
El sexto viaje
guiado que ha organizado Arteguias en el año 2011 tuvo
como protagonista el norte de la provincia de Guadalajara, con
la ciudad episcopal de Sigüenza como eje principal.
La ciudad
seguntina está ligada a la sede episcopal que ya tuvo en
tiempos remotos y que recuperó tras la reconquista cristiana
a los musulmanes a comienzos del siglo XII. Es por esta causa
que sus dos grandes monumentos son su imponente castillo que sirvió
de residencia a los obispos y la propia catedral de Santa María.

Nuestra primera
visita fue precisamente al castillo, en la parte alta de la ciudad.
La enorme mole de murallas almenadas sobrecoge por su altura y
grandiosidad. En el patio de armas pudimos comprobar la adecuación
recibida para acondicionar la fortaleza como Parador Nacional.

A partir del
castillo, toda nuestra ruta fue cuesta abajo y nos permitió
callejear por el casco histórico de la urbe, avistando
lugares con tanta historia como la Puerta del Hierro de la muralla,
la Casa del Doncel, la Plaza de la Cárcel, etc.
Hicimos una
pausada visita a la iglesia románica de San Vicente, muy
relacionada con la catedral por su arquitectura hispano-languedociana.

Camino de
la catedral, también dedicamos unos minutos a contemplar
la gran puerta de la antigua iglesia de Santiago.

En el sorprendente
y poco conocido Museo Diocesano de Sigüenza nos esperaba
su amable encargada Mabel que nos explicó su enorme colección
de piezas medievales, renacentistas, etc. Este museo ha sabido
conservar obras de arte de todo el episcopado, muchas de ellas
pertenecientes a aldeas abandonadas. Aquí pudimos contemplar
arcos mudéjares, una excelente colección de imaginería
mariana románica y gótica, un extraordinario Calvario
del siglo XIV, una pila bautismal y puerta románicas, etc.

En nuestro
apretado horario, la siguiente visita fue el interior de la catedral.
No sólo analizamos la arquitectura románica, protogótica
y gótica de sus muros, pilares y bóvedas, sino que
visitamos lugares tan emblemáticos como la Capilla del
Doncel con su afamado sepulcro del siglo XV, la Sacristía
de las Cabezas o su enorme claustro gótico.

En el Restaurante
El Motor nos esperaba una rica comida y un ameno rato para descansar
del intenso paseo por las calles y monumentos seguntinos.
El autocar
nos recogió enfrente de dicho restaurante para adentrarnos
por el alfoz de Sigüenza, muy poco poblado y con algunas
aldeas pequeñísimas pero encantadoras. La estrecha
y sinuosa carretera que conduce a Jodra del Pinar (veinte habitantes)
termina bajo la pequeña iglesia parroquial románica.
Comprobamos que los talleres extranjeros e innovadores de la catedral
apenas influyeron en la arquitectura religiosa rural. En efecto,
la iglesia de San Juan Bautista es el típico edificio tardorrománico
de una pequeña nave, ábside semicilíndrico,
pequeña galería porticada y buena puerta de arquivoltas
sobre columnas.

No mucho más
lejos nos esperaba la iglesia de la Asunción de Saúca,
con su preciosa galería porticada de pandas perpendiculares,
con sus capiteles vegetales e historiados. Nos entretuvimos en
analizar su iconografía, aunque algunas de sus esculturas
-como la de la Balaam y su burra- nos llenaron de dudas y misterios,
algo que también forma parte de la "salsa" del
románico...
