Durante el fin de semana del sábado 8 y domingo
9 de septiembre se celebró la quinta edición (ampliada)
del Viaje Guiado ARTEGUIAS titulado "La Ruta de Fernán
González y el claustro de Silos", un recorrido que
nos condujo a las Tierra de Lara. Este territorio fue protagonista
del definitivo impulso del Condado de Castilla en el siglo X en
el que, además de un importante legado histórico,
ha llegado a nuestros días un patrimonio monumental de
primerísimo orden.
Tal y como estaba previsto, la expedición
partió de la Plaza de Castilla para, tras la parada técnica
de rigor a la altura de Aranda de Duero y las pertinentes explicaciones
histórico y artísticas de carácter introductorio
durante el viaje, llegar a nuestra primera visita del fin de semana,
que no era otra que el Monasterio de Santo Domingo de Silos.

Y es que si de algo se ponen de acuerdo todos los
especialistas e historiadores del arte es en la primordial relevancia
de este claustro burgalés a la hora reentender el románico
español, razón por la cual, incluso el día
antes, desde ARTEGUIAS impartimos un seminario monográfico
al respecto.

La visita al claustro de Silos nos llevó buena
parte de la mañana, durante la cual fuimos recorriendo
sus cuatro pandas deteniéndonos y explicando exhaustivamente
los capiteles más relevantes así como los interesantísimos
relieves de los machones angulares, muchos de los cuales por su
espectacularidad han acaparado un sinfín de portadas de
libros y tratados de románico.

Tras la visita al claustro y siempre dentro del cenobio
de Silos, aprovechamos para echar un vistazo a su singular botica
y, por supuesto, al museo anejo, en el cual se exponen piezas
de gran belleza que, en ocasiones y ante la magnificencia del
claustro, suelen pasar desapercibidas para muchos visitantes.
Desde Santo Domingo de Silos y a través de
una espectacular carretera que recorre parte del Desfiladero de
la Yecla, llegamos a la villa de Covarrubias para disfrutar de
una agradable comida en uno de sus mesones más señeros.

Ya por la tarde y con la Sierra de la Demanda como
incomparable telón de fondo, visitamos el exterior del
histórico Monasterio de San Pedro de Arlanza, el cual está
siendo sometido a obras de restauración.

Tras ello, nos acercamos a iglesia de la población
de Cascajares de la Sierra, sencilla construcción del románico
rural castellano que alberga en su interior una de las pilas bautismales
medievales más interesantes del románico burgalés.
Desde Cascajares, en dirección norte y tras
una parada técnica, visitamos la iglesia parroquial de
San Miguel Arcángel de Arlanzón, construcción
románica muy cercana al Camino de Santiago y que, pese
a conservarse en buen estado y presentar un estimable repertorio
escultórico, suele quedar al margen de las principales
rutas turísticas de la provincia de Burgos.

Desde Arlanzón, en menos de media hora llegamos
a nuestro hotel en las proximidades de la ciudad de Burgos para,
tras el reparto de habitaciones, cenar y descansar de cara a la
jornada que nos esperaba al día siguiente.
El domingo iniciamos la ruta en dirección
sur al encuentro de nuevo del solar del conde castellano Fernán
González, comenzando las visitas por la villa de Covarrubias,
cuyas callejas cargadas de tipismo y jalonadas de viviendas solariegas
blasonadas fuimos recorriendo prestando atención al llamado
Torreón de Doña Urraca, la iglesia de Santo Tomás,
el Palacio de Fernán González y la Casa de Doña
Sancha.

En Covarrubias dedicamos buena parte de la visita
a la Colegiata de San Cosme y San Damián, eminente construcción
medieval que conserva en torno a su cuidado claustro un importante
museo parroquial con varias obras de interés, entre las
que destaca el retablo de la Epifanía.

Desde Covarrubias continuamos dirección levante
hasta llegar a la histórica localidad de Lara de los Infantes,
al pie de su ruinoso castillo que, como la población, languidece
al paso del tiempo sin que parezca haber interés institucional
en poner remedio a la inminente desaparición de una construcción
tan importante en el devenir histórico castellano.
En Lara, visitamos la iglesia de Nuestra Señora
de la Natividad, principal vestigio del esplendor que, durante
los siglos medievales, gozaría localidad.

Muy cerca de Lara de los Infantes no podíamos
dejar de visitar la hoy ermita visigótica de Quintanilla
de las Viñas, una de las escasas construcciones de este
estilo altomedieval conservadas en España.

Tras una comida en un mesón de Cuevas de San
Clemente, iniciamos la jornada de tarde visitando la encantadora
iglesia de Cubillo del César, una construcción románica
rural cuyo encanto reside precisamente en su sencillez arquitectónica
exterior y el lugar tan bucólico en el que se asienta.

Una vez en el interior, pudimos disfrutar de su cabecera
con algunos capiteles interesantes y su preciosa pila bautismal
románica.

Por último, ya iniciado el regreso a Madrid,
dedicamos buena parte de la tarde del domingo a visitar otra de
esas poblaciones icónicas de la provincia de Burgos como
es Lerma, por la cual tantas veces hemos pasado al emplazarse
junto a la autovía A-1 pero que no siempre hay tiempo para
entrar y recorrer con detenimiento.
Lerma además nos recibió en plena celebración
de sus fiestas patronales, lo cual no nos impidió recorrer
su entramado urbano ni disfrutar de las privilegiadas vistas del
valle del Arlanza que se aprecian desde la parte alta de la villa.

Antes de emprender el definitivo trayecto de regreso
a Madrid, disfrutamos de una agradable merienda en su Parador,
habilitado en el espectacular Palacio Ducal que preside la Villa.
Desde Lerma, en poco más de dos horas,
llegamos a Madrid, despidiéndonos hasta una próxima
ocasión. Muchas gracias a todos los asistentes por vuestra
compañía