De las nueve capitales provinciales
castellanoleonesas, tan solo Valladolid nos quedaba por visitar
en nuestros viajes guiados de ARTEGUIAS, por lo que el pasado
sábado 11 de julio planteamos un itinerario con el fin
de conocer los monumentos más relevantes de la capital
castellana, así como dos interesantes lugares de su entorno
como son el monasterio de Santa María de Valbuena y la
preciosa localidad de Trigueros del Valle.

Pese a no alcanzar la densidad monumental de otras
capitales castellanas como Segovia, Soria, Ávila, Salamanca
o Zamora en parte debido al bastante reciente proceso de crecimiento,
industrialización y modernización; Valladolid conserva
un buen ramillete de lugares dignos de ser visitados, algunos
de ellos como el Patio del Colegio de San Gregorio, obras cumbres
dentro de su estilo.

Así pues, aprovechando el frescor de las primeras
horas del día, la expedición partió puntual
de la glorieta de Cristo Rey para llegar a la capital vallisoletana,
donde nos esperaba María Martín, guía oficial
de la ciudad y que nos acompañaría durante toda
la jornada.
La primera visita tuvo como escenario la Catedral
de Valladolid, construcción de estilo herreriano heredero
de varios proyectos anteriores que tuvimos la oportunidad de desgranar
en detalle.
Desde la propia catedral accedimos a su Museo Diocesano
y Catedralicio, el cual está instalado aprovechando varias
capillas preexistentes conservadas de la primitiva colegiata medieval
y que alberga una interesante colección de piezas escultóricas
de relevancia, destacando sus sepulcros pétreos y de imaginería
en madera.

A continuación tuvimos la fortuna de poder
acceder al primitivo recinto en el que se asentaba la antigua
colegiata de Santa María la Mayor, convertido hoy en jardín
privado, donde pudimos de nuevo detallar las nada menos que cinco
fases de las que fue objeto el conjunto hasta su actual estado,
pudiendo también admirar en detalle los restos románicos
allí conservados.

Tras ello, un breve paseo nos condujo a la plaza
de Portugalete, donde se asienta, airosa y fotogénica,
la iglesia de Santa María de la Antigua, uno de los iconos
de la ciudad y cuya torre románica y galería porticada
norte tuvimos la ocasión de comentar.

A través de las estrechas calles del centro
histórico de la ciudad y pasando frente a la también
románica y muchas veces ignorada torre de San Martín,
desembocamos frente a uno de los platos fuertes del día,
que no era otro que el Colegio de San Gregorio.

Frente a su fachada primero y ya dentro del esplendor
gótico isabelino de los dos pisos de su patio interior
después, fuimos analizando las características de
este peculiar estilo del gótico final, y es que, como decíamos,
el patio del Colegio de San Gregorio es una de las obras cumbre
de este estilo dentro de los contextos artísticos peninsulares.

A la salida del Colegio de San Gregorio, no dejamos
pasar la oportunidad de explicar también la suntuosa fachada
de la iglesia conventual de San Pablo, situada a escasos metros,
todo ello antes de dirigirnos a la próxima plaza de Santa
Brígida para comer y reponer fuerzas.

Ya en la jornada de tarde, salimos de Valladolid
capital en dirección este para, a través de una
carretera que recorría alguno de los viñedos más
famosos de la renombrada denominación de origen vitivinícola
"Ribera del Duero", llegar al monasterio cisterciense
de Santa María de Valbuena, que en la actualidad acoge
tanto la sede de la Fundación "Las Edades del Hombre"
como un lujoso establecimiento hotelero.

Con la compañía de su guía Julio
César, recorrimos las diferentes estancias monacales, comenzando
por su monumental iglesia y continuando por sus dependencias claustrales
como la capilla de San Pablo con su singular decoración
pictórica, la sala de monjes, el refectorio o la cocina.

Desde Valbuena salimos en dirección noroeste
para, atravesando una hermosa zona de páramos, llegar a
nuestro último destino temático del día,
que no era otro que la villa de Trigueros del Valle.
Iniciamos la visita a Trigueros por su castillo bajomedieval,
magnífico ejemplo de fortaleza de carácter señorial
castellana en la que tuvimos la ocasión de recorrer sus
murallas y sus adarves antes de dirigirnos al centro de la localidad
al encuentro de su iglesia parroquial.

Restaurada hace pocos años, la iglesia de
San Miguel de Trigueros del Valle es una de las construcciones
del románico rural más completas y mejor conservadas
de la provincia de Valladolid.

En ella, frente a su sólido ábside
semicircular comentamos las particularidades iconográficas
de capiteles y canecillos para, a continuación, tras admirar
su gran portada, acceder a su interior y comprobar como, pese
a su carácter eminentemente rural, se trata de un templo
abovedado tanto en nave como en cabecera, síntoma inequívoco
de su importancia en época medieval.
Desde Trigueros del Valle y tras una oportuna parada
técnica durante el trayecto, regresamos a Madrid para despedirnos,
desearnos buen verano y citarnos para próximas visitas.
Muchas gracias a todos por vuestra asistencia y feliz
verano.