Crónica e imágenes del Viaje Guiado:
Grandes monasterios y castillos de Navarra, 24, 25 y 26/03/17
Durante el fin de semana entre el viernes 24 y domingo
26 de marzo tuvo lugar el primer viaje ARTEGUIAS de tres días
del año 2017; una ruta que, bajo el título "Grandes
castillos y monasterios de Navarra", nos llevó al
encuentro de algunos de los monumentos de mayor historia e interés
artístico de la Navarra Media.
Como estaba previsto, la expedición partió
de la madrileña Avenida de América bajo una sorprendente
nevada que no tardó en escampar a la altura de Guadalajara;
aprovechando como siempre el recorrido de ida para introducir
y contextualizar el recorrido y los principales atractivos que
nos esperaban para las tres jornadas.
Tras las dos paradas técnicas reglamentarias,
llegamos en primera instancia a San Martín de Unx para
comer en un céntrico restaurante de esta localidad que
visitaríamos más tarde; sin embargo, por exigencias
horarias, antes de adentrarnos en su casco urbano, nos desplazamos
para empezar la tarde en la cercana población de Ujué.
En el punto más alto de Ujué se yergue
dominante su iglesia-fortaleza, la cual recorrimos al detalle
empezando la explicación por su ya gótica portada
sur, continuando por el paseo de ronda que abraza su cabecera
triabsidal, y finalizando con la interesantísima portada
norte. Por último, gracias a la amabilidad de su párroco
Don José Luis, tuvimos la oportunidad de acceder al espacio
cabecero y al coro alto, donde se conservan restos de un interesante
programa pictórico.
De regreso al autobús, aprovechamos para realizar
la parada técnica en una acogedora agrotienda de la localidad,
donde además de tomar un refrigerio, la mayoría
de nuestros acompañantes no perdieron la ocasión
de adquirir una enorme variedad de repostería casera y
productos típicos de la tierra.
A continuación regresamos de nuevo a San Martín
de Unx, esta vez sí para realizar la visita a localidad
en compañía de su guía oficial Javier, con
quien iniciamos el recorrido en la iglesia gótica de Santa
María del Pópulo, situada en la parte baja del pueblo.
Desde Santa María y a través de sugestivas
callejas de sabor medieval llegamos a su interesantísima
iglesia de San Miguel, donde pudimos admirar su maravillosa portada
occidental y su no menos interesante pila bautismal románica.
Sin embargo, el elemento de San Martín que
mayor admiración causó entre los viajeros fue la
encantadora cripta situada a un nivel inferior y accesible a través
de una escalera de caracol: un espacio tan recogido como lleno
de encanto cuyas pequeñas dimensiones nos obligaron incluso
a descender en dos tandas.
Finalizada la visita, en apenas quince minutos llegamos
a nuestro hotel en Tafalla, donde tras el reparto de habitaciones
y un rato de libre disposición, nos citamos para la cena
antes de recogernos definitivamente a descansar.
Tal y como apuntaban las previsiones meteorológicas,
la mañana del sábado amaneció totalmente
cubierta y con una incesante lluvia que pareció no querer
perderse la interesante ruta preparada la jornada. Así,
en primer lugar nos desplazamos en dirección norte al encuentro
de uno de los monumentos de mayor historia del antiguo Reyno de
Navarra como es el Monasterio de San Salvador de Leyre.
En el monasterio y en compañía de su
guía oficial Eva recorrimos sus espacios de mayor interés,
comenzando con la cabecera, continuando con su personalísima
cripta y por supuesto su iglesia monacal. Sin embargo, la sorpresa
nos esperaba en el momento de salir al exterior para comentar
su famosa puerta occidental también llamada Porta Speciosa,
ya que lo que a la entrada del monasterio era una llovizna débil,
a la salida se convirtió en una copiosa nevada que tiñó
de blanco el monasterio, dando lugar a estampas casi de postal
y más propias de fechas navideñas que de esta recién
inaugurada primavera.
Tras la visita guiada por el monasterio, tuvimos
la ocasión también de escuchar parte de la misa
cantada gregoriana de los monjes, tras lo cual, previo paso por
la cafetería de la hospedería para recuperar fuerzas,
nos dirigimos al autobús para continuar la ruta.
Nuestro siguiente destino fue el cercano Castillo
de Javier, mundialmente reconocido gracias a la figura de San
Francisco Javier, pero sobre cuyo solar fue levantada muchos siglos
antes una de las fortalezas más antiguas y de papel más
preponderante en la historia medieval de Navarra.
La visita a Javier la iniciamos por su santuario
historicista inspirado en modelos románicos y góticos,
tras lo cual, accedimos al castillo propiamente dicho para recorrer
sus diferentes estancias musealizadas en base al hilo conductor
de la vida de San Francisco Javier.
Para culminar la mañana nos acercamos a Sangüesa,
ciudad a la que, tras la comida, dedicaríamos la totalidad
de la tarde.
El recorrido por Sangüesa en compañía
de la guía oficial Isabel comenzó por el que sin
duda es su monumento más icónico: la iglesia de
Santa María la Real, en la cual, tras visitar su interior,
nos detuvimos frente a su famosa portada principal para deleitarnos
con su cuantiosa e interesantísima decoración escultórica
obra en parte del famoso maestro Leodegario tal y como él
mismo dejó reflejado en una inscripción.
A continuación, proseguimos el recorrido por
Sangüesa visitando el Palacio Real, el Ayuntamiento, la iglesia
parroquial de Santiago, el Palacio Ongay Vallesantoro y, por último,
la portada principal de la parroquia del Salvador. Hay que resaltar
que, pese a que el frío y la incómoda lluvia no
nos quiso abandonar durante toda la tarde, en ningún momento
consiguió minar la moral y el interés de nuestros
acompañantes.
Finalizado el recorrido por Sangüesa, regresamos
al autobús para, en poco más de media hora a través
de una preciosa carretera serrana y encantadores paisajes nevados,
llegar a nuestro hotel de Tafalla para cenar, adaptar nuestros
relojes al cambio horario y descansar.
Para enorme satisfacción de todos los viajeros,
la mañana del domingo se presentó soleada y con
una temperatura más que llevadera, de manera que, tras
cargar las maletas en el autobús, desde Tafalla nos dirigimos
hacia la vecina ciudad de Olite para conocer su rico patrimonio
monumental, el cual recorrimos en compañía de la
guía local Raquel, gran conocedora del patrimonio histórico
y artístico olitense.
Comenzamos nuestro recorrido en la Plaza dedicada
a Carlos II el Noble, rey clave en la historia y en el desarrollo
de la ciudad. A continuación accedimos a su famoso castillo-palacio
convertido hoy en Parador Nacional, el cual recorrimos a través
de sus diferentes estancias, pasadizos, patios, caminos de ronda
y torres.
Tras un pequeño descanso para un refrigerio,
visitamos las dos iglesias medievales conservadas en la ciudad;
primero la de San Pedro caracterizada por la altísima aguja
que corona su torre, y a continuación la de Santa María,
la cual tuvimos la enorme fortuna de poder disfrutar de su fachada
principal sin andamios, recientísimamente retirados tras
una larga intervención de restauración.
Tras cargar pilas en un restaurante de la propia
ciudad de Olite, pusimos rumbo sur para visitar el último
de los monumentos programados para nuestro fecundo fin de semana:
el Monasterio Cisterciense de Santa María de la Oliva.
Allí, en la misma puerta, nos citamos con
Don Daniel, monje del propio cenobio, autor de varios libros sobre
él y gran conocedor tanto de la historia de la orden cisterciense
como de cada rincón del Monasterio de la Oliva.
Así, con sus atinadísimas explicaciones
fuimos recorriendo las diferentes estancias monacales: la monumental
iglesia, su claustro, las cocinas y parte de las huertas, despidiéndonos
de él junto a la portería para iniciar ya nuestro
viaje de regreso, el cual, tras sus dos paradas reglamentarias,
nos llevó hasta Madrid dentro del horario previsto.
¡Muchísimas gracias a todos por vuestra
compañía y hasta una próxima ocasión!