Crónica e imágenes del Viaje Guiado
por la ciudad de Palencia, el 09/03/13
El pasado sábado día
9 de marzo tuvo lugar el tercero de los viajes guiados de ARTEGUIAS
programados para 2013 que, en esta ocasión, tenía
como principal destino la ciudad de Palencia, quizás, la
capital castellana menos conocida por el turista ocasional, pero
que, como pudimos comprobar de primera mano, esconde gratísimas
sorpresas dignas de ser conocidas.
Como en otras ocasiones en que la ruta nos conduce
en dirección noroeste, fijamos el punto de encuentro en
la madrileña plaza de Cristo Rey, donde una intensa lluvia
nos hizo temer una jornada pasada por agua que, al fin y a la
postre, no fue así.

Rebasado el túnel de Guadarrama y tras recoger
en Segovia a la guía titulada de Castilla y León
Mª Alcázar Rus, quien nos acompañaría
durante toda la visita, el sol acabó por imponerse regalándonos
una jornada casi perfecta en cuanto a lo climatológico.
La primera parada de contenido del viaje tuvo como
escenario el Monasterio cisterciense de Santa María la
Real de Palazuelos, situado unos pocos kilómetros al norte
de Valladolid en el término municipal de Cabezón
de Pisuerga.

Al pie del cañón en el propio monasterio
nos recibió D. Víctor Coloma, alcalde del municipio
de Cabezón de Pisuerga quién, al frente de la Asociación
Amigos del Monasterio de Palazuelos, lidera una encomiable iniciativa
vecinal destinada a rescatar de la ruina y del abandono tan notable
monumento, siendo más que patentes los avances y los logros
que han ido conquistando con el solo trabajo de sus manos y su
enorme voluntad.

En el propio monasterio, y apoyados por las oportunas
explicaciones de Patricia, la guía local, pudimos conocer
y apreciar sobre el terreno tanto las características propias
de este tan desconocido como interesantísimo cenobio cisterciense
valisoletano, como los avances que han ido consiguiéndose
durante sus trabajos de rehabilitación y puesta en valor.
Dentro del horario previsto, llegamos por fin a la
ciudad de Palencia, principal hilo temático de nuestra
visita. Allí, el autobús nos dejó apenas
a unos metros de la iglesia de San Miguel, templo de gran devoción
entre los palentinos y que, por sus características arquitectónicas,
entronca perfectamente con los parámetros cistercienses
apreciados en Palazuelos y con el incipiente gótico que
alcanzará su plenitud en la propia catedral.

Tras San Miguel, recorrimos los escasos metros que
nos separaban del Museo Arqueológico de Palencia, un magnífico
edificio histórico perfectamente acondicionado al interior
para exponer una interesantísima colección de objetos
que vienen a explicar muy didácticamente el devenir histórico
de la provincia palentina.

Siguiendo con la temática de nuestra visita,
centramos nuestra atención en los fondos medievales expuestos
en el museo, siendo de destacar las numerosas piezas visigodas
procedentes de distintos puntos de la región, la lápida
de Husillos, una rica colección de sepulcros tardomedievales
y, sobre todo, algunos de los capiteles originales de la señera
iglesia de San Martín de Frómista, los cuales además,
al estar expuestos a una altura ajustada al ojo humano, hicieron
las delicias de los asistentes.
Tras una reconstituyente comida en un céntrico
restaurante, emprendimos rumbo a la catedral; principal monumento
de la jornada y, con toda justicia, conocida por casi todos como
"la bella desconocida", apelativo que nosotros hicimos
extensible al conjunto de la ciudad.

Tras explicar su monumental portada y su cabecera
desde el exterior, accedimos al interior del templo para admirar
su armónica arquitectura gótica, la cual, pese a
no gozar de la fama de otras construcciones hermanas y contemporáneas,
no desmerece en absoluto a las grandes catedrales bajomedievales
españolas.

A continuación, descendimos a la magnífica
cripta de San Antolín, germen histórico de la catedral
palentina y, en la cual, pudimos apreciar y comprender perfectamente
las distintas etapas constructivas que se remontan a los siglos
de la dominación visigoda.

Tras ello, accedimos también al pequeño
museo catedralicio habilitado en una de las estancias anejas al
claustro, donde tuvimos la oportunidad de contemplar y conocer
varias de las interesantes piezas del tesoro episcopal palentino.
Como dignísimo colofón al recorrido
por el patrimonio medieval palentino y pese a que un pequeño
chaparrón nos obligó a sacar los paraguas, no podíamos
dejar de visitar la encantadora iglesia de San Juan Bautista de
Villanueva del Río Pisuerga, un templo que, tras quedar
su aldea inundada por un pantano, fue trasladada y reconstruida
piedra a piedra en el parque conocido como Huerta de Guadián.

Esta iglesia, que en fechas estivales acoge un pequeño
centro de interpretación del románico palentino,
resulta bastante complicada de acceder fuera de temporada. No
queremos dejar de agradecer a Dña. Miriam Requejo, coordinadora
de gestión de Turismo del Exmo. Ayuntamiento de Palencia,
su disposición y las facilidades que nos brindó
para que nos abrieran sus puertas y poder visitarla en su interior.

Al finalizar la jornada, un pequeño inconveniente
de comunicación con el autobús motivado por un error
del teléfono, nos hizo acumular algo de retraso en nuestro
regreso a Madrid; una demora que, gracias a la comprensión
de nuestros amigos asistentes (la cual agradecemos enormemente),
pudo quedar en una simple anécdota que no enturbió
una jornada de lo más positiva.
De camino a Madrid, afortunadamente pudimos
recuperar parte del retraso acumulado, llegando a destino y despidiéndonos
hasta una próxima ocasión.