El pasado sábado 15 de febrero
tuvo lugar el segundo de los viajes guiados de ARTEGUIAS programados
para el año 2014, teniendo como destino, en esta ocasión,
el románico de la ciudad de Ávila.

Así, tal y como estaba previsto, partimos
de la madrileña plaza de Cristo Rey rumbo autovía
A-6 a la hora prevista, aprovechando el corto trayecto existente
hasta la capital abulense para contextualizar histórica
y artísticamente los monumentos a visitar.

Pese a la nieve que descargó durante parte
del trayecto, al filo de las 10:00 horas y dentro del horario
previsto llegamos a nuestro destino, dejándonos el autobús
junto al Centro de Recepción de Visitantes, en cuyos alrededores,
aprovechamos para tomar café.


El primero de los monumentos que visitamos fue la
Basílica de San Vicente, sin duda, uno de los platos fuertes
de la jornada. Comenzamos por el exterior de su imponente cabecera
para, tras analizar sus portadas sur y oeste, acceder a su interior,
donde casi todas las miradas se centraron en el cenotafio de los
santos mártires Vicente, Sabina y Cristeta; uno de los
monumentos funerarios románicos más relevantes del
románico español.

A continuación, descendimos hacia la iglesia
de San Andrés, situada en uno de los arrabales al norte
de la ciudad y que, pese a ser una de las construcciones románicas
más interesantes de la ciudad, su visita resulta bastante
difícil.

Gracias a las gestiones de Juan Carlos García,
guía oficial de Álava, tuvimos la fortuna de acceder
a su interior, pudiendo admirar los capiteles que adornan su bonita
cabecera.

Desde San Andrés, siempre por la zona de extramuros
y con una climatología mucho más benévola
que durante las primeras horas de la mañana, nos desplazamos
hacia la iglesia de San Pedro, situada frente a una de las puertas
de la muralla presidiendo la popularmente conocida plaza del Mercado
Grande.

En San Pedro, pese a estar siendo sometida a obras
de restauración por la zona de su cabecera, pudimos acceder
a comentar el interior, de dimensiones auténticamente catedralicias.

Muy cerca de San Pedro aprovechamos también
para visitar la iglesia de Santo Tomé el Viejo, otro de
los templos románicos de la capital abulense y que, en
la actualidad, acoge un coqueto almacén visitable del Museo
de Ávila.

Para concluir la jornada de mañana, nos dirigimos
a la muralla para comentar varias de sus puertas y, ya intramuros,
nos acercamos a ver el Episcopio, único vestigio románico
civil de la capital abulense.

Tras una agradable comida en un céntrico restaurante,
dedicamos la tarde a visitar la catedral, comenzando por la interesante
iconografía de su fachada norte.


Ya en el interior, iniciamos la visita por la zona
de la girola, donde tuvimos la oportunidad de explicar in situ
sus particularidades arquitectónicas al ser concebida para
quedar adosada a la muralla; así como varios de los capiteles
figurados que adornan su interior.

Tras asomarnos al altar mayor y explicar su retablo,
accedimos al Museo Catedralicio, donde se expone una relevante
colección de objetos de arte sacro de la cual, nosotros
centramos nuestro interés en las medievales.

Para finalizar, tras un rato de tiempo libre para
tomar café o realizar las oportunas compras por la zona
más comercial de Ávila, nos citamos de nuevo en
el Centro de Recepción de Visitantes para coger el autobús
y regresar a Madrid.