Guía de la iglesia de San Esteban de Ciaño,
Asturias
Introducción
Ciaño
es una localidad del centro de Asturias.
Concretamente es una parroquia del concejo de Langreo,
perteneciente a la Comarca de Nalón. Se encuentra a 220
metros sobre el nivel del mar y tiene 1.141 habitantes.
El principal monumentos de Ciaño (Ciañu)
es, sin duda, la iglesia de San Esteban que como veremos retrotrae
su origen al siglo XII o XIII -aunque con radicales transformaciones
posteriores- y que fue declarada Monumento Histórico Artístico
de carácter Nacional.

Arquitectura
La iglesia de San Esteban de Ciaño
debió ser construida entre los años finales del
siglo XII y los iniciales del siglo XIII por su relación
con otros templos románicos de la vecina Comarca de la
Sidra como, por ejemplo San Juan de Amandi, con la que comparte
algunos aspectos estilísticos e iconográficos.

Lo primero que se siente al acercarse al templo de
San Esteban de Ciaño es un total desconcierto puesto que
lo que vemos se asemeja a formas arquitectónicas románicas
pero de un tamaño totalmente sobredimensionado y matices
formales un tanto artificiales.
En efecto, aunque la iglesia románica se construyó,
como hemos dicho, en una fecha próxima al año 1200,
el actual edificio es de estilo historicista, concretamente neorrománico.
La iglesia medieval conservaba dos buenas puertas románicas
y se aprovecharon para insertarlas en un enorme edificio a la
moda por aquellos tiempos, dentro del movimiento cultural del
romanticismo, cuando se redescubrió el encanto de la arquitectura
medieval -largamente despreciado desde los siglos XV-XVI- y puesto
en valor a mediados del XIX especialmente en Francia.

Como es sabido, la segunda mitad del siglo XIX y
las primeras décadas del XX vivieron desarrollarse todo
un "revival" de la arquitectura medieval: prerrománica,
románica, gótica, mudéjar y hasta andalusí.
En Asturias el referente más importante es la Basílica
de Covadonga.
De hecho el edificio anejo a la iglesia en su costado
oriental, actual sede de la Sociedad de Festejos y Cultura Amigos
San Esteban de Ciañu presenta una fachada evidentemente
inspirada en Santa María del Naranco, edificio prerrománico
asturiano del siglo IX.
Este templo tiene una nave, transepto y cabecera.
Encima del imafronte se construyó una torre campanario
decorada con lesenas de inspiración lombarda y un cuerpo
de campanas con ventanas neorrománicas de tipo portada.
Encima se corona con una estatua del sagrado corazón de
Jesús.
Las puertas románicas auténticas
Una vez introducida una breve historia del edificio
actual que constituye la iglesia de San Esteba de Ciaño
con su reconstrucción historicista romántica, nos
centraremos en las dos puertas originales que se han conservado
bastante bien.

La puerta más sencilla es la que actualmente
encontramos en el muro meridional del edificio. Es una estructura
relativamente sencilla con dos arquivoltas apuntadas. La interior
es de rollos zamoranos, es decir angrelada mediante dovelas terminadas
en dos lóbulos exteriores que dejan un hueco entre ellas.
La arquivolta exterior es zigzagueada con molduras
tanto en el exterior como en el intradós. Por su parte,
el guardapolvos es ajedrezado con tres filas de tacos alternantes.

Los apoyos son las jambas y una pareja de columnas
cuyos cimacios se impostan. Sus dos capiteles se centran en temáticas
zoomorfa y simbólica. El derecho desde el punto de vista
del observador muestra dos sirenas-ave entre volutas.

El capitel izquierdo también ofrece animales
fabulosos, siendo en este caso dos sirenas-pez o nereidas de doble
cola, también enmarcadas por volutas.

Ambas bestias fantásticas parecen incidir
en una mensaje común: los peligros de la tentación.

Más relevante es aún
la puerta románica situada en el imafronte o fachada occidental
y que debió ser la portada principal del templo románico
del siglo XIII. Se abre en un cuerpo resaltado o arimez con un
tejaroz sujeto por un total de seis canecillos bastante maltratados
aunque se adivina una cabeza humana, un cuadrúpedo (quizás
un jabalí) y una figura simiesca.

Las arquivoltas son tres. La interior
lleva boceles y escocias con bezantes y pequeñas pirámides.
La intermedia tiene cabezas triangulares de animales que rodean
con su boca o pico el ancho baquetón de la misma. Esta
curiosa iconografía se conoce como "beak-heads",
"cabezas de pico" o "cabezas rostradas", que
también encontramos en otras iglesias asturianas y leonesas
como Arbás del Puerto, Santa María de Lugás,
San Esteban de Aramil, San Juan de Mieres y San Juan de Amandi.
También encontramos estas cabezas en una de la puertas
de la iglesia cántabra de Santa María de San Vicente
de la Barquera.

Su procedencia es anglonormanda y su origen lo podemos
imaginar en la influencia del románico británico
(aunque también podemos encontrarlas en el románico
francés de las regiones atlánticas) sobre nuestra
costa cantábrica. En la época de la construcción
de estos templo románicos del norte de España existía
una incipiente relación comercial con las Islas Británicas
y, sobre todo, el viaje en barco de peregrinos que queriendo arribar
a Compostela eran transportados a la costa septentrional de los
reinos de León y de Castilla.

Así tenemos nuestras cabezas de pico, más
o menos similares a las de la iglesia de San Esteban de Ciaño,
en las iglesias de St Ebbe de Oxford, Barford St Michael, St Mary
the Virgin Church de Iffley, etc.
Por último, la arquivolta exterior lleva el
recurrente zigzagueado con las molduras perladas. El guardapolvos
lleve filas paralelas de figuras geométricas (rombos) que
forman estrellas.

En los capiteles se narran diversos
temas. Uno de ellos lleva dos centauros sagitarios (algunos autores
los identifican como onocentauros) disparando sus flechas a una
cabeza que parece femenina cuyas manos agarran las colas de las
bestias.

Los tres capiteles derechos según
el punto de vista del espectador son historiados, aunque de iconografía
no totalmente clara.

El del extremo derecho muestra en su cara interior
a dos hombre en lucha tipo pancracio, motivo muy común
en el románico. La cara externa está peor conservada
pero parece mostrar a un músico con fídula junto
a una bailarina tocando un instrumento de percusión tipo
pandero.

Más dificultad entraña el central donde
aparecen una serie de personajes frontales si bien uno de ellos
se encuentra meteorizado, impidiendo una correcta interpretación
(Martirio de San Juan Bautista).

Por último tenemos el capitel
interior que muestra, en este caso sin ningún problema
de interpretación, el pasaje bíblico de la lapidación
de San Esteban con diversos hombres albergando piedras en sus
manos y el diácono arrodillado rogando con sus manos a
Dios con el cuerpo repleto de proyectiles.

De la cabeza del mártir sale una cabecita
infantil envuelta en un lienzo cuyos extremos se convierten en
alas angelicales, en representación de la elevación
del alma al Cielo.
