Desde el punto de vista histórico, todo
el territorio estuvo ocupado por los pueblos indoeuropeos llamados
lusitanos, de posible origen celta, que resistieron fieramente
contra la ocupación de los romanos, donde se yergue de
manera protagonista la figura de su gran caudillo: Viriato.
Tras la definitiva victoria romana, Toda la
región donde se ubica Guarda fue romanizada como el resto
de la Península Ibérica.
Tras las oleadas de pueblos germánicos
que terminaron por desintegrar el Imperio Romano de Occidente,
todo este territorio pasó a depender de la monarquía
hispanovisigoda de Toledo.
Tras la invasión de árabes y
bereberes en el año 711 fue incorporado al Emirato y luego
Califato de Córdoba. Con la expansión hacia el sur
del Reino de Asturias acometido por Alfonso III el Magno, y sus
sucesores ya con sede en León, esta zona cayó en
la órbita cristiana durante el siglo X. No obstante habrá
que esperar hasta el siglo XII para que la zona quede asentada
y repoblada.
El monarca portugués Sancho I otorga
en 1199 la carta foral y poco después la sede episcopal
cristiana de Idanha, la antigua ciudad romana Egitania, se trasladó
a Guarda pues era una plaza mucho más fuerte y fácil
de defender.
En 1384, durante la guerra dinástica
entre Juan I de Castilla y Portugal, un ejército castellano
logró tomar gran parte de la ciudad aunque no consiguió
vencer la defensa de su alcazaba.
Catedral (Sé da Guarda)
La catedral de Guarda se ubica en la
Plaza Mayor o Plaza Bella (Plaza de Luís de Camões)
que es el centro del conjunto monumental de Guarda donde además
existen numerosos palacios.
Considerada uno de los monumentos más
bellos de su tipo en Portugal, la catedral de Guarda es, lógicamente,
el atractivo principal de la visita a esta ciudad.
Breves apuntes históricos
Con el traslado de la sede episcopal de Egitania
a Guarda a comienzos del siglo XIII se construyó un edificio
románico del que sólo quedan restos. Años
más tarde se volvió a acometer un nuevo edificio,
entre los siglos XIII y XIV que se erigió extramuros, en
el lugar ocupado actualmente por la iglesia de la Misericordia,
pero hubo de ser destruida porque se modificó la muralla
haciéndola pasar muy cerca de este edificio, por lo que
desde las sobrecubiertas del templo, los asaltantes enemigos podían
escalarla.
Habrá que esperar al reinado de Juan
I, año de 1390 para que se inicie un nuevo edificio que
es el que ha llegado hasta nuestros días. Fue finalizado
en el siglo XVI.
A finales del siglo XIX, en 1898 el arquitecto
Rosendo Carvalheira restauró la catedral convirtiéndola
en un edificio de arquitectura compacta y perfecta, sin estancias
parásitas ni otros obstáculos visuales que impidiesen
la contemplación de conjunto.
Desde el punto de vista arquitectónico,
podemos decir que se trata de un edificio tardogótico con
algunas estructuras (como una puerta, los ventanales, algunas
columnas, etc.) ya manuelinas por influencia del monasterio de
Batalha. Posee tres naves, más ancha y alta la central,
transepto y cabecera de tres ábsides poligonales. El edificio
se construyó con sillares de granito muy regulares.
Exterior
Las dos torres de campanas que flanquean el
imafronte (fachada armónica) son poligonales, recias y
monumentales, lo que confieren a la catedral un aire de templo
fortaleza.
En medio de ellas hay una puerta manuelina
a base de arcos mixtilíneos flanqueados por grupos de columnas
torsas.
En el muro septentrional, y más antigua
que la anterior, se abrió una portada gótica flamígera
de aquivoltas apuntadas y remate conopial, con columnas como apoyos.
Son armoniosos los arbotantes construidos para
contrarrestar los empujes de las bóvedas de crucería
de la nave central. Entre ellos se abrieron ventanales manuelinos.
Interior
Existe un desnivel en el terreno desde la portada
manuelina (oeste) hasta la cabecera, lo que hace que el espacio
de los tramos de las naves no sea regular.
El alzado del templo es de dos niveles, el
de los arcos formeros, y un piso de claristorio sobre el que se
voltearon las bóvedas de crucería cutripartita con
gruesos nervios baquetonados a excepción de las del crucero
que son más complejas. También son distintas las
bóvedas de los tres ábsides poligonales.
Los pilares son góticos fasciculados
convencionales menos los dos primeros que son manuelinos con columnas
torsas.
En el interior del ábside principal
encontramos un excepcional retablo escultórico manierista
del siglos CVI, obra de João de Ruão, compuesto
por unas cien estatuas repartidas en cuatro registros donde se
muestra a profetas y apóstoles, además de pasajes
de los ciclos de la Natividad y Pasión de Cristo.
La subida a las sobrecubiertas
La catedral de Guarda permite, a través de
una escalera de caracol que queda embebida en un husillo entre
la nave lateral sur y el brazo meridional del transepto, alcanzar
lo alto de las sobrecubiertas del templo.
El interés de la subida a este espacio es
poder tener unas precisas vistas de las gárgolas y del
conjunto de arbotantes que se alzaron para servir de contrarrestos
a los empujes oblicuos de las bóvedas de crucería
recogidos por los arcos cruceros.
También es un lugar privilegiado para otear
todo el conjunto urbano de Guarda y sus alrededores, incluyendo
la torre del homenaje de su antiguo castillo.
Otros lugares de Guarda a visitar
Castillo
Lo que resta del castillo de Guarda lo hallaremos
en el cerro más alto de la localidad, precisamente donde
se alcanza su mayor altitud sobre el nivel del mar: 1056 metros.
Probablemente construido en el lugar que estuvo ocupado por un
castro lusitano y luego romano, el castillo de Guarda se construyó
entre los siglos XII y XIII. Lo que hoy queda de esta fortificación
es su solemne torre del homenaje que se inició en 1290,
durante el reinado de Dionisio I.
En su estado original contaba con dos estructuras:
la alcazaba cuyo bastión era la citada torre del homenaje
y la muralla que partiendo de dicha alcazaba anillaba y protegía
el caserío.
De esta muralla urbana se han conservado algunas puertas, como
la de Os Ferreiros, que trataremos en el apartado siguiente, la
Porta de Erva y la porta d'El Rei.
Volviendo a la torre del homenaje de la antigua
alcazaba, se trata de una construcción de perfecta sillería
granítica, de planta pentagonal, asentada sobre berrocales.
Todavía hoy conserva algunas aspilleras y ménsulas.
Torre dos Ferreiros
De la muralla medieval que rodeaba Guarda quedan
algunos lienzos y, sobre todo, la Torre dos Ferreiros que se conserva
bien y fue declarada Monumento Nacional. Se abre sobre una gran
torre de piedra y tiene arco apuntado. Su pasillo es en recodo
para aumentar la seguridad frente a posibles atacantes.
Museo de Guarda el Palacio episcopal y el Seminario
Episcopal
El actual Museo de Guarda es heredero del Museo
Comarcal de Guarda, que fue fundado en 1940. Fue en 1983 cuando
se elaboró un plan museológico y se proyectó
un nuevo museo, lo que supuso la remodelación del palacio
del Seminario Episcopal. Dos años después, en 1985
se abrió al público con el nombre de Museu da Guarda
La sede, el Seminario Episcopal y el contiguo:
el Palacio Episcopal, es una construcción de comienzos
del siglo XVII impulsada por el obispo Nuno de Noronha.
Su colección de obras abarca principalmente
los campos de la arqueología, escultura y pintura sacra.
También incluye objetos de armería, pintura, fotografía,
cerámica, etc.