hacia el barrio antiguo del pueblo, el Barrio del Castillo, o Barrio
Medieval, en este paseo se puede observar arquitectura popular,
fachadas blancas, rinconcillos con jardines y estrechas calles y
cuestas de origen medieval, al amparo de las murallas del castillo.
Iglesia
parroquial de San Pedro Apóstol
Dentro del casco antiguo
encontramos también una hermosa iglesia, la Parroquia de
San Pedro Apóstol. Está situada en uno de los laterales
de la plaza de la República (Plaza del Pueblo). Aunque el
beneplácito papal para erigir la iglesia se da en la década
de 1570, el templo actual se empezó a construir más
tarde en 1633 y se terminó mucho más tarde en 1757,
ya en estilo neoclásico. Tiene una gran fachada lisa con
la puerta principal rodeada de columnas estriadas de orden compuesto
adornadas con hojas de acanto, y adosada a ella, un campanario cuadrangular
de treinta y tres metros de altura, de forma cuadrangular, rematado
en una torrecilla que termina con una veleta en la que está
incluida la silueta de San Pedro.
La planta del templo es
de cruz latina con tres naves, las laterales con capillas y la central
más ancha, con bóveda de medio cañón,
separada de las laterales por arcos sustentados por pilares de orden
corintio, con cúpula sobre pechinas en el crucero, con frescos
sobre la vida de San Pedro. Las ventanas son de vidrieras policromadas.
La Capilla de la Comunión, de gran belleza y lujo, presenta
entre otras imágenes, una Virgen del Rosario obra de Vergara,
aunque la obra más importante del templo es la de San José,
del mismo autor, situada en una nave lateral. La iglesia tiene otras
joyas, como un Cristo Yacente, una Inamaculada de Esteve, el precioso
Altar Mayor, y esculturas de diferentes santos obras de gran calidad
de los mejores maestros valencianos de la época.
Ermita
de San Luis Bertrán
Es un edificio perteneciente
a la parroquia de San Pedro, se encuentra en el paseo de San Luis,
se trata de una pequeña capilla de estilo neogótico
(siglo XVIII), trazada por el conocido pintor Brel. La fachada presenta
un frontón triangular rematado en una estrecha cornisa de
crestería que recorre toda la cubierta del edificio. A ambos
lados de la fachada dos pilares terminan en pináculos de
varios cuerpos. Todo el ornamento de la fachada se centra en la
entrada de acceso, de estilo gótico, con puerta de arco apuntado
y arquivolta de yeso, ganchos, cardinas y gablete, sobresale la
figura y filigrana de un relieve de columnitas y arcos que sostiene
una imposta tallada. Sobre la puerta de acceso, un óculo
trebolado, y una imagen de la Vírgen. En la cabecera de la
ermita destaca la campana, fundida en 1700, colocada en una bonita
espadaña de ladrillo.
Aparte de estas grandes
obras ancestrales, se pueden encontrar numerosas y bonitas fuentes
y manantiales y una obra de ingeniería digna de atención:
el Puente del Roquillo, se encuentra dentro desde el casco urbano,
y es uno de los primeros puentes ferroviarios que se construyeron
en nuestro país. En su base se encuentra la fuente con el
mismo nombre, de excelente agua.
(Autora
del texto del artículo/colaboradora de ARTEGUIAS:
Natalia Molinos Navarro)