Durante el fin de semana del 15 al 17 de octubre
tuvo lugar el esperadísimo Viaje Guiado ARTEGUIAS titulado
"Ruta de las Órdenes Militares en el Maestrazgo y
el Matarraña de Teruel", un itinerario que nos llevó
a descubrir dos de las comarcas históricas del Bajo Aragón
con más encanto tanto paisajístico como histórico-artístico.

Como estaba previsto, el viernes día 15 salimos
desde la Avenida de América para, tras las dos paradas
técnicas reglamentarias y a modo de aperitivo, visitar
la localidad de Montalbán, que si bien aún pertenece
a las Cuencas Mineras, fue una importante encomienda santiaguista.
En Montalbán recorrimos parte de su entramado
urbano y su antigua judería hasta desembocar en su iglesia
de Santiago, una monumental construcción gótico-mudéjar
que parece emerger de entre las casas como un enorme navío
varado.

Frente a ella, tras rodearla y comentar al detalle
sus portadas y la delicada decoración mudéjar, accedimos
a su no menos impresionante interior, donde además tuvimos
ocasión de ascender y recorrer sus tribunas y anditos.
Tras la comida en un restaurante del propio Montalbán,
continuamos nuestra ruta en dirección este para llegar
a la ciudad de Alcañiz, segunda en importancia de la provincia
de Teruel y núcleo en torno al que se estructuró
nuestro fin de semana.

En Alcañiz iniciamos la visita conociendo
el entramado de pasadizos situados en el subsuelo del casco urbano,
aparecidos y puestos en valor muy recientemente y en el que, entre
otros atractivos, pudimos descubrir el funcionamiento de una perfectamente
conservada nevera medieval.

Tras ello, iniciamos nuestro ascenso al cerro donde
se asienta su castillo de la Orden de Calatrava, donde entre otras
estancias, pudimos visitar su claustro gótico, su preciosa
iglesia románica y, muy especialmente, las magníficas
pinturas murales del siglo XIII-XIV que adornan su torre, las
cuales han constituido una inmejorable fuente de tipo histórico
para conocer parte de la historia de la Corona de Aragón.

De regreso al centro de la población, completamos
la visita a Alcañiz en su coqueta Plaza de España,
explicando al detalle los elementos que la componen: la Lonja,
el Ayuntamiento y la descomunal iglesia de Santa María,
obra ya barroca que conserva una primitiva torre campanario gótica.

Desde el centro de Alcañiz, regresamos al
autobús y nos dirigimos a nuestro hotel situado en la propia
ciudad para cenar y descansar de cara a la jornada siguiente.
El sábado día 16 estuvo íntegramente
dedicado a la comarca del Maestrazgo, para lo cual, salimos de
Alcañiz en dirección sur para, atravesando paisajes
de enorme belleza a través de algunos de los parajes más
remotos e incomunicados de España, dirigirnos a la imponente
Cantavieja, una población estratégicamente desplegada
en una colina a casi 1300 metros sobre el nivel del mar.

Tras una hora y medio de ruta que nos adentró
por las comarcas de El Maestrat y Els Ports de Castellón,
incluyendo la circunvalación de la monumental Morella,
llegamos a CAntavieja con ganas de tomar un café o un refrigerio.
A continuación, iniciamos nuestro recorrido urbano que
nos llevó a conocer su fotogénica plaza con el binomio
Lonja-Ayuntamiento (con su salón de plenos) y la iglesia
de la Asunción.

Ya en la parte más elevada de la villa, accedimos
a la iglesia de San Miguel para contemplar uno de los mejores
sepulcros del gótico aragonés, y acabar en la enorme
explanada donde se asentaba su castillo templario, del cual apenas
se conservan unos muros perimetrales y lienzos aislados de su
muralla.

Tras una edificante comida en un restaurante de Cantavieja,
iniciamos la ruta vespertina en dirección norte visitando
la población de Bordón, en cuyo centro se alza la
iglesia de la Virgen de la Carrasca, construcción de origen
medieval ligada a la orden templaria pero cuyo mayor atractivo
radica en la espectacular decoración pictórica mural
que cubre todo su espacio interno.

El resto de la jornada la ocupó íntegramente
la visita a la localidad de Castellote, en la cual visitamos su
iglesia gótica de San Miguel, tras lo cual, aquéllos
que se vieron con más fuerza emprendieron ascenso hasta
su encumbrado castillo templario.

Por su parte, el otro gupo que optó por menos
cuestas, realizó una ruta por la población, visitando
el lavadero gótico, el ayuntamiento, el torreón
templario y la iglesia de la Virgen del Agua.

Desde Castellote, regresamos al hotel siempre a través
de las estrechas y curvilíneas carreteras turolenses.

De cara a la jornada de domingo nos esperaba uno
de los platos fuertes del fin de semana, que no era otro que la
espectacular población de Valderrobres, portada de tantísimos
libros e incluido en la selecta red de "Pueblos más
bonitos de España".

En Valderrobres iniciamos visita recorriendo su paseo
fluvial junto al río Matarraña siempre con espectaculares
vistas hacia el puente medieval y su apiñado y fotogénico
caserío.

Ascendiendo por sus callejas cargadas de tipismo
llegamos a su iglesia arciprestal, una preciosa construcción
gótica de tipo Mediterráneo desde la que, comunicada
por una estrecha escalera de caracol, se accede a su fortaleza
señorial, auténtico símbolo de la localidad
y cuyas estancias fuimos recorriendo y comprobando el maravilloso
resultado de su reciente restauración.

Desde Valderrobres continuamos nuestra ruta hasta
el último de los puntos de interés del viaje: el
Santuario de la Virgen de la Fuente de Peñarroya de Tastavins,
hoy en día anejo a una hospedería en la que comimos
con vistas a su claustro y al rosetón gótico de
la iglesia.

Desde el propio restaurante de la hospedería
y a través de una escalera desembocamos en el claustro
y pudimos comentar al detalle el santuario prestando especial
atención a su portada gótica y a la preciosa cubierta
de madera que cierra su techumbre.

Ya desde Peñarroya y con las dos paradas técnicas
de rigor, emprendimos nuestro viaje de regreso a Madrid para llegar
a la hora prevista. Muchas gracias por vuestra compañía.