Guía
del Arte Románico en el Valle del Río Oja
El
Valle del Río Oja
Si La Rioja es un territorio
caracterizado por estar surcada por varios ríos paralelos:
Najerilla, Iregua, Leza-Jubera, Cidacos, Alhama
el Río
Oja es posiblemente el más emblemático y dio origen
al nombre de la comunidad, al contraerse en la palabra "Rioja".
El Río Oja nace
en el Sistema Ibñérico, en la Sierra de la Demanda y
su recorrido toma dirección hacia el noreste en busca del Tirón,
que luego desemboca en el Ebro.
Los primeros kilómetros
de este río surcan uno de los parajes más bellos de
España, de una feracidad impresionante y que suman su interés
paisajístico al que veremos, de tipo monumental.
Características
del románico del Valle del Río Oja
Si el románico del
Tirón y la Obarenia está vinculado estilísticamente
el de la Bureba burgalesa, el del Valle del Río Oja, es un
conjunto heterogéneo de difícil filiación.
Como suele ser habitual, su
arquitectura es tardía, posiblemete del siglo XIII y en algunosa
casos puede que sustituyeran antiguas iglesias prerromanas y mozarabes.
El carácter tardío
se aprecia rápidamente en los ventanales trilobulados de la
iglesia de Valgañón o el ábside poligonal de
Santasensio.
Una de las características
secundarias que ligan a este conjunto de iglesias con las de la Sierra
de la Demanda burgalesa, es su buena arquitectura a base de sillería
rojiza, típica de estas montañas.
Iglesia
de Zorraquín
La iglesia de Zorraquín
es la primera que visitaremos en nuestro recorrido por el Valle del
Río Oja.
Se trata de un templo pequeño,
muy alterado en los siglos posteriores a su construcción románica.
Inicialmente sería
un edificio de una sola nave y ábside. Sin embargo, la cabecera
fue sustituida por otra gótica en el siglo XVI.
Lo más
interesaante es, sin duda, la portada que se se halla en el muro sur.
Arquitectónicamente
es de modestas dimensiones y sencilla estructura, a base de dos arquivoltas
planas de medio punto.
La interior de apoya sobre
una pareja de columnas. Una tiene un capitel que mustra una escena
simbólica de una gran cabeza humana en medio de hojas rizadas
y terminadas en piñas. El otros capitel es más didáctico
y descriptivo, presentando el martirio de San Esteban con gran expresividad.
En él aparece a uno de los verdugos lanzando las piedras que
lleva otro que le sigue. Mientras, el protomártir Esteban se
arrodilla ante Dios que surge del Cielo bendiciéndole.
Otra de las sorpresas de la
iglesia de Zorraquón es que, como en Valgañón,
esta puerta románica conserva los herrajes originales del siglo
XIII.
Nuestra
Señora de las Tres Fuentes de Valgañón
Aunque
ha sufrido diversas alteraciones en varios siglos e importantes restauraciones,
la iglesia de Nuestra Señora de las Tres Fuentes de Valgañón
sigue siendo una verdadera joya del románico riojano.
Su ábside
es hermosísimo, por el equilibrio de sus proporciones y sobre
todo por los ventanales de arquivoltas con intradós trilobulado
y sus capiteles con brillantes escenas de lucha entre el bien y el
mal, representados por combates de animales y entre moros y cristianos.
Tras el pórtico renacentista aparece una buena portada de tres
arquivoltas de medio punto sobre tres pares de columnas, donde destaca
el tímpano esculpido con tres escenas marianas y los herrajes
originales de comienzos del siglo XIII con bellas figuras de astros
y animales.
Además,
esta pequeña joya conserva dos pilas bautismales y dos tallas
románicas de gran importancia: el Cristo de Bañares,
del siglo XIII que está en en posición de descendimiento
y la Virgen de Tres Fuentes.
Ermita
de Santasensio de los Cantos (Ojacastro)
Atravesando
el turístico pueblo de Ezcaray nos encontramos con Ojacastro.
Su iglesia conserva algunos restos románicos, entre los que
citamos un ventanal.
Mucho más interesante
es la ermita de La Ascensión de Santasensio de los Cantos,
una de las construcciones románicas de la llamada "ruta
del valle del Río Oja". Se encuentra a las afueras de
Ojacastro, en dirección a Santo Domingo de la Calzada tomando
una breve pista desde la carretera que conduce al minúsculo
caserío de Santasensio.
Se sabe que este templo perteneció al monasterio
de Santa María la Real de Nájera. Es probable que esté
relacionado con el desaparecido monasterio de San Salvador de Ojacastro.
Esta iglesia ha sido restaurada y desenterrada
recientemente pues los sedimentos habían cubierto buena parte
de los muros. Se aprecia perfectamente el nivel que alcanzaban éstos
por el cambio de color de la piedra.
De la primitiva iglesia, convertida en ermita,
queda sólo la cabecera y el arranque de la nave. El resto no
llegó a concluirse.
La fábrica es de sillería rojiza
serrana. Exteriormente el ábside tiene forma poligonal (hemioctogonal)
con haces de tres columnas en los vértices y dos aspilleras
en los paños centrales. Los capiteles y canecillos son completamente
lisos.
Por tanto, del aspecto exterior, toda vez que la
escultura es inexistente, es destacable la rotundidad de los volúmenes
y su integración con un entorno boscoso de inigualable belleza.
En el interior, el ábside es de planta semicircular
y abovedada con cuarto de esfera. Tanto el arco de embocadura del
ábside como el fajón de refuerzo del presbiterio apoyan
sobre parejas de columnas con capiteles labrados con motivos vegetales.
En el centro del ábside se observan los
dos ventanales exteriores, pero ahora mucho más grandes y abocinados
con amplio derrame interior. En el muro meridional del presbiterio
hay una hornacina o credencia con dos arcos de medio punto. También
quedan algunos fragmentos de frescos románicos restaurados
a comienzos del siglo XXI y que, entre otros temas, aborda el pasaje
de la Última Cena. También se conserva una sencilla
pila bautismal.