Durante el fin de semana del sábado
24 y domingo 25 de septiembre tuvo lugar la II Edición
del viaje guiado ARTEGUIAS "Ruta por el Teruel Fascinante",
un interesantísimo recorrido que nos llevó a conocer
cuatro puntos clave tanto en lo histórico como desde el
punto de vista artístico y paisajístico en una de
las provincias más desconocidas de España.

Tal y como estaba previsto, el autobús salió
puntual a las 8:00 de la mañana desde la Avenida de América
de Madrid para, tras una parada técnica en un área
de Servicio de Alcolea del Pinar, adentrarnos de lleno en el corazón
de la llamada "España Vaciada" y, a través
de preciosas y solitarias carreteras comarcales, llegar a nuestro
primer destino: el castillo turolense de Peracense.

Pese a no ser muy conocido, el castillo de Peracense
es, sin lugar a dudas, uno de los castillos más espectaculares
de la Península Ibérica, y así tuvimos ocasión
de comprobarlo.
Afortunadamente, desde hace pocos años las
instituciones han sido conscientes de su potencial y en él
se han ejecutado una serie de obras de estudio, restauración
y adecuación para las visitas.

Tras una introducción en el patio principal
de la fortaleza, iniciamos un recorrido a través de sus
distintos niveles hasta llegar a su precioso aljibe y, desde ahí,
quién así lo deseo, fue ascendiendo por sus adarves
a las distintas torres que componen el conjunto militar, literalmente
colgado sobre la característica rocas areniscas rojizas
del entorno, llamada rodenos.
Finalizada la visita descendimos hasta el autobús
para dirigirnos a la capital de Teruel, donde nos esperaba una
agradable comida en el mismo corazón de la ciudad, justo
frente a la iglesia mudéjar de San Pedro.

Por cuestiones logísticas y acompañados,
la visita a la ciudad de Teruel empezó fuerte: nada menos
que con la Catedral de Santa María de Mediavilla, donde
tras comentar su interior, ascendimos a un paso de ronda habilitado
para el turismo y que es un balcón privilegiado para contemplar
la auténtica joya de la seo: su techumbre mudéjar.
Además, desde hace no demasiado tiempo, se permite realizar
fotografías sin flash del mismo por lo que todo el grupo
de afanó en hacer las mejores tomas de una de las expresiones
más espectaculares de la pintura mudéjar y gótica
lineal de España.

Muy cerca de la catedral, nos aproximamos a la iglesia
de San Martín, cuya torre mudéjar, al encontrarse
en un espacio más diáfano y airoso, permite una
magnífica contemplación en su conjunto.

Desde San Martín descendimos hacía
otro de los puntos emblemáticos de Teruel y centro neurálgico
de la vida de la ciudad: la famosa "Plaza del Torico",
cuyo monumento ha sido restaurado hace escasas jornadas tras su
"mediático" derrumbe hace varias semanas.

En la Plaza del Torico realizamos una pequeña
parada para tomar un refrigerio y continuar nuestra visita, deteniéndonos
en el precioso conjunto de viviendas modernistas tanto de la plaza
como de calles adyacentes.
A continuación, accedimos a otro de los símbolos
de Teruel: nos referimos al binomio que conforman la iglesia de
San Pedro y el Mausoleo de los Amantes.

En primer lugar visitamos la iglesia, cuya torre
campanario es la más antigua (siglo XIII) de las cuatro
que confirman el conjunto que, bajo la denominación de
"Mudéjar de Teruel" ha merecido el reconocimiento
de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Posteriormente, tras visitar iglesia y claustro,
accedimos ya sí al Mausoleo de los Amantes, cuya historia
y también leyenda tuvimos ocasión de conocer frente
al propio monumento funerario.

Para terminar nuestro recorrido por el mudéjar
turolense llegamos a la Torre del Salvador, convertida a través
de sus distintos niveles en un centro de interpretación
del mudéjar de la ciudad.

Finalizada la visita, descendimos hacia la plaza
del Óvalo junto a la escalinata neomudéjar para
que el autobús nos recogiese y nos llevase a nuestro hotel
para cenar y descansar.
La jornada de domingo tuvo como protagonista la pequeña
ciudad de Albarracín, miembro distinguido y por méritos
más que suficientes de la asociación "Los Pueblos
Más Bonitos de España".

Dese el aparcamiento reservado para autocares, ascendimos
a través de sus intrincadas callejuelas saboreando rincones
de enorme encanto como la famosa "Casa del Abanico"
o alguna de las puertas de su muralla.

Siempre con la fortaleza y el conjunto de murallas
como telón de fondo, desde la plaza ascendimos hasta la
Catedral, ya restaurada y que luce impecable tras años
de obras.

Finalizada la visita a la Catedral, dispusimos de
unos 45 minutos de tiempo libre para tomar un refrigerio antes
de ascender al castillo alcazaba, donde conocimos de primera parte
y desde un mirador inmejorable la evolución urbana de Albarracín.

Tras la comida en un restaurante de el ensanche moderno
de la ciudad, iniciamos nuestro viaje de regreso a Madrid por
una vía alternativa pero cargada de encanto, atravesando
el corazón de la Sierra de Albarracín hasta el mismo
nacimiento del Río Tajo, donde hicimos una breve parada
para contemplar su monumento conmemorativo.

A continuación, continuamos por los espectaculares
parajes de la Serranía de Cuenca y, tras una parada técnica,
en la pintoresca localidad de Uña, rodeamos la capital
conquense y llegamos a Madrid dentro del horario previsto.