Debido el interés suscitado tras
el éxito de la segunda edición del Viaje Guiado
ARTEGUIAS al prerrománico y románico de la Sierra
de la Demanda en Burgos y La Rioja del pasado mes de mayo; durante
el fin de semana del 30 de septiembre y el 1 de octubre se celebró
una nueva edición - la tercera ya- del mismo viaje y con
idéntico itinerario.


Tal y como estaba previsto, el autobús
salió de la Plaza de Castilla de Madrid y, tras una parada
técnica en un área de servicio de la localidad de
Lerma, nos aproximamos a territorios serranos al encuentro de
nuestro primer destino temático de la ruta, la población
de Pineda de la Sierra.

En el mismo centro de Pineda visitamos
su iglesia parroquial dedicada a San Esteba Protomártir,
una magnífica construcción románica dotada
de ábside, galería porticada y una interesantísima
portada de acceso cuyos capiteles tuvimos la ocasión de
desgranar al detalle.

Desde Pineda de la Sierra continuamos
nuestro recorrido en dirección este hasta llegar a la pequeña
localidad de San Vicente del Valle, donde nos recibió José
Carlos García para acompañarnos y aportarnos sus
profundos conocimientos sobre su antigua iglesia parroquial; una
misteriosa edificación sobre la que ni siquiera los especialistas
se ponen de acuerdo y que cuenta con restos romanos, visigóticos
y románicos.


Tras profundizar en las diferentes teorías
sobre la construcción y admirar el interesantísimo
lapidario conformado por capiteles y estelas que cobija su interior,
regresamos al autobús para, tras acceder a tierras riojanas
por el sinuoso Puerto de Pradilla, llegar a Valgañón
para disfrutar de una reconfortante comida en un céntrico
restaurante de la población.
De Valgañón no podíamos
marcharnos sin conocer su monumento más señero como
es la iglesia de Nuestra Señora de Tres Fuentes, enclavada
también en un idílico paraje y que cuenta con una
interesante cabecera de ventanales lobulados, una magnífica
pila bautismal, así como una portada dotada de tímpano
y los herrajes originales de la puerta muy desconocida para la
mayoría de visitantes ya que se encuentra oculta tras un
porche de cronología posterior generalmente cerrado al
público.

Desde Valgañón, pasando
por la turística Ezcaray y la jacobea ciudad de Santo Domingo
de la Calzada, nos acercamos a la última etapa de la tarde,
que no era otra que la ermita de Los Arcos de Tricio; construcción
que vista al exterior pasaría totalmente desapercibida
pero que, al interior, resulta tan inesperada como interesante
al haber sido reaprovechados para construcción importantes
restos romanos procedentes de la antigua ciudad romana de Tritium
Megalum, que se erigiría donde hoy se enclava la modesta
población de Tricio.

Finalizada la visita en compañía
de una de sus guías voluntarias, regresamos al autobús
para, en apenas media hora, llegar a nuestro hotel situado en
las proximidades de Logroño.
Con vistas a aprovechar al máximo la jornada, el domingo
madrugamos con el fin de dirigirnos a la vertiente sur de la Sierra
de la Demanda, para lo cual, fuimos remontando el valle del río
Najerilla para llegar en primer lugar el Monasterio de Valvanera,
enclave cargado de historia y arte además de uno de los
principales centros devocionales de La Rioja.

Acompañados por las explicaciones
de uno de sus monjes, recorrimos las diferentes estancias del
cenobio comenzando con la propia iglesia gótica, el camarín
de la Virgen y continuando por el claustro para, una vez finalizado
el recorrido, disponer de un tiempo de libre disposición
para tomar un refrigerio en la propia hospedería del monasterio
y hacer acopio de productos fabricados por la propia comunidad
a la venta en la tienda.

A través de idílicos paisajes
bordeando el pantano de Mansilla en el que la sequía había
sacado a la luz los restos fantasmagóricos del pueblo sumergido,
llegamos al extremo oriental de La Rioja para visitar la iglesia
de San Cristóbal de Canales de la Sierra, templo románico
porticado situado en la parte más alta del pueblo y cuyas
vistas hicieron las delicias de toda la concurrencia.


Atravesados los límites provinciales
burgaleses y tras comer en un animado restaurante de la población
de Huerta de Abajo, continuamos nuestra ruta adentrándonos
en las históricas Tierras de Lara y visitando la iglesia
de Nuestra Señora de la Asunción de Jaramillo de
la Fuente, también románica y porticada y que constituye
una de las construcciones más armónicas del románico
burgalés.

Como dignísimo colofón
a una ruta de lo más completa y variada, la última
de las visitas fue la iglesia de San Millán de Lara, sorprendente
monumento del todo inesperado por encontrarse en una población
minúscula y que vienen a ser los restos de un antiguo monasterio
surgido a partir de una cueva eremítica aún conservada
y que tuvimos la fortuna de visitar en compañía
del amabilísimo alcalde de la población.


Desde San Millán de Lara, regresamos
a la autovía A-1 para, tras una última parada técnica
de nuevo en Lerma para reponer fuerzas, afrontar la última
parte del viaje de regreso a Madrid, donde llegamos según
el horario previsto.
Muchísimas gracias a todos los
asistentes por su gratísima compañía.