Guía
monumental (arte e historia) y turística de Medellín,
Badajoz
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Medellín |
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Don
Benito |
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Introducción
a la guía de arte (monumentos y rutas) de Medellín,
Badajoz
Medellín
fue importante ciudad romana, como atestigua su puente y teatro
romano y luego visigoda y musulmana, para ser reconquistada en el
siglo XIII por los cristianos.
Breve aproximación histórica
En
pleno corazón de Extremadura, a aproximadamente medio centenar
de kilómetros al este de Mérida y bañado por
el río Guadiana, la histórica villa de Medellín
puede presumir de ser uno de los conjuntos histórico-artísticos
de mayor interés de la región, habiendo sabido conservar
restos prácticamente de todas las civilizaciones que lo han
morado a lo largo de su devenir histórico.
Poblada desde tiempos remotos como atestiguan los restos
del Bronce Final aparecidos en el entorno, hacía el siglo
VI a. de C. se constituiría en la antigua Conisturgis tartésica,
siendo romanizada en el año 79 a. de C. gracias a cónsul
Quintus Caecilius Metellus Pius, héroe de las Guerras Sertorianas
y en cuyo honor la ciudad fue denominada Metellinum.
Tras la caída el Imperio Romano, consta en Medellín
presencia visigoda probablemente irradiada desde la cercana y populosa
Mérida, y es que constituiría un punto importante
de la vía que comunicaba la propia urbe emeritense con Toledo,
siendo a la vez el punto en el que confluiría el vial que
llegaba hasta Córdoba.
Durante la dominación musulmana, el antiguo
asentamiento romano fue fortificado como bastión defensivo
a orillas del río Guadiana, cayendo posteriormente en manos
cristianas en primera instancia en tiempos de Alfonso IX (1227),
y ya de manera definitiva en 1234 durante el reinado de Fernando
III gracias entre otros al decisivo papel de la Orden de Alcántara.
Integrada en la Diócesis Placentina como Comunidad
de Villa y Tierra de Realengo, fue heredad del linaje de Juan Alfonso
de Alburquerque, personaje muy cercano al rey Pedro I de Castilla
hasta que, una vez perdida la confianza en él, arrasó
la fortaleza; no volviendo a reconstruirse hasta que entre finales
del siglo XV y principios del XVI, en el contexto de los conflictos
entre Isabel de Castilla y La Beltraneja (por la que tomarían
partido los señores de Medellín), fue de nuevo reconstruido.
También debido a su estratégica
situación y ya en fechas mucho más recientes, Medellín
fue escenario de cruentas batallas tanto durante la Guerra de la
Independencia (1809) como en la propia Guerra Civil Española;
sin embargo, si por un acontecimiento es verdadera y universalmente
célebre la villa metelinense es por ser cuna hacia 1485 del
conquistador Hernán Cortés.
Conjunto monumental de Medellín, Badajoz
De todo este
pasado brillante quedan multitud de restos arqueológicos
y artísticos de variadas épocas. Entre todos ellos
nos hemos centrado en el famoso castillo, el teatro
romano y las iglesias de Santiago (incluyendo
el Centro de Interpretación del Parque Arqueológico),
San Martín, Santa Cecilia, además
del Puente de los Austrias.
Castillo
de Medellín, Badajoz
El
Castillo de Medellín es un soberbio ejemplar de defensa militar
evolucionado durante largos siglos y una de las mejores fortificaciones
de Badajoz. Está
asentado sobre un alto cerro que domina la ciudad y el río
Guadiana.
El
castillo de Medellín es de origen musulmán, del siglo
X, época de la que se conserva el magnífico aljibe
de dos naves.
Pero
tras la reconquista cristiana en 1234 por Fernando III paso a diversas
manos y durante los siglos XIV y XV (sobre todo durante la segunda
mitad) perteneció a los Portocarrero que acometen obras típicas
de las fortalezas del final de la Edad Media para acondiocionarlas
para uso palaciego, como torrecillas soportadas por ménsulas
escalonadas en redondo, arcos conopiales, etc.
La
estructura de este castillo
es de planta irregularmente rectangular con una muralla transversal
que lo divide interiormente en dos mitades. Destaca sus cuatro puertas
de diferentes épocas (gótico, del renacimiento, etc.)
y las dos torres principales que sirven para su articulación.
Exteriormente quedan restos de una antemuralla.
Uno
de los grandes alicientes de la visita a esta fortaleza medieval
es que nos sirve de inigualable mirador del conjunto urbano de Medellín,
y especialmente de sus monumentos: el teatro romano y la iglesia
de Santiago justo debajo; las iglesias de Santa Cecilia y San Martín,
algo más alejadas y, al fondo, la imponente silueta del puente
renacentista sobre el Guadiana.
Teatro
romano
El teatro del Metellinum romano se asentaba
en la ladera sur del cerro ocupado hoy por el castillo y justo a
la espalda de la antigua iglesia de Santiago, convertida hoy en
centro de interpretación y en el que, junto al Museo Arqueológico
Provincial de Badajoz, se exponen varias de las piezas rescatadas
de las ruinas.
A juzgar por diversos testimonios, las
ruinas nunca quedaron enterradas del todo, documentándose
su existencia visible aunque identificándose como un circo
ya desde la Edad Moderna. No sería hasta principios del siglo
XX cuando quedó determinado que dichas ruinas no correspondían
a un circo, sino a un teatro romano.
Tras nuevas campañas a finales de los 60 y principios
de los 70 de la pasada centuria, habría que esperar hasta
2007 para que se acometiese una verdadera intervención de
restauración y puesta en valor, la cual culminaría
en el año 2013 con su definitiva apertura al público.
Distintos estudios han encuadrado cronológicamente
la construcción del teatro de Medellín en el siglo
I, siendo posteriormente objeto de reformas y ampliaciones tanto
en época claudia como en la segunda centuria después
de Cristo.
Tanto por planteamiento como por dimensiones, el teatro
romano de Medellín responde perfectamente a los cánones
planteados por Vitrubio para la construcción de obras de
carácter público de esta naturaleza.
Se comunicaba con el resto de equipamientos de la ciudad
mediante una calzada enlosada de la que aún quedan algunos
vestigios. Esta calzada, bajo la cual discurría una cloaca,
a la altura del teatro y tras un recibidor o "versura",
se convertía en un pórtico cubierto, desde el cual,
a través de las distintas puertas se accedía al recinto.
La parte más monumental del teatro era el "frons
scaenae", en la actualidad totalmente desaparecida pero cuyos
restos permiten atestiguar su riqueza. Contaba con tres puertas
de acceso y se elevaba en dos registros en altura articulados a
base de columnas de granito recubiertas de estuco. De este sector
han sido recuperadas varias esculturas de gran valor.
Frente a él se situaba el escenario "scaena",
hoy reconstruido a base de un entarimado bajo el cual son aún
apreciables los distintos equipamientos y mecanismos originales
que se emplearían para la tramoya y la animación escénica.
Frente al "frons pulpiti", que en origen
presentaría una buena colección de esculturas, se
disponía la "orchestra", espacio semicircular sobre
el que se ubicaba el coro.
El elemento mejor conservado del teatro de Medellín
es el graderío "cavea", configurado mediante el
aprovechamiento de la pendiente de la ladera en la que se asienta.
Como la mayoría de teatros romanos, en Medellín
la grada se estructuraba con la idea de alojar a los espectadores
en función de jerarquías y estamentos sociales. Así,
los primeros tres escalones "proedria", tallados en material
marmóreo, estaban destinados para aposentar a las autoridades
y patricios de la ciudad.
A continuación, las ocho filas subsiguientes
"ima cavea" se reservaban para el personal militar, mientras
que las ocho últimas albergaban al resto de la población
libre "media cavea". En el centro de la "ima cavea"
se habilitaba un pequeño espacio "sacrarium" concebido
para disponer una representación para el culto imperial.
Por último, en la parte más elevada del
graderío y en la actualidad prácticamente perdida,
la llamada "summa cavea" estaba destinada a mujeres y
esclavos.
En total, el teatro romano del Metellinum romano era
capaz de albergar, según diferentes estudios y versiones
e incluyendo la "summa cavea" hoy muy perdida, hasta un
total de 3200 espectadores.
Iglesia
de Santiago
La reconquista
cristiana de Medellín se llevó cabo en el año
1234. Algún tiempo después -segundo tercio del siglo
XIII- debió edificarse la iglesia de Santiago, que ocupa
parte de la escena del antiguo teatro romano, en la falda meridional
del cerro sobre el que se asienta el hermoso castillo antes descrito.
Se trataba
de una iglesia de una nave con cabecera formada por presbiterio
recto y ábside de medio tambor, al más puro estilo
románico.
Lamentablemente
sufrió radicales reformas en los siglos XV y XVII. Por ejemplo,
del siglo XV o comienzos del XVI es la puerta meridional tardogótica
de arcos ligeramente apuntados superados por el más externo
que es conopial.
Centrándonos
en el ábside tardorrománico, se aprecia una magnífica
obra de sillería granítica, con columnas que dividen
el muro en paños verticales. No se han conservado ni los
capiteles de las columnas ni la cornisa, por lo que no podemos juzgar
la calidad de su escultura.
En la parte
inferior del paño central se abre un óculo tetralobulado
rodeado por arco de medio punto exornado por puntas de diamante.
No es frecuente ver óculos en los ábsides románicos,
pues estos "ojos de buey" son utilizados en tiempos del
románico tardío especialmente para iluminar las naves
en los muros occidentales.
No obstante hay excepciones y el ábside
de Santiago de Medellín nos recuerda mucho al de la iglesia
salmantina de San Pelayo de Guareña, y también los
ventanales de los ábsides laterales de la iglesia de Albendiego
o la capilla de San Galindo en Campisábalos, ambos en Guadalajara.
También hay óculos en algunas iglesias gallegas, como
en la cabecera de la iglesia viguesa de Santa María de Castrelos.
Como anunciábamos en un párrafo
anterior, en el siglo XV o comienzos del XVI se modifica la nave
románica y se añade una puerta gótica. Como
consecuencia, no han quedado restos de portadas románicas.
Ya en el siglo XVII, la iglesia pasa a
tener distinción archipresbiterial y se acometen obras que
modifican las cubiertas de la nave y se construye la torre campanario
de los pies.
En el siglo XIX, coincidiendo con una
época de crisis para la población, queda sin culto
y comienza un inexorable proceso de ruina. A comienzos de este siglo
ha sido perfectamente restaurada y se emplea como Centro de Interpretación
del Parque Arqueológico de Medellín.
Centro de Interpretación del Parque
Arqueológico de Medellín en el interior de la iglesia de Santiago
El interior de la iglesia de Santiago
ha sido convertido en el elegante y acogedor Centro de Interpretación
que se ocupa de enseñar a los turistas la historia de la
ciudad mediante paneles explicativos.
Éstos abarcan desde la Prehistoria
y la Prehistoria hasta la actualidad, pasando por las etapas más
interesantes: la romana y la medieval.
Además, la mayor parte de la nave
exhibe numerosas columnas y capiteles jónicos recubiertos
con estucos y procedente del vecino teatro, así como réplicas
de magníficas estatuas cuyos originales se encuentran actualmente
en el Museo Arqueológico de Badajoz.
La visita a este centro de interpretación
también nos ofrece la oportunidad de comprobar el abovedamiento
tardorrománico de esta iglesia. Se trata de una enorme bóveda
de cuarto de esfera reforzada con finos nervios que confluyen en
la clave.
Estos nervios apoyan en ménsulas,
no en columnas, como es habitual. Las citadas ménsulas tienen
relieves esbozados de temática vegetal.
Iglesia
de San Martín
La iglesia de San Martín
es otro de los monumentos medievales relevantes de Medellín,
declarada Monumento Histórico Artístico en 1990.
Como la anterior, es obra
del siglo XIII de tiempos poco posteriores a la reconquista, como
se aprecia en su ábside semicircular de sillería de
tradición románica.
En el muro meridional hay
una gran portada gótica similar a otras extremeñas,
como en Cáceres y Plasencia, fechable entre los siglos XIV
y XV.
Pero la iglesia de San Martín,
además del valor histórico intrínseco que tiene
al ser uno de los edificios medievales cristiano más antiguos
de Badajoz, es motivo de interés para infinidad de turistas
que visitan Medellín por conservar la pila bautismal en que
fue bautizado en conquistador de México Hernán Cortés
en 1494.
Más
información del Románico
en Badajoz
Iglesia
de Santa Cecilia
La iglesia de Santa Cecilia es la única
que ejerce como templo parroquial de la localidad, situándose
junto a la Plaza de Hernán Cortés, en el corazón
de Medellín.
Es un edificio compacto y de tamaño
monumental de estilo gótico con influencias plenamente clasicistas
como se aprecia, por ejemplo, en la puerta de ingreso. Se inició
a inicios del siglo XVI pero debió ser terminada en siguientes
fases constructivas.
El Puente de los Austrias
Buena parte de culpa en la trascendencia que la villa
de Medellín ha tenido para las diferentes civilizaciones
que a lo largo de la historia se han asentado en el territorio se
debe a la existencia de un puente capaz de salvar el caudaloso cauce
del río Guadiana, y es que, hasta fechas muy recientes, el
de Medellín era el único existente aguas abajo hasta
Mérida.
Existiría desde época romana un primitivo
puente reaprovechado posteriormente por visigodos, musulmanes y
cristianos hasta que, durante una riada documentada en el año
1525, quedó prácticamente inhábil. En 1575
se reedificaría, pero una nueva riada un 20 de diciembre
del año 1603 lo destruiría de nuevo.
El puente llamado de los Austrias, en su estado actual,
es fruto de la reconstrucción acometida en 1630 siguiendo
planos del arquitecto Pedro Sánchez de Estrada.
Levantado en sillares de cantería perfectamente
trabajados, cuenta nada menos que con 20 ojos de entre 10 y 12 metros
de luz que sirven para, en algo más de 400 metros, salvar
el curso del río Guadiana, en cuyas orillas y muy cerca de
éste, son aún visibles los vestigios de los puentes
anteriores devastados.
La anchura del vial de paso es de aproximadamente 5
metros, erigiéndose aproximadamente hacia la mitad de su
trazado un pequeño templete en el que además del escudo
de los Austrias y la inscripción alusiva a su erección
en tiempos del rey Felipe IV, se habilitan tres hornacinas que acogen
las efigies de San José, San Antonio y San Francisco.
Ya entrado el siglo XXI fue inaugurado un nuevo y vanguardista
puente que libera al histórico Puente de los Austrias del
tráfico de vehículos pesados sobre él.
Autores del texto del artículo:
José Manuel Tomé y David de la Garma