Durante el fin de semana
del 24 al 26 de agosto realizamos el viaje guiado ARTEGUIAS titulado
"Oviedo, Capital del Reino de Asturias y del prerrománico
europeo", una visita que nos llevó a conocer los principales
monumentos medievales de la capital ovetense y varios otros también
de gran interés en su entorno.
Desde la Glorieta de Cristo Rey de Madrid,
partió puntual el autobús para, tras las dos paradas
técnicas reglamentarias y una detallada introducción
durante el trayecto, llegar a Pola de Lena, donde estaba prevista
la comida del viernes.
Hacia las 16:00 de la tarde llegamos a
nuestro destino en Oviedo, donde nos recibió Fátima,
guía oficial del Principado de Asturias y que nos acompañó
durante toda la jornada del viernes y parte de la del sábado.
En la Plaza de Catedral y con un marco
incomparable, aprovechamos para hacer una introducción histórica
de la ciudad para, acto seguido, acceder al recinto catedralicio,
en el que la visita la iniciamos por su portada occidental.
Tras recorrer sus elegantes naves góticas
y comentar al detalle su retablo y la conocida efigie pétrea
del Salvador a la que suelen encomendarse los peregrinos que desde
Oviedo acometen el Camino del Norte o el Primitivo, accedimos a
la Cámara Santa para explicar tanto las esculturas de los
Apóstoles que la adornan, como el singular tesoro allí
custodiado, donde destaca la Cruz de la Victoria o la Caja de las
Ágatas.
A continuación accedimos al Museo
Catedralicio, donde el principal foco de atención se centró
en el Díptico de Gundisalvo. Para finalizar nuestro recorrido
por la seo ovetense, accedimos al claustro gótico y a la
cripta de Santa Leocadia.
A la salida de la catedral dispusimos
de unos minutos libres para recobrar fuerzas y hacer compras antes
de citarnos frente a la estatua de Alfonso II El Casto y proseguir
nuestro recorrido urbano, parándonos frente a la interesante
cabecera prerrománica de San Tirso.
Por último, tras visitar también
la colección castreña, romana y altomedieval del Museo
Arqueológico De Asturias, nos acercamos a través de
la conocida calle Gascona, conocida como "el bulevar de la
sidra" hasta la fuente prerrománica de la Foncalada.
Desde allí, el autobús nos recogió para llegar
al hotel para cenar y descansar.
La mañana del sábado estuvo
centrada en los tres principales monumentos prerrománicos
de la ciudad de Oviedo, comenzando por la iglesia de San Julián
de los Prados o Santullano, donde sus pinturas murales del interior,
dieron mucho que hablar y causaron sensación entre nuestros
acompañantes.
Tras ello y con el autobús, nos
acercamos a pies del famoso Monte Naranco, en el que tras visitar
su Centro de Interpretación del Prerrománico, llegamos
frente a la conocida como Iglesia de Santa María del Naranco,
auténtico icono del prerrománico astur.
Construida probablemente como un palacio
de recreo para el rey Ramiro I, reune aspectos tan destacables como
armonía de volúmenes, sentido de la verticalidad,
abovedamiento completo, empleo sistemático de columnas, decoración
con relieves figurados, etc.
Pocos metros ladera arriba del propio
Monte Naranco, no podíamos dejar de visitar la iglesia de
San Miguel de Lillo, en el que, pese a estarse acometiendo obras
de rehabilitación, pudimos acceder a su interior.
Por la tarde, tras una comida en el que
no podía faltar el tan típicamente asturiano "cachopo",
nos despedimos del Oviedo urbano con el fin de visitar algunas construcciones
medievales relevantes de su entorno más rural, comenzando
por la iglesia de San Juan de Priorio, muy cerca del lujoso complejo
termal de Las Caldas.
A continuación, llegamos a la iglesia
prerrománica de Santo Adriano de Tuñón, restaurada
hace muy pocos meses y en el que su guía oficial Vanesa nos
explicó hasta el más mínimo detalle para entender
una de las construcciones de la Monarquía Asturiana menos
conocidas del Principado.
Para acabar la jornada de tarde y con
la ciudad de Oviedo como telón de fondo, visitamos la iglesia
de San Esteban de Sograndio; una guinda más que a la altura
de una jornada cargada de emociones y muy completa en cuanto a contenido
histórico y artístico.
Siguiendo la famosa "Senda del Oso"
que atraviesa los concejos de Proaza y Teverga, la jornada del domingo
la dedicamos principalmente a visitar los dos monumentos más
conocidos de este último, iniciando nuestra visita por la
iglesia de Santa María de Villanueva de Teverga, templo que
al exterior resulta algo anodino pero que, una vez dentro, el visitante
encuentra uno de los conjuntos escultóricos románicos
más completos de Asturias.
Tras desgranar el interesantísimo
programa iconográfico de sus capiteles, descendimos hasta
la capital municipal para, en compañía de su guía
oficial Rosa, visitar la Colegiata de San Pedro de Teverga.
En ella, iniciamos nuestro recorrido por
su claustro del siglo XVII, desde el que accedimos a su iglesia,
la cual llamó profundamente la atención por su arquitectura
que, ciertos especialistas, han calificado como el eslabón
entre el prerrománico y el románico.
Justo enfrente de la propia colegiata
y en un ambiente de lo más agradable, disfrutamos de una
nueva comida típicamente asturiana con la fabada como principal
protagonista.
Antes de iniciar nuestro regreso a Madrid
aún nos aguardaba una última sorpresa: la iglesia
de San Pedro de Arrojo, levantada en un entorno natural único
en el Concejo de Quirós y que llama la atención por
el estado de su ábside, al que parece habérsele tragado
la tierra en su parte inferior y que luce inquietantemente inclinado.
Y de regreso, a través de
los espectaculares paisajes que nos regala el Puerto de la Cobertoria,
iniciamos nuestro recorrido de vuelta a Madrid en el que, como es
preceptivo, realizamos las dos paradas técnicas de rigor.
Muchas gracias a todos por vuestra compañía y hasta
una próxima ocasión.