Crónica e imágenes del Viaje Guiado
por Vera del Moncayo, 13 y 14/04/13
Hacía bastante tiempo que
se nos había solicitado la organización de un viaje
de dos o más días que permitiera la visita a lugares
más alejados. Así que nos pusimos manos a la obra
para la realización de una ruta que aportase importantes
novedades, como fue, en este caso, la posibilidad de ver la magnífica
Catedral de Tarazona, durante ¡treinta años! cerrada.

Titulamos la ruta como "A la Vera del Moncayo"
puesto que las poblaciones visitadas se encuentran muy próximas
a este emblemático monte del Sistema Ibérico: Ágreda,
Tudela, Tarazona y Vera de Moncayo (Monasterio de Veruela).

Partimos el sábado 13 de abril a las 8 en
punto de la mañana por la A-2 y tras una breve pausa para
desayunar nos dirigimos a Ágreda, la villa medieval soriana
conocida como "de las Tres Culturas" puesto que durante
la Edad Media convivieron cristianos, musulmanes y judíos.
En el sector cristiano visitamos la iglesia de San
Juan Bautista con su bonita puerta románica, junto a una
necrópolis medieval, el Museo de Arte Sacro situado en
la iglesia de la Virgen de la Peña, con su inhabitual planta
de dos naves y el campanario de la parroquia de San Miguel, cuyos
ventanales ofrecen algunos capiteles de temática erótica.

Tras una brevísima visita al Palacio de los
Castejones atravesamos la Puerta de Felipe II que dividía
la comunidad cristiana de la morisca en el siglo XVI para adentrarnos
en el barrio musulmán, con sus preciosas puertas califales,
la muralla, la Torre de la Muela, etc.

A continuación llegaba el plato fuerte del
primer día de viaje: Tudela. El autocar nos dejó
junto al restaurante donde degustamos platos de la tierra y de
aquí al casco antiguo de la capital de La Ribera Navarra.
Lo primero que visitamos fue la magnífica
Catedral, poniendo especial atención a sus tres puertas
románico-góticas. La del Juicio nos llevó
un buen rato poderla paladear por su extraordinaria riqueza escultórica
(arquivoltas, capiteles, mochetas, etc.)

Una vez en el interior del templo catedralicio centramos
nuestras explicaciones en la elegante arquitectura, pero también
en algunos importantes elementos muebles como la Virgen Blanca,
estatua pétrea de la Virgen y el Niño de finales
del siglo XII y la curiosísima tumba gótica de Mosén
Francés de Villaespesa.

De la iglesia pasamos al claustro románico,
tan repleto de magníficos capiteles que no pudimos evitar
el reto de descifrar uno a uno su iconografía, auténtico
relato de la vida y pasión de Cristo, a la vez que de otros
santos.

Algunos capiteles son especialmente soberbios, bien
por su calidad de talla o por la forma en que se relata su iconografía,
como el de la Resureección de Lázaro o el descenso
de Cristo a los infiernos.
.
Pero el arte medieval de Tudela no finaliza con la
catedral, sino que, como es sabido, cuenta con otros dos lugares
esenciales para el amante del románico, como son las iglesia
de La Magdalena y la de San Nicolás de Bari.

Gracias al amable sacristán de la Catedral
pudimos visitar el interior del templo de La Magdalena con bien
esculpidos capiteles sobre la Infancia de Cristo y el milagro
de las Bodas de Caná.
La puerta occidental de esta iglesia nos ofreció
todo un interesante repertorio escultórico en canecillos,
capiteles, tímpano y arquivoltas.

El cansancio del madrugón y de tan largo viaje
empezaba a hacer mella en todos nosotros, pero aún tuvimos
aliento para acercarnos a la iglesia de San Nicolás, que
conserva notables restos de su antigua puerta románica,
entre ellos el tímpano con una "Trinidad Paternitas",
iconografía apreciable muy poco frecuente.
Tras un rato de esparcimiento por el centro comercial
de Tudela regresamos al Hotel Tudela Bardenas para cenar y descansar.

A la mañana siguiente: desayuno temprano para
dirigirnos con tiempo en el autocar a Tarazona, donde Pilar, una
de las amables guías de la Fundación Tarazona Monumental
nos acompaño en un completo recorrido por toda la ciudad:
Casa Consistorial, con su fachada moderna, la judería con
el encanto de sus estrechas calles y casas, la iglesia románica
y mudéjar de La Magdalena, el Palacio Episcopal, la Plaza
del Coso y para finalizar, la gran estrella de Tarazona que no
es otra que la Catedral de Santa María de La Huerta.


Y ciertamente, no defraudó porque tras la
restauración luce impecable y deja a la vista varios momentos
de su larga historia constructiva, desde su arranque propio del
Gótico Temprano francés, su importante etapa mudéjar
o su fase renacentista que nos legó una importante colección
de pinturas murales.
Otro espacio fantástico es su claustro mudéjar
donde las arquerías presentan yeserías caladas de
plástica excepcional.

Finalizada nuestra visita a Tarazona,
nos dirigimos a la localidad de Vera del Moncayo donde se ubica
el célebre Monasterio de Santa María de Veruela.
Allí comimos y a primer ahora de la tarde hicimos la visita
a este antiguo cenobio cisterciense, de resonancias románticas
gracias a la figura del poeta Gustavo Adolfo Bécquer

Además de las explicaciones sobre
arquitectura y arte, nos importaba recrear la vida cotidiana del
monje, asignando a cada estancia monacal su función precisa
y la forma en que era empleada por monjes y legos.

El templo de Veruela fue la admiración
de todos, especialmente la fachada occidental, la elegancia de
sus naves o su "mística" girola, espacio donde
se combinan armoniosamente formas, colores y texturas que nos
retrotraen a la Plena Edad Media.
Tampoco pasó desapercibida la
belleza del claustro gótico y algunas dependencias claustrales
tan armoniosas como la sala capitular o el refectorio.

Finalizada la visita a Veruela, retomamos
la senda hasta Madrid.
Gracias a todos los participantes por
acompañarnos. Fue una paliza las que nos dimos todos juntos,
pero ciertamente, valió la pena.

¡Hasta el próximo viaje
de mayo!