Crónica e imágenes del Viaje Guiado:
Arte medieval en León, capital de un gra reino, 21 y 22/03/15
Coincidiendo con el inicio de la primavera, el fin
de semana del 21 y 22 de marzo tuvo lugar un nuevo Viaje Guiado
de ARTEGUIAS, el cual, bajo el título "Arte Medieval
en León, capital de un gran reino", nos llevó
a tierras leonesas con el fin de conocer varios de los monumentos
más señeros tanto de la propia ciudad como de sus
alrededores.
Salimos puntuales el sábado desde la madrileña
Glorieta de Cristo Rey para, tras las explicaciones introductorias
y una parada técnica a mitad de camino en Tordesillas,
llegar hasta nuestra primera visita del itinerario, que no era
otra que la villa de Sahagún, histórica población
terracampina al pie del Camino de Santiago y que ha sabido conservar
varios monumentos que delatan su importante pasado medieval.
En Sahagún nos esperaba Rita, guía
oficial de la localidad y que nos acompañaría durante
nuestro recorrido por la villa, el cual comenzamos en la recientemente
restaurada iglesia de San Lorenzo, cuya monumental torre románico-mudéjar
llamó la atención entre los asistentes.
Tras ella, en un agradable paseo, llegamos a la mucho
más conocida iglesia de San Tirso, cuyo ábside central,
iniciado en piedra y concluido en ladrillo, constituye el más
claro y antiguo ejemplo de cómo en el románico,
el ladrillo sustituye a la piedra en determinados territorios
donde el material pétreo escasea.
Por último, antes de comer en un restaurante
de la propia localidad, no podíamos marcharnos sin asomarnos
a las ruinas del antaño importantísimo Monasterio
de San Benito y su antigua capilla llamada de San Mancio.
Tras la comida, en apenas tres cuartos de hora el
autobús nos trasladó a León capital, donde
fuimos recibidos por Evi Miguélez, guía oficial
y gran conocedora de la ciudad que nos acompañó
durante la tarde sabatina y parte de la mañana dominical.
Iniciamos la visita a la ciudad por uno de los platos
fuertes del fin de semana, que no era otro que la basílica
de San Isidoro y su museo anexo, cuyas estancias recorrimos prestando
especial atención a su soberbio Panteón Real (definido
por muchos como "la Capilla Sixtina del románico"),
a la magnífica colección de obras de orfebrería
medieval en él depositado y, por supuesto, el tan últimamente
mediático cáliz de Doña Urraca, considerado
por algunos el Santo Grial. A continuación, no podíamos
marcharnos sin detenernos en las dos interesantísimas portadas
románicas de la basílica y, por supuesto, en su
suntuoso espacio interior.
Desde San Isidoro nos dirigimos hacia la parte sur
de la ciudad, atravesando varios de sus monumentos como la Casa
de Botines, la iglesia de San Marcelo o el Palacio de los Guzmanes
para desembocar en la pintoresca Plaza del Grano, en la cual,
se asienta la iglesia de Santa María del Mercado o del
Camino, templo muy reformado pero que conserva varios elementos
relevantes de su primitiva obra románica plena. Desde ahí,
el autobús nos recogió para dejarnos en el hotel
para cenar y recuperar fuerzas.
La mañana del domingo amaneció con
un sol radiante, de manera que, con el fin de aprovechar al máximo
el tiempo, salimos temprano del hotel para dirigirnos a la gran
catedral gótica de León, cuya cabecera y portadas
explicamos con detenimiento antes de, a modo de paréntesis,
asomarnos a los restos contiguos de la llamada Torre de Doña
Berenguela, único resto románico civil conservado
en León.
Ya en el interior de la catedral, la guía
nos explicó detalladamente la fantástica colección
de vidrieras que hacen de la seo leonesa un monumento prácticamente
único en España, continuando después la visita
por el crucero, cabecera y girola.
Tras la visita a la catedral, nos adentramos en el
museo catedralicio, centrándonos principalmente en las
salas dedicadas a piezas medievales procedentes tanto de la antigua
catedral románica, como de diferentes pueblos de la diócesis.
Acto seguido, tras un breve descanso para recuperar
fuerzas, nos dirigimos al autobús para abandonar la ciudad
de León y poner rumbo a otro de los monumentos más
esperados del viaje, que no era otro que el antiguo monasterio
de San Miguel de Escalada, joya mozárabe situada en un
entorno de lo más bello y cuya fotogenia resaltaba aún
más debido al soleado día que gozamos.
Por último, tras comer en un restaurante de
la cercana localidad de Mansilla de las Mulas, como digno colofón
al fin de semana, visitamos el monasterio cisterciense femenino
de Santa María de Gradefes, donde contamos con la privilegiada
compañía en forma de guía de su madre abadesa
Sor Visitación, quién nos acompañó
a través de las diferentes estancias monacales explicándonos
tanto las particularidades del edificio como diversos detalles
y anécdotas sobre la vida monacal.
Por último, tras aprovisionarnos de las deliciosas
pastas realizadas por las propias religiosas, accedimos a la soberbia
iglesia del monasterio, cuyo exterior, pese a tratarse de un monasterio
de clausura, tuvimos la fortuna de contemplar gracias a la gentileza
de la madre abadesa.
Desde Gradefes, iniciamos el camino de regreso para,
tras una parada técnica a mitad de camino, llegar a nuestro
destino en Madrid dentro del horario previsto. Muchas gracias
a todos por vuestra compañía y hasta una próxima
ocasión.