El pasado sábado
28 de mayo, solo siete días después de la segunda
edición y ante el gran interés suscitado, tuvo lugar
la tercera edición del Viaje Guiado "Ruta por las
ermitas segovianas de ensueño"

Como estaba previsto, el autobús salió
puntual de la Glorieta de Cristo Rey para, tras tomar la autovía
A-1 y realizar la consabida parada técnica en un área
de servicio, adentrarnos en territorio de la antigua Comunidad
de Villa y Tierra de Sepúlveda y visitar el primer monumento
de la jornada: el antiguo priorato -hoy ermita- de San Frutos.

Llegados al parking habilitado tras recorrer la tortuosa
pista desde Villaseca, iniciamos descenso a pie hacia la ermita
con las impresionantes Hoces del Duratón como telón
de fondo, visitando a nuestra llegada la tantas veces fotografiada
ermita de San Frutos, cuyo interior tuvimos la fortuna de ver
al abrirnos el amable párroco de Don Fernando.

Muy cerca de San Frutos, visitamos también
la antigua parroquia de Aldehuelas de Sepúlveda, separada
varios cientos de metros del minúsculo casco urbano y situada
en un encantador soto rodeado de árboles y florecientes
arbustos.

Tras Aldehuelas, atravesando la villa de Sepúlveda
(cuya visita monográfica realizaremos en marzo del próximo
año), llegamos a comer a la localidad de San Pedro de Gaíllos,
aprovechando por supuesto para comentar su elegante galería
porticada situada justo enfrente del mesón.

La jornada de tarde la iniciamos visitando la ermita
de la Virgen de las Vegas, antigua parroquia de un despoblado
desaparecido y que hoy, pese a su situación a pie de la
transitada carretera que conduce a Pedraza, resulta realmente
difícil de admirar en su interior.

Se trata de un edificio de gran interés, de
tres naves, levantada sobre una villa romana de la que se conserva
su piscina bautismal en el interior del templo. Por supuesto,
su galería porticada y sus interesantes capiteles, hicieron
las delicias de todos los presentes.

A continuación, tras salir el sol después
de un tímido chaparrón primaveral, visitamos la
galería porticada de la iglesia de San Juan de El Arenal,
en el concejo de Orejana. Frente a ella, además, aprovechamos
para hacernos nuestra tradicional foto de familia.

Como guinda a una jornada intensa en emociones y
monumentos románicos, no podíamos dejar pasar la
oportunidad de visitar la villa de Pedraza, cuyas antiguas parroquias
y el castillo en su exterior recorrimos antes de desembocar en
su tantas veces fotografiada plaza mayor, donde dejamos media
hora libre para reponer fuerzas y realizar las consabidas compras
antes de iniciar regreso a Madrid, donde llegamos según
el horario previsto.

Muchas gracias a todos por acompañarnos en
una jornada tan especial.