El pasado sábado día 11 de
noviembre tuvo lugar la segunda edición del Viaje Guiado
ARTEGUIAS "Ruta por Tres Villas Medievales Segovianas",
un itinerario que nos llevó a descubrir el este de la provincia
de Segovia, coincidente en la Edad Media con las Comunidades de
Villa y Tierra de Ayllón, Maderuelo y Fresno de Cantaespino.
Tal y como estaba previsto y con una mañana
fresca pero soleada, el autobús partió de la Plaza
de Castilla para, en dirección norte y por la autovía
A-1, dirigirnos hacia tierras segovianas, aprovechando el trayecto
como suele ser habitual para contextualizar histórica y
artísticamente las localidades y los monumentos que visitaríamos.
Así, tras una primera parada técnica
a la altura de Cerezo de Arriba, en pocos minutos llegamos a nuestra
primera visita prevista para la jornada, que no era otra que la
iglesia de Santa María de Riaza.
Avanzadilla de la villa de Ayllón y al mismo
borde de la carretera, la iglesia de Santa María de Riaza,
pese a su eminente carácter rural y concejil como bien
delata su galería porticada, sorprende a cualquier visitante
por lo ambicioso de sus dimensiones, impropias de una aldea de
sus características.

Una sorpresa exterior que se ve acrecentada si cabe
una vez se accede a su espacio interior, en el que además
de una interesantísima armadura de madera, conserva una
colección fragmentada de pinturas sobre tabla del gótico
lineal a buen seguro procedente de un antiguo retablo.

Desde Santa María de Riaza nos dirigimos a
la villa de Ayllón, uno de los principales ejes temáticos
de la visita, la cual iniciamos por los restos de la antigua parroquia
de San Nicolás, convertida hoy en cementerio local y que
conserva como resto más destacado una portada románica.
A través de la calle Mayor, nos adentramos
en la villa ayllonesa hasta desembocar frente a su iglesia de
Santa María, construcción más tardía
pero en cuyos muros fueron reaprovechadas interesantes piezas
escultóricas de una obra anterior.

Tras acceder a su plaza mayor, cargada de tipismo
castellano, disfrutamos de un tiempo de libre disposición
para recuperar fuerzas y afrontar el resto de la jornada matutina,
comenzando por la también románica iglesia de San
Miguel, quizás la más fotografiada de la localidad
por su privilegiado emplazamiento en plena plaza y por ese particularísimo
aditamento clasicista frente a su fachada sur que la dota de aún
más personalidad.

A continuación, en compañía
de Maricarmen, guía oficial de Ayllón y responsable
de la Oficina de Turismo, realizamos un encantador paseo por el
centro urbano monumental con el fin de visitar el Palacio de los
Contreras, el del Obispo Vellosillo y, por supuesto, el arco principal
de su cinturón amurallado y hoy conocido como "el
arco de la villa".

Para finalizar la visita a Ayllón, nos esperaba
una última y agradabilísima sorpresa en forma de
la antigua parroquia de San Juan, convertida hoy en vivienda de
propiedad particular y cuyo amable dueño, de nombre Pedro,
tuvo la gentileza de enseñarnos amén de relatarnos
el proceso de adquisición, recuperación y adaptación
como espacio funcional para la exposición de su colección
de "arte brut".

Desde San Juan, y en un agradable paseo en el que
de nuevo atravesamos la Plaza Mayor, nos dirigimos al restaurante
para recuperar fuerzas de cara a la jornada de tarde.
Una jornada de tarde que estuvo dedicada íntegramente
a otra de las villas claves en el devenir histórico de
la actual provincia de Segovia en la Edad Media como es Maderuelo;
hoy un reducido caserío muy venido a menos y que apenas
rebasa el centenar de habitantes pero que, en los siglos medievales,
llegó a ser una de las poblaciones más populosas
de la región.
Testimonio de ese esplendoroso pasado es el bagaje
monumental que conserva Maderuelo, y cuya visita iniciamos por
la ermita de la Vera Cruz, situada literalmente a la orilla del
pantano de Linares, cuyo alarmante estado como consecuencia de
la pertinaz sequía no dejó indiferente a nadie y
que, tras muchos años sumergido, ha permitido hacer visible
al primitivo puente medieval que servía de acceso a la
villa

De la ermita de la Vera Cruz de Maderuelo proceden
unas importantes y famosas pinturas románicas que, tras
varios episodios, acabaron en el Museo del Prado.

De un tiempo a esta parte, una admirable iniciativa
ha permitido que en la propia ermita, además de las primitivas
improntas aún visibles en su cabecera, hayan sido instaladas
unas réplicas exactas de las pinturas originales, las cuales,
nos permitieron extendernos largo y tendido acerca tanto de su
estilo como de su significado iconográfico.

Tras ello, de nuevo con el autobús nos acercamos
hasta el largo y estrecho promontorio sobre el que se asienta
la vida de Maderuelo, donde por supuesto nos detuvimos ante su
arco principal de la muralla y algunas de sus casas anejas, uno
de los escasísimos conjuntos de románico civil conservados
en España.
A continuación, iniciamos el recorrido por
las calles de la villa en compañía de su guía
oficial Javier, quien nos mostró el interior de la poco
conocida iglesia de San Miguel.

Varias decenas de metros más adelante y tras
un agradable paseo por la rúa principal de Maderuelo, desembocamos
cuando ya empezaba a caer el sol frente a la plaza en la que se
asienta su modificada iglesia parroquial de Santa María,
un edificio de cierto sabor defensivo y desde cuyos alrededores
pueden contemplarse amplísimas vistas de los vallejos circundantes.
Finalizada la visita y tras un tiempo para recuperar
fuerzas en los bares y cafeterías de la villa, retornamos
al autobús para iniciar viaje de regreso a Madrid, a donde
llegamos dentro del horario previsto.
Muchas gracias a todos los asistentes y recordamos
que este próximo sábado 18, dada la magnífica
acogida que esta ruta ha tenido entre nuestros amigos, la repetiremos
con idéntico planning e itinerario.