Guía de la iglesia de San Andrés,
Segovia
Introducción
La
iglesia de origen románico de San Andrés está
junto a la plaza ajardinada de la Merced de la capital segoviana.
Por tanto, su ubicación es muy próxima
a la catedral gótica y no dista demasiado de otro de los
edificios emblemáticos de Segovia: el Alcázar.
Este templo parroquial de San Andrés
presenta una soberbia estampa a quienes pasean por la castiza
calle de Daoiz en busca del citado Alcázar, especialmente
si el recorrido se hace durante una mañana soleada.

La razón de tan impactante estampa es
el armónico escalado de volúmenes que ofrecen sus
dos ábsides y el elevado campanario, a pesar de estar construidos
con distintos materiales, como veremos posteriormente.

Arquitectura
La iglesia ha sufrido muchas modificaciones
desde su probable origen del siglo XII o comienzos del XIII. Primitivamente
era un templo de una nave con cabecera de ábside semicilíndrico
con dos galerías porticadas en los costados sur y norte.
En siglos modernos se aprovecharon las arquerías
de los citados pórticos para cegarlas y así ampliar
el número de naves a tres.
De época románica conserva un
gran ábside semicircular de piedra sillar, articulado como
en la vecina iglesia de San Millán, es decir con dos columnas
entregas que crean tres paños con un ventanal de tipo portada
cada uno en el centro. Esta capilla está desviada con respecto
al eje de la nave, hecho que se interpreta como símbolo
de la inclinación de la cabeza de Cristo en la cruz.

Dos impostas corridas a la altura de los cimacios
y de los alféizares de las citadas ventanas dividen el
ábside en tres espacios en sentido horizontal.
Los capiteles de estos ventanales se encuentran
en mal estado por la blandura de la roca caliza segoviana y por
el efecto de la contaminación de épocas pasadas.

Aún así se perciben algunos animales
habituales del bestiario románico, especialmente presentes
en Segovia como sirenas-ave y palomas.

Otro muestra un conjunto de figuras humanas
interactuando entre sí pero se nos escapa el tema iconográfico
que representan.

Pero la iglesia de San Andrés, además,
posee una espléndida y altísima torre campanario
de ladrillo en su costado meridional. Como en San Martín
o San Lorenzo, la integración de un románico muy
puro y materializado en piedra se combina en Segovia con facilidad
con estructuras de ladrillos -llamado a veces "Románico
de Ladrillo"- con algunos guiños musulmanes (arcos
de herradura, frisos de esquinillas, etc.) por lo que también
se le denomina Románico Mudéjar o Mudéjar
Castellanoleonés.

En cualquier caso, estas torres llamadas mudéjares
están mucho más apegadas a las formas clásicas
del románico europeo que sus parientes aragonesas y toledanas,
articuladas internamente de forma distinta y, sobre todo, con
arquerías y decoraciones murales mucho más relacionadas
con lo andalusí.

Este campanario de San Andrés de Segovia
tiene cuatro cuerpos separados por impostas. El más bajo,
de sustentación, es de mampostería encintada mediante
hiladas de ladrillo. Su aspecto por el sur es monótono,
no así su cara oriental donde se decoró con arcos
murales de medio punto de ladrillo, algunos encuadrados por falsos
alfices, además de frisos de esquinillas.

El segundo cuerpo está construido plenamente
con ladrillos. Posee dos ventanales de arcos doblados de medio
punto en cada cara. Los del sur son de herradura.

El tercero y superior -también de ladrillo-
tiene dos niveles de troneras. El inferior con arcos doblados
semicirculares con columna románica de piedra haciendo
las veces de parteluz. En el nivel superior, para aligerar el
peso de la estructura, se abren tres vanos, siendo el del centro
más ancho cuyo arco se aproxima a carpanel para mantener
la misma altura que sus colaterales que son de medio punto.

Como en otras construcciones, a esta torre
se le adosó un pequeño ábside en su lado
oriental. El material no es sillería como el ábside
principal sino de calicanto. Su planta es poligonal y tiene tres
ventanales moldurados de medio punto en los paños centrales.

Al igual que en San Lorenzo y San Martín,
estas torres de ladrillo se levantaron tardíamente. El
tejado que debió ser a cuatro aguas se sustituyó
postreramente por un chapitel de pizarra.
En cuanto a las puertas de ingreso al templo, tanto
las del muro meridional como el septentrional son modernas.
Hay que fijarse en el muro norte que su estructura
aprovecha una galería porticada románica cegada.
En tiempos recientes se ha excavado unos pocos centímetros
en dicho muro para dejar a la vista una de las columnas de es
pórtico lamentablemente oculto.

Tras las reformas barrocas, el interior poco
o nada deja traslucir de su origen románico.