Guía
de la Ermita de Río-Quintanilla, Burgos
Introducción
Lo que hoy es la Ermita de San Emeterio y San
Celedonio de Río-Quintanilla (Burgos) fue la iglesia
parroquial de uno de los dos barrios en que se dividía
esta localidad. Concretamente, el barrio al que pertenece se conoció
con el nombre de Pinilla y en la actualidad está completamente
desaparecido, quedando únicamente la iglesia.
Para llegar a Río-Quintanilla hay que adentrarse
en sector septentrional de la comarca burgalesa de La Bureba,
en las proximidades de la conocida localidad de Oña. La
carretera es estrecha y tortuosa y atraviesa pequeños pueblecitos
donde la cercanía de sus casas dificulta el tránsito
de grandes vehículos.
No obstante, el amante del arte medieval no quedará
defraudado de la excursión que ha de hacer, pues disfrutará
de adentrarse por el verde y pintoresco Valle de las Caderechas.
El
principal aliciente de la Ermita de San Emeterio y San Celedonio
de Río-Quintanilla es su preciosa integración con
el paisaje, al encontrarse aislada en la ladera de una montaña
rematada en crestas calizas, repleta de vegetación. Es
un lugar donde el espíritu se sublima hasta el punto que
se siente tristeza al abandonarlo.
Como hemos indicado, no quedan restos de viviendas
alrededor y, además, su estructura románica ha sido
poco alterada, salvo por dos estancias añadidas en el costado
septentrional -el que menos queda a la vista- empleadas como baptisterio
y sacristía.
Analizando en sentido estricto su arquitectura, nos
damos cuenta enseguida de que este pequeño templo románico
ofrece formas muy sencillas, lo que es habitual en las iglesias
parroquiales de las recoletas aldeas medievales fruto de las repoblaciones
de los primeros siglos de la reconquista.
Toda ella está edificada con bien cortados
sillares de piedra caliza muy porosa (toba). La heterogeneidad
de este material añade cierta rusticidad estética
al conjunto y dificulta la calidad escultórica.
El templo consta de una sola nave rectangular, unida
a una cabecera compuesta de tramo recto presbiterial y un ábside
de planta semicircular. El hemiciclo del ábside se articula
mediante dos gruesas columnas elevadas sobre sus respectivos plintos.
En cada una de las calles o paños existe un arco apuntado
con los bordes abocelados. El central está horadado por
una aspillera de iluminación. Aquí los canecillos
no son figurados.
Sobre el arco triunfal se dispuso un enorme campanario
tipo espadaña que la da una gran personalidad y que se
avista desde grandes distancias. Se construyó con tres
vanos: las troneras y un campanil. Para acceder a lo alto se añadió
en un momento posterior a la construcción una escalera
de piedra en el costado sur del presbiterio que tapo el doble
vano que lo iluminaba en su origen. La presencia de monumentales
espadañas que cabalgan sobre esta parte del edificio no
es exclusivo de Río-Quintanilla sino que se da en otras
iglesias burebanas como Piérnigas o Los Barrios de Bureba.
El acceso al interior se encuentra en el muro meridional,
entre dos contrafuertes. Tiene dos arquivoltas de medio punto
un tanto irregulares más el guardapolvos. Los apoyos son
las jambas sin columnas y la única decoración son
algunos boceles que suavizan las aristas de la estructura.
El alero de la nave está sostenido por una
serie de canecillos donde abundan cabezas de equinos y cérvidos.