Crónica e imágenes del Viaje Guiado:
Zaragoza universal, 20 y 21/02/16
El fin de semana del 20 y 21 de Febrero tuvo lugar
un nuevo Viaje Guiado de ARTEGUIAS, primero de dos días
del año 2016, que nos llevó a tierras aragonesas
con el fin de descubrir, bajo el título de "Zaragoza
Universal", los monumentos más relevantes de la capital
maña y su entorno.

El sábado, tal y como estaba previsto y con
una climatología más propia de una primavera bien
avanzada, la expedición partió puntual desde la
Avenida de América para, tras la preceptiva parada técnica
en un área de servicio de la autovía A-2 a la altura
de Ariza, llegar a nuestra primera para temática en La
Almunia de Doña Godina.
Capital de la Comarca de Valdejalón y villa
de notable importancia histórica desde la Baja Edad Media,
nuestro interés por ella sin embargo no se centró
en el casco urbano, sino en la modesta e interesantísima
ermita de Nuestra Señora de Cabañas, situada a un
par de kilómetros de la localidad y único vestigio
conservado de una antigua población desaparecida.

A nuestra llegada nos esperaba frente a la ermita
parte del equipo del Centro de Estudios Almunienses que, encabezados
por María Pilar y José Luis, nos explicaron pormenorizadamente
diversos aspectos sobre la construcción, desde su historia
hasta el último detalle de las interesantísimas
pinturas murales del Gótico Lineal que decoran su interior.

Desde La Almunia de Doña Godina y en poco
más de media hora llegamos al epicentro de nuestro itinerario
en la ciudad de Zaragoza, donde tras una reconstituyente comida
en un céntrico restaurante, iniciamos nuestro recorrido
urbano por los principales atractivos monumentales de la capital
aragonesa.
Como aperitivo, visitamos el exterior de la magnífica
iglesia mudéjar de La Magdalena, objeto en la actualidad
de obras de consolidación pero que no nos impidieron admirar
tanto su espectacular cabecera como su interesantísima
torre campanario, hermana de las celebérrimas turolenses.

Desde allí, ingresamos en la llamada Plaza
de las Catedrales, popularmente conocida como "Plaza del
Pilar" en cuyos monumentos centraríamos la práctica
totalidad de la jornada del sábado por tarde.

Frente a la Catedral del Salvador, llamada también
"La Seo", nos esperaba Mª Asunción Urgell,
guía oficial de Zaragoza que nos acompañaría
aportándonos sus amplios conocimientos y explicaciones
durante toda nuestra estancia en Zaragoza. Iniciamos la visita
a La Seo por su exterior, pudiendo admirar los vestigios románicos
de su primitiva cabecera y la belleza mudéjar de la llamada
"Parroquieta".

A continuación, ingresamos al interior catedralicio
a través de su sobria fachada clasicista para admirar su
interior gótico y las numerosísimas capillas laterales
renacentistas y barrocas; rematando la visita con un recorrido
por su casi única en el mundo colección de tapices
que se expone en sus estancias interiores.
A la salida de la catedral visitamos La Lonja de
Mercaderes, edificio mudéjar civil estratégicamente
situado entre la citada Seo y la universal Basílica del
Pilar y que en la actualidad funciona como sede de exposiciones
temporales.

Como colofón a una productiva jornada de sábado,
visitamos por último la Basílica de Nuestra Señora
del Pilar, auténtico emblema no solo de la ciudad de Zaragoza
sino de la cristiandad universal.

En su interior, recorrimos la capilla mayor presidida
por su fantástico retablo, las diferentes capillas laterales,
la llamada capilla del Coreto con sus frescos de Goya, la zona
d los pies en la que penden las banderas de los países
latinoamerianos junto a los proyectiles que cayeron sobre el templo
durante la Guerra Civil y, por supuesto, la Capilla de la Virgen
en cuyo camarín se sitúa la tan pequeña como
universal talla mariana.

A la salida de la Basílica, ya anocheciendo,
tuvimos la oportunidad de disfrutar de un tiempo libre para las
preceptivas compras o para tomar café en una Plaza del
Pilar que, gracias al buen tiempo, presentaba ese día un
magnífico ambiente.
Desde allí, en apenas cinco minutos a pie,
llegamos a nuestro hotel para descargar las maletas, repartir
las habitaciones y prepararnos para la cena.
La mañana del domingo amaneció también
soleada y con una temperatura de lo más agradable para
la época del año en la que estábamos, de
manera que tras el desayuno, nos dirigimos con el autobús
hacia uno de los monumentos más esperados del fin de semana.

Nos referimos por supuesto al Palacio de La Aljafería,
donde de nuevo nos esperaba nuestra guía Asunción
para recorrer junto a ella los espacios y las estancias más
sobresalientes de este espectacular complejo palaciego primero
musulmán y después cristiano que, en la actualidad,
acoge también la sede de las Cortes de Aragón.

Desde La Aljafería y de nuevo con el autobús,
nos encaminamos al último y más antiguo de los monumentos
programados para nuestra visita por la ciudad de Zaragoza, que
no era otro que el antiguo Teatro Romano de Caesaraugusta, no
hace mucho consolidado y convertido en un agradable y didáctico
espacio musealizado.

Iniciamos la visita precisamente por el museo, centrando
nuestra atención en la maqueta que reproduce cómo
era originalmente el teatro. A continuación y a través
de pasarelas habilitadas para ello, recorrimos su graderío
explicando cada uno de los espacios que conformaban este edificio
destinado para el espectáculo y omnipresente en toda ciudad
romana que se precie.

Finalizada la visita en Zaragoza capital y tras despedirnos
de nuestra guía, el autobús nos recogió junto
a la Basílica del Pilar con el fin de dirigirnos hacia
la Ribera Baja del Ebro para comer en la localidad de Escatrón
y, a continuación, visitar el Monasterio de Rueda, otro
de los puntos clave de nuestro itinerario.

Situado a las mismas orillas del Ebro entre las poblaciones
de Escatrón y Sástago, el Monasterio Cisterciense
de Nuestra Señora de Rueda funcionó hasta hace escasas
fechas como hospedería, estando prevista en el futuro una
segunda reapertura.

De los tres grandes cenobios cistercienses de la
provincia de Zaragoza junto a Veruela y Piedra, el Monasterio
de Rueda, quizás por su emplazamiento bastante alejado
de las principales rutas turísticas, es con diferencia
el más desconocido; sin embargo, puede presumir de ser
uno de los que en mejores condiciones respecto a su conformación
original ha llegado a nuestros días, conservando casi intactas
la mayoría de estancias.

Así, en compañía de su guía
Francisco recorrimos sus diferentes espacios monacales, empezando
por la monumental iglesia, y continuando por el resto de estancias
claustrales: sala capitular, dormitorio, locutorio, sala de monjes,
refectorio, cocina, etcétera. Por último, antes
de regresar al autobús, no dejamos pasar la oportunidad
de acercarnos a su famoso molino de agua.

Desde el Monasterio de Rueda iniciamos el viaje de
regreso a Madrid, realizando por supuesto, antes de llegar a nuestro
destino, las dos paradas preceptivas para viajes de este kilometraje.
Muchas gracias a todos por vuestra compañía.