Durante el último fin de semana
de agosto tuvo lugar el Viaje Guiado ARTEGUIAS "Ruta por
el prerrománico y románico de Ourense", un
itinerario que nos permitió conocer un grupo de monumentos
de especial singularidad en el que se combinaban tanto construcciones
románicas de especial interés y belleza, como varias
de las escasísimas muestras de arquitectura prerrománica
conservada en nuestro territorio, y es que Ourense es, junto quizás
a Asturias, de los pocos territorios que pueden presumir de conservar
un número significativo de testimonios del arte español
anterior al siglo X.

Tal y como estaba previsto, la expedición
partió de la Glorieta de Cristo Rey para, tras las pertinentes
paradas técnicas, llegar a la que suele ser nuestra habitual
puerta de entrada a Galicia, que no es otra que la localidad de
Allariz, punto idóneo de partida para, tras comer en un
precioso restaurante habilitado en un molino sobre el río
Arnoia, iniciar nuestra nómina de visitas.
Para abrir boca, comenzamos visitando
la monumental Colegiata de Santa María de Xunqueira de
Ambia donde, de la mano de Xosé Lois, guía oficial
y gran conocedor de cada rincón de la construcción,
deleitarnos con cada detalle de la iglesia y su claustro, prestando
especial atención a su alzado, inspirado en cierto modo
en la seo compostelana.

Muy cerca de Xunqueira, a continuación
nos acercamos a la idílica aldea de Santa Eufemia de Ambía
para conocer el primero de los monumentos prerrománicos
de la ruta, una construcción encajonada entre viviendas
pero que, una vez se abre su puerta, se comprende de inmediato
que estamos ante un auténtico tesoro del altomedievo hispano.

Desde Santa Eufemia y tras una parada
técnica para tomar un refrigerio que aliviase el calor
que reinó durante toda la jornada, la ultima de las visitas
del viernes tuvo como escenario la iglesia parroquial de San Pedro
da Mezquita, una de las iglesias más completas e interesantes
del románico orensano e incluso gallego.

Desde allí, en apenas diez minutos
llegamos a nuestro hotel de Ourense para repartir habitaciones,
cenar y descansar de cara a la jornada de sábado.

Con unas temperaturas más benévolas
que el día anterior, iniciamos la jornada sabatina visitando
la interesantísima capilla de San Xes de Francelos, la
cual nos dio a pie a realizar un estado de la cuestión
sobre disyuntivas históricas y terminológicas acerca
de los estilos prerrománicos peninsulares que han sido
objeto de polémica entre historiadores y especialistas.


A continuación, con la ayuda
de María y Juanjo, guías oficiales de Galicia, dedicamos
el resto de la mañana a conocer la monumental villa de
Ribadavia, una de las más monumentales y de mayor bagaje
monumental de la provincia.

Tras una introducción desde un
mirador hacia el castillo de los Sarmiento, iniciamos recorrido
por sus callejas medievales visitando la iglesia de San Juan,
la cual, además de un porte excepcional, es un auténtico
muestrario del bestiario fantástico.

Tras una parada técnica en la
plaza de la localidad, que gozaba de un magnífico ambiente
dado que coincidió nuestra visita con su tradicional celebración
de la "Festa da Istoria", continuamos recorrido descendiendo
hasta la antigua parroquia románica de Santiago.

Como colofón a nuestro recorrido
urbano por Ribadavia, visitamos la iglesia del antiguo convento
de los Dominicos, una de las mejores muestras de gótico
mendicante del territorio.
Tras la comida en un restaurante de la populosa población
de O Carballiño, la jornada de tarde contó como
principales puntos de interés con dos de las mejores manifestaciones
de románico rural orensano:

La primera de ellas fue la iglesia de
San Xulián de Astureses, en el Concello de Boborás,
una iglesia especialmente hermética a la hora de recibir
visitas pero que nosotros tuvimos la ocasión de saborear
hasta el último detalle.
Desde Astureses y en dirección
sur tras superar un sinuoso puerto de montaña, nos dejó
boquiabiertos el majestuoso porte de la solitaria iglesia de Santo
Tomé de Serantes, con una de las fachadas más armónicas
que puedan admirarse en la actualidad.

Así concluimos nuestra ruta de
sábado y regresamos al hotel de Ourense para descansar
tras una más que intensa y fructífera jornada.
El domingo, último día
del viaje, iniciamos la ruta por la población de Celanova,
donde visitamos su monumental monasterio barroco de San Salvador.

Uno de los mayores puntos de interés
fue, sin duda, la encantadora capilla mozárabe de San Miguel,
una construcción de esas que, por sus dimensiones, casi
parece una maqueta pero que hizo las delicias de todos.

Muy cerca de Celanova, en cuya plaza
mayor aprovechamos para realizar la parada técnica, visitamos
el Monasterio de San Pedro de Ramirás, una preciosa muestra
del románico monacal gallego.

Y por último, casi como guinda
a un fin de semana de lo más completo y variado, quedó
para el final uno de los monumentos más esperados de la
ruta, que no era otra que la iglesia visigótica de Santa
Comba de Bande, inmejorable colofón a un fin de semana
de lo más completo.

Muchas gracias a todos por vuestra compañía
y hasta una próxima ocasión.