El pasado sábado día 1 de abril realizamos
la cuarta edición del Viaje Guiado ARTEGUIAS "Confluencia
de Culturas en el Románico de la Villa y Tierra de Sepúlveda",
una salida que tuvo lugar solo tres semanas después de
la tercera edición y que fue nuevamente planteada con el
fin de que ninguna persona interesada que se había quedado
sin plaza en la anterior, se perdiese la oportunidad de realizar
con nosotros esta interesantísima ruta.

Citados en la madrileña Plaza de Castilla
a las 8:30, la expedición partió puntual para, a
través de poco más de una hora de recorrido por
la autovía A-1 y con las consabidas explicaciones introductorias
durante el trayecto, llegar hasta la población de Cerezo
de Abajo, donde hicimos nuestra parada técnica de la mañana
para desayunar y hacer acopio de energías.
La primera visita de la jornada tuvo como escenario
la iglesia parroquial de la Natividad de Sotillo; una de las muchas
aldeas que desde época medieval conformaron la extensa
Tierra de Sepúlveda. Allí nos esperaba, tan amable
como siempre para permitirnos su visita Don Fernando Calderón,
párroco de la villa sepulvedana y de otras del entorno,
con cuya agradable compañía contamos durante toda
la mañana.

Tras explicar los capiteles de su coqueto interior
y su portada polilobulada, la atención de todos los presentes
se concentró en su armónica cabecera, cuyos capiteles
y canecillos cuajados de una variadísima decoración
a base de seres del bestiario y escenas costumbristas, sirvieron
para que nos olvidáramos del frío mañanero
y no diéramos tregua a nuestras cámaras fotográficas.
En apenas diez minutos desde Sotillo nos aproximamos
a la tan fotogénica como interesante iglesia de Nuestra
Señora de la Asunción de Duratón; sin duda,
uno de los monumentos más esperados del recorrido.

En la iglesia de Duratón comenzamos las explicaciones
por su interior, cuya zona absidial además de un interesante
sistema de abovediamiento, conserva varios capiteles reseñables
que en ocasiones bien por su dificultad para acceder al interior
o bien por quedar eclipsados por la galería porticada,
suelen pasar injustamente desapercibidos.
Ya en los exteriores, fuimos recorriendo la galería
porticada comentando cada uno de los detalles formales e iconográficos
de sus capiteles, finalizando con la figuración de los
canecillos y las metopas.

Desde Duratón nos desplazamos para rematar
la jornada de mañana hasta San Pedro de Gaíllos,
localidad en la que nos esperaba una reconstituyente comida pero
que, como no podía ser de otra forma, no perdimos la ocasión
de comentar su iglesia parroquia de San Pedro, también
porticada, con un ábside semicircular a tener muy en cuenta
y, ya en su remozado interior, su pila bautismal románica.

La jornada de tarde la dedicamos íntegramente
a la Villa de Sepúlveda, a la cual llegamos a través
de una carretera que nos regala fantásticas vistas del
casco urbano que nos permiten entender perfectamente su papel
defensivo y como epicentro de una Comunidad de Villa y Tierra
medieval.
En la Plaza del Ayuntamiento y frente a los restos
de su histórica fortaleza nos citamos con Alejando, guía
local que nos acompañaría con sus explicaciones
durante nuestro recorrido por la población.

Con él iniciamos nuestro recorrido a través
de la puerta de la barbacana y, tras admirar desde el exterior
la cabecera de la iglesia de San Justo y San Pastor, llegamos
a su fachada principal, escenario más que idóneo
para comentar las particularidades del famoso Fuero repoblador
de Sepúlveda que en la actualidad sirve como hilo conductor
del pequeño espacio musealizado habilitado en el interior
de la iglesia.

En el interior del templo de los Santos Justo y Pastor,
además de comentar las piezas allí expuestas, nuestro
interés se concentró en los espléndidos capiteles
de su cabecera y, por supuesto, en su cripta, a la cual tuvimos
la ocasión de acceder divididos en dos grupos debido a
su pequeño espacio.

Desde allí, a través de las pintorescas
calles de la villa llegamos hasta la iglesia de Nuestra Señora
de la Peña, cuya portada principal, una de las más
interesantes del románico segoviano, tuvimos la oportunidad
de desgranar detalladamente en cuanto a su iconografía
se refiere.

Tras visitar el interior de Nuestra Señora
de la Peña, nos acercamos a un mirador situado a sus espaldas
desde el cual, es posible vislumbrar parte de las hoces que traza
el río Duratón por el entorno sepulvedano y que
en la actualidad sirven de cobijo a una fecunda colonia de buitres
leonados, alguno de los cuales parece que quiso hacerse visible
para darnos la bienvenida.
Para acabar nuestro recorrido por Sepúlveda
ascendimos hasta la parte más elevada de la villa y llegar
a las puertas de la iglesia del Salvador, la más antigua
de la población y para la mayoría de expertos la
iglesia porticada más antigua de Castilla en competencia
con San Miguel de San Esteban de Gormaz.

En ella visitamos su magnífico interior que
rompe todos esos tópicos falsos de que el románico
es un estilo oscuro y que tiende a la horizontalidad, y a continuación
admiramos su galería porticada, que si bien no está
tan dotada de figuración como otras iglesias del tardorrománico,
conserva esa esencia auténtica del románico pleno.

Posteriormente, tras dejar una media hora de tiempo
de libre disposición para tomar un refrigerio y hacer acopio
de recuerdos o de productos típicos quien así lo
deseó, nos citamos en la propia plaza principal para descender
al autobús y emprender camino de regreso a Madrid, donde
llegamos según el horario previsto.
Muchas gracias a todos por vuestra compañía
y hasta una próxima ocasión.