Guía de la iglesia del Convento de San
Francisco de Betanzos, A Coruña
Introducción y algunos apuntes históricos
La
iglesia del que fuera convento de San Francisco (convento franciscano)
de Betanzos es una de las más bellas -si no las que más-
del gótico de Galicia.
Es monumento nacional desde una fecha tan temprana
como es 1919.
Se fundó a comienzos del siglo XIII,
siendo reedificado posteriormente por Fernán Pérez
de Andrade O Boo en 1387 para crear un centro de estudios humanísticos
y teológicos.
Este poderoso noble gallego intervino en la
política de la Corona de Castilla durante el convulso siglo
XIV y fue decisivo en la popularización del Camino Inglés
a Santiago que recibía peregrinos marineros de las Islas
Británicas en los puertos de A Coruña y Ferrol,
mediante la construcción de puentes y hospitales.
Durante siglos, el convento franciscano de
Betanzos albergó frailes pero en la desamortización
de Mendizábal de 1836 fueron expulsados y quedó
abandonado. Como consecuencia de ello, algunas nobles dependencias
conventuales se perdieron irreversiblemente a finales del siglo
XIX, como la sala capitular y el claustro.
En 1914, nuevos frailes ocuparon el templo
y lo que quedaba del convento en 1914, inaugurando una nueva residencia,
que resultaría quemada (junto con la iglesia) en 1936,
en el marco de la Guerra Civil Española. El convento sería
reinaugurado en 1955, y ocupado primero por religiosos (hasta
1992), y posteriormente por monjas.
Arquitectura
El templo de San Francisco de Betanzos pertenece
a la arquitectura gótica gallega típica de los conventos
de las órdenes mendicantes, con tradiciones románicas
en la decoración.
Uno de los aspectos más destacados de
la iglesia conventual de San Francisco de Betanzos, como veremos
a continuación, es la enorme colección escultórica
figurada que se extiende por puertas, canecillos, relieves en
los muros y contrafuertes, antefijas, capiteles interiores, ménsulas,
claves de bóvedas, intradoses de arcos, monumentos funerarios,
etc. Además, todo ello se combina con preciosos ventanales
rasgados, rosetones, decorativas cenefas de puntas de diamante,
escudos heráldicos, etc.
Interior
La iglesia tiene planta de cruz latina con
una nave que se cruza perpendicularmente con un saliente transepto.
El cuerpo no tiene bóvedas sino cubierta
de madera a dos aguas sobre arcos diafragma. En la intersección
(crucero) de la nave con el transepto se elevó un cimborrio.
Los ábsides se abovedan con crucería.
En general, los soportes del conjunto arquitectónico
de la iglesia conventual de San Francisco de Betanzos que cuenta
con numerosas columnas ofrece todo un amplísimo programa
iconográfico figurado de interés. Hay animales propios
del bestiario medieval como leones, aves, centauros, dragones
y arpías, además de escenas cinegéticas.
También hay cestas con temas religiosos cristianos
como el pesaje de las almas entre el arcángel San Miguel
y el diablo, la Anunciación. Hay también una buena
colección de ángeles y personajes humanos difíciles
de identificar, etc.
Por ejemplo, existe un grupo escultórico monumental
entre el rosetón del ábside central y la vidriera
inferior, donde vemos representado a un Cristo Varón de
Dolores que está rodeado de cuatro personajes antropomorfos
que cobijan en su seno los animales del Tetramorfos (menos el
correspondiente a San Mateo, lógicamente) y portan filacterías
que representan los cuatro Evangelios.
Por su parte, el coro se sitúa a los
pies del templo y las columnas que soportan sus arcos de sustentación
están repletas de escultura de temática religiosa
y simbólica.
Un aspecto verdaderamente importante de la
iglesia de San Francisco de Betanzos es el de su colección
de escultura funeraria.
Se conservan dieciséis sepulcros con
sus correspondientes túmulos de estatua yacente, con sus
epitafios y blasones de la alta nobleza local de los siglos XIV
al XIX como los Andrade, los Figueroa, los Becerra, los Bañobre,
los Parga, los Vilousaz, que construyeron capillas privadas para
los enterramientos de sus familias en el templo y beneficiarse
de las oraciones de los frailes franciscanos.
De todos ellos, el sarcófago más
importante es el sepulcro del propio Fernán Pérez
de Andrade o Boo en el fondo de la iglesia, cuya lauda tiene su
estatua yacente ataviado como caballero con espada, rodeado por
cuatro ángeles y los habituales perros en muestra de fidelidad.
Este gran monumento funerario está decorado
en sus caras mayores por sendos lances cinegéticos. Todo
el sarcófago se apoya sobre las emblemáticas figuras
de un oso y un jabalí.
Otros sepulcros interesantes repartidos entre
la nave y varias capillas como las de la Purísima, San
Juan Bautista, San Andrés, etc. son los de la señora
de la familia Pardo y Aguiar, Pedro Fernández de Parega
y su esposa Violante Núñez Pardo de Aguiar y Montenegro,
Fernán Reymóndez de Figueroa, Juan Núñez
Pardo de Cela "O Vello", Juan Freire de Andrade, Jacome
Mouro Raimóndez, Pedro Martiz Reimóndez, etc.
Exterior
La cabecera de la iglesia de San Francisco
de Betanzos tiene un ábside pero le acompañan
otras dos capillas rectangulares abiertas en los muros orientales
del citado transepto. También se anexionaron capillas más
tardíamente a ambos lados del transepto y de la nave que,
como acabamos de ver, cumplían funciones funerarias.
El ábside tiene forma heptagonal y está
reforzado con contrafuertes exteriores en las esquinas. Los ventanales
son muy alargados y de perfil apuntado. En el paño central,
el correspondiente ventanal se hace más corto porque, por
encima, la luz entra por un bonito rosetón.
Hay que fijarse con atención en la cornisa
que se apoya en una magnífica colección de canecillos
figurados cuya iconografía recuerda a la habitual del románico.
También hay relieves de escudos nobliarios, y animales
(leones y jabalíes).
La puerta principal se encuentra en el imafronte
y aunque de no grandes dimensiones es muy elegante. Tiene tres
arquivoltas, una de ellas con moldura lobulada sobre el fino baquetón.
La chambrana es de puntas de diamante. Lo mejor es el tímpano
con una representación de la Epifanía y la recepción
por parte de San Francisco de los estigmas en el monte Alverna.
Sus seis columnas tienen la particularidad
de llevar esculturas tanto en los capiteles como en las basas.
Los temas elegidos son mayoritariamente zoomorfos (dragones, aves,
rapaces, leones) junto a green men y lobos que parecen morder
a un hombre.
También hay motivos religiosos como
dos Agnus Dei y una Anunciación. Sobresale, por su tamaño,
un capitel con un gran rostro barbado que se dice pertenece al
fundador, el poderoso Fernán Pérez de Andrade "O
Boo".
La puerta meridional es de gran sencillez.
Se estructura mediante arquivoltas apuntadas, una de ellas con
moldura en zigzag, dos parejas de columnas y en las jambas exteriores
dos estatuas de San Gabriel y la Virgen para componer el pasaje
de la Anunciación.