Tras unos meses de parón obligatorio debido
a la crisis sanitaria que nos ha azotado a todos, el pasado fin
de semana del 17 al 19 de julio "recuperamos la normalidad"
celebrando el Viaje Guiado ARTEGUIAS titulado "El Camino
de la Costa a Santiago en el País Vasco", un itinerario
que nos llevó a conocer alguno de los enclaves de mayor
relevancia histórica y artística de las provincias
de Bizkaia y Gipuzkoa.

Como estaba previsto, para la salida nos reunimos
en la Plaza de Castilla y, tras los deseados encuentros tras meses
sin vernos, emprendimos nuestra ruta en dirección norte,
realizando la consabida parada técnica a mitad de camino
antes de adentrarnos en tierras vascas.
Nuestra primera etapa tuvo como escenario la villa
de Oñati, enclavada en la zona más escarpada del
Alto Deba y que presume de ser una de las poblaciones más
monumentales del País Vasco.

Tras la comida en uno de sus restaurantes, nos citamos
con nuestra guía local Edurne, en cuya compañía
realizamos un detallado recorrido por las calles de la villa,
descubriendo cada uno de sus rincones, palacios, plazas y casas
solariegas.
Los platos fuertes de la visita a Oñati fueron
la monumental Universidad Sancti Spiritus y la iglesia gótica
de San Miguel Arcángel, cuyo claustro atravesado por un
río, algo único en España, no dejó
indiferente a ninguno de nuestros acompañantes.

Desde Oñati continuamos nuestra ruta dirigiéndonos
al centro geográfico del País Vasco para visitar
la Iglesia de Andra Mari de Galdakao, una de las iglesias de mayor
antigüedad de Bizkaia y que tuvimos ocasión de conocer
al detalle gracias a las magníficas explicaciones de Xabier,
uno de los mayores conocedores de esta iglesia.

Desde Galdakao regresamos a nuestro hotel situado
en Durango, donde tras la asignación de habitaciones y
la cena, nos retiramos a descansar.
La mañana del sábado la centramos en
el litoral de Gipuzkoa, aproximándonos en primer lugar
a la bonita población de Deba, cuya iglesia de Santa María
sorprende al visitante con la que, con permiso de la alavesa de
Laguardia, conserva la mejor portada del gótico vasco,
cuya iconografía comentamos al detalle.

Tras la visita por el resto del templo y su coqueto
claustro, dispusimos de unos minutos de libre disposición
por el cuidado casco urbano de la población antes de regresar
al autobús y retomar nuestra ruta por el espectacular litoral
vasco, dirigiéndonos a continuación tras atravesar
Zarautz y Zumaia a la turística Getaria, patria chica de
Juan Sebastián Elcano.
En Getaria recorrimos su animada calle mayor hasta
desembocar en su iglesia gótica del Salvador, un templo
que no dejó indiferente a nadie por su peculiar espacio
interno, marcado por una pronunciada pendiente entre los pies
y la cabecera, debido todo ello a la orografía del terreno.

Tras visitar la iglesia, no podíamos dejar
pasar la ocasión de asomarnos a uno de sus preciosos miradores,
desde los cuales, además de su fotogénico puerto,
se pueden apreciar amplísimas panorámicas de todo
el litoral.

Tras la comida en otra de las localidades emblemáticas
de la costa guipuzcoana como es Orio, llegamos a la maravillosa
San Sebastián, cuyas calles y monumentos nos ocuparon el
resto de la jornada.

Iniciamos nuestro itinerario donostiarra visitando
el antiguo convento de San Telmo, el cual alberga hoy en día
la mejor colección de bellas artes del País Vasco,
todo ello en un marco incomparable con su iglesia adornada con
lienzos de Josep Maria Sert, o su claustro.

Desde San Telmo nos acercamos a la basílica
de Santa María del Coro, la más popular y de mayor
devoción entre los donostiarras y que cuenta con un pequeño
museo de arte sacro.
Tras recorrer las calles del Casco Viejo y la Plaza
Constitución, rematamos el trinomio monumental de San Sebastián
visitando la iglesia de San Vicente, la más antigua de
las conservadas en la ciudad.

Desde San Vicente salimos a la zona del puerto donde
dispusimos de tiempo libre que la mayoría de amigos aprovecharon
para pasear por la emblemática Playa de la Concha que lucía
especialmente luminosa con el soleado día que disfrutamos,
o para tomar un "pintxo" en alguna de las afamadas tabernas
del casco viejo.
Desde San Sebastián y en poco menos de una
hora, regresamos de nuevo al hotel para descansar de cara a la
tercera y última jornada del fin de semana.
Como fue tónica habitual durante todo nuestro
viaje, el domingo amaneció totalmente soleado, de manera
que, con total puntualidad, iniciamos nuestra ruta que tendría
como protagonista el territorio de Bizkaia, dirigiéndonos
en primer lugar a Balmaseda.

Situada en plena comarca de las Encartaciones, Balmaseda
además de ser la población más antigua de
Bizkaia, cuenta con un interesante legado monumental, con su joya
gótica que es la iglesia de San Severino, y su puente medieval
conocido popularmente como "Puente Viejo" o "de
la Muza"

Desde Balmaseda nos aproximamos a la zona del "Gran
Bilbao" no sin antes asomarnos de nuevo al litoral para visitar
uno de los verdaderos iconos turísticos del País
Vasco, que no es otro que la ermita de San Juan de Gaztelugatxe,
situada entre Bermeo y Bakio.
Para visitar el islote donde se asienta San Juan
de Gaztelugatxe se requiere una preparación física
notable además de prácticamente una mañana
completa, por lo que nosotros lo que optamos fue por elegir alguno
de sus mejores miradores para disfrutarla y no dar tregua desde
ellos a nuestras cámaras fotográficas.

Desde allí, regresamos a Bilbao para comer
e iniciar, como más que digno colofón a nuestra
ruta, un recorrido por el casco viejo visitando en primer lugar
su catedral y a continuación la iglesia de San Antón.
La catedral de Bilbao, antigua parroquia de Santiago,
es sin duda una de las catedrales menos conocidas de España,
y no será por falta de méritos ya que, más
allá de su fachada historicista, cuenta con un interior
de lo más armónico, un precioso claustro así
como una portada más que digna.

Por último, nos acercamos a la zona de la
ría para admirar el bonomio monumental que conforman la
iglesia y el puente de San Antón, monumentos emblemáticos
que aparecen incluso en el escudo de armas de la ciudad.
Desde allí, regresamos pasando frente al Teatro
Arriaga al autobús, aparcado junto a la estación
de Abando para iniciar nuestro viaje de regreso a Madrid.
Muchas gracias a todos por vuestra compañía.