Guía de la iglesia de Tirgo, La Rioja
Introducción
La
localidad de Tirgo se halla en la esquina noroeste de la Comunidad
Autónoma de La Rioja, concretamente el la Comarca de La
Rioja Alta (Subcomarca de Haro) donde es protagonista el río
Tirón y algunos de sus afluentes. Se ubicada en un paraje
situado a 521 metros sobre el nivel del mar y cuenta aproximadamente
con un censo de unos 170 habitantes.
Se piensa que su origen es el de la localidad
de Autrigón, perteneciente a esta tribu íbera prerromana.
Este topónimo evolucionaría a Trigón y luego
a Tirgo. También podría ser que el propio río
Tirón adquiriese su nombre heredado del citado poblado.
Aunque la información se basa en documentos
de autenticidad insegura, la primera mención del lugar
sería la de un cenobio: el Monasterio de "Santa María
de Tirbo" que en el año 978 fue donado al Monasterio
de Covarrubias y posteriormente al de Santa María la Real
de Nájera. El templo monástico pudo estar muy cerca
de la actual iglesia románica de El Salvador o, incluso
en el mismo lugar. Hay que decir que en los años 90 del
siglo pasado se realizaron trabajos arqueológicos en la
Plaza de la Iglesia y se halló una necrópolis del
siglo X con tumbas incluso debajo del templo actual. Ello induce
e pensar en que ambos edificios se ubican en el mismo lugar, aunque
el templo monástico original sería una modesta iglesia
prerrománica más pequeña que la que tenemos
ahora, que posiblemente es de finales del siglo XII hasta bien
entrado el XIII.
En efecto, alrededor del año 1200 se
empezaría a construir la iglesia de Tirgo -por algún
autor- vinculada a los templarios- que tiene la advocación
de la Transfiguración de El Salvador. En su edificación
trabajaron más de un taller porque hay diferencias sensibles
entre la escultura de los capiteles y canecillos del ábside,
las piezas escultóricas de los muros laterales y también
entre ambas series y los capiteles del arco triunfal.
En época moderna, entre los siglos XVI
y XVII, la iglesia románica va a sufrir una serie de aditamentos
como la construcción de una sacristía al norte del
ábside que tapa parte del tambor incluyendo casi todo el
ventanal septentrional, más dos capillas abiertas a ambos
muros presbiteriales norte y sur. También es moderna la
torre-campanario de la esquina noroeste del templo.
En el siglo XVIII (1785) se colocó el
actual retablo barroco que, por desgracia, tapa interesantes aspectos
del ábside medieval: los tres ventanales románicos
en su vertiente interior y un conjunto de pinturas murales góticas
descubiertas en 1962.
En 1969, la iglesia de El Salvador de Tirgo
fue declarada Monumento Histórico Artístico.
En los años 50 y 70 del siglo XX, la iglesia de Tirgo gozó
de campañas de restauración. En la última
de las citadas se reconstruyó la espadaña siguiendo
la forma que mostraban los indicios de la preexistente y que se
halla ubicada sobre el arco triunfal.
Años más tarde, en los 90 se
descubrió la necrópolis citada y se estudió
el ancho muro de sillería que corre paralelo a la iglesia
por su costado septentrional. El espacio delimitado es conocido
en el pueblo como "El Cortijo", cuya original edificación
corresponde al siglo XIII y que debió tener función
defensiva y/o funeraria, y posteriormente se emplearía
para beneficio común de los habitantes de Tirgo.
Arquitectura
La iglesia parroquial de El Salvador de Tirgo
es un ejemplo esencial y paradigmático del románico
rural que vamos a encontrar en la comarca del Río Tirón
y en general en la esquina noroccidental de la comunidad de La
Rioja.
Se trata de un noble edificio románico
construido con cuidada sillería de roca arenisca. Tiene
la virtud, no siempre presente en los edificios románicos
rurales, de haberse abovedado completamente.
Orientado canónicamente, dispone de
una habitual y clásica planta de nave rectangular de tres
tramos unida a una cabecera formada por presbiterio más
estrecho que la nave y ábside semicircular también
más angosto que el presbiterio. Una espadaña de
dos vanos se construyó sobre el arco triunfal como sucede
en otras iglesias románicas españolas, aunque la
actual está muy reconstruida. Finalmente, se añadió
una torre moderna al norte del tramo de los pies.
Reformas posteriores modificaron el aspecto de los flancos meridional
y septentrional.
Es más que probable que el grueso del
edificio, que podríamos tildar de tardorrománico,
se construyese en más de una etapa. La cabecera -como sucede
habitualmente- sería la parta más antigua (próxima
al año 1200) y es notorio que se trata del sector más
cualificado, especialmente en el ámbito de la escultura
de los capiteles y canecillos de la cornisa.
Por su parte, la nave sería posterior,
edificada ya adentrados en el siglo XIII, en especial la puerta
sur que luego describiremos.
Como en casi todos los casos del románico
de la comarca del río Tirón y de la Rioja Alta,
lo más destacable es su bien construido ábside.
Exterior
Ábside
El ábside de la iglesia de Tirgo
es semicilíndrico y está muy bien articulado. Es
una pena que se encuentre agobiado, incluso parcialmente tapado,
por la sacristía y dos capillas posteriores.
La articulación vertical y horizontal
corría a cargo de cuatro fuertes columnas entregas, (de
las que quedan tres en la actualidad porque una de ellas se suprimió
durante le adición de la sacristía), impostas corridas
y dos ventanales visibles -de los tres que existieron en origen-
de gran hermosura.
Dos capiteles de las citadas columnas entregas
son historiados: uno con una mujer con serpientes en los pechos
rodeado de dos demonios y el otro con un Cristo en Majestad flanqueado
por un ángel y un ave.
Los ventanales llevan arquivoltas aboceladas
y de escocia con bolas, además de chambrana con dos franjas
paralelas de estrellas de cuatro puntas. Algunos capiteles también
son historiados, como el que lleva una esquemática sirena-pez
de doble cola, animal fabuloso muy representado a lo largo y ancho
del románico europeo. Su simbolismo tiene que ver con la
tentación. En otro ventanal hay dos aves bebiendo o picando
de una planta. El resto de las cestas son vegetales: grandes hojas
y piñas.
Los canecillos son muy interesantes pues ofrecen
una escultura de calidad vinculada a la catedral riojana de Santo
Domingo de la Calzada. En ellos quedan representados dos personas
con un libro en las manos (uno parece estar escribiendo o realizando
alguna labor sobre el suyo), cabezas masculinas, la cabeza girada
de una mujer, una cabeza de un bóvido, otra cabeza probablemente
de un demonio con llamas en lugar de cabello, un ave atrapando
un pequeño cuadrúpedo, etc.
Sin duda, estos canecillos y los capiteles
de las columnas entregas fueron materializados por un taller más
cualificado que el que se ocupó de las cornisas laterales
sur y norte. En estas, las grandes protagonistas son cabezas humanas,
si bien también encontramos cabezas de animal, un cuadrúpedo,
un águila atrapando a un presa, etc.
Puertas
Para entrar en el templo existían dos
portadas. La meridional parece la más tardía y exótica
puesto que sus arquivoltas baquetonadas arrancan desde el suelo
o desde un podium bajo (los baquetones llevan basa a modo de columnas)
sin intermediar capiteles, impostas u otros elementos de conexión
entre el tramo cuadrado y el semicircular.
Esta morfología de puerta poco convencional
la encontramos, sin embargo, en la vecina catedral de Santo Domingo
de la Calzada, concretamente en la puerta occidental, y muy probablemente
se inspire en ella. La chambrana lleva
flores de morfología rectangular con ocho pétalos
y botón central.
Por su parte, la puerta del muro occidental
estuvo cegada y oculta hasta una de las restauraciones de que
ha gozado la iglesia de Tirgo. Parece estar construida en dos
fases. La primera tenía baquetones que arrancaban desde
el suelo -de modo similar a los casos citados anteriormente- pero
luego se envolvió con una estructura más "ortodoxa"
mediante dos arquivoltas de gruesos boceles que apoyan sobre impostas
y dos parejas de columnas con capiteles vegetales.
Tampoco es descartable que la secuencia fuera
la inversa, pero el caso es que se aprecian con facilidad dos
campañas constructivas que han generado una cierta irregularidad
en su ensamble.
Sus cuatro columnas llevan capiteles vegetales.
La chambrana -como sucede en la puerta sur- lleva flores de ocho
pétalos.
Otro aspecto destacable es que dicha puerta está
descentrada respecto al eje del imafronte, lo que puede ser consecuencia
de una traslado y remonte en época posterior. Encima hay
un ventanal de tipo portada.
Interior
El abovedamiento del templo es de medio cañón
apuntado para la nave y el presbiterio, mientras que el ábside
tiene la habitual bóveda de horno apuntada igualmente.
La correspondiente a la nave lleva fajones sobre responsiones.
El arco triunfal es doblado y apuntado, de
fuerte construcción para poder soportar la espadaña.
Este arco nace de dos columnas adosadas a pilastras. Uno de sus
capiteles muestran dos parejas de arpías macho con bonete
cuyas colas anilladas en un primer momento parece que se prolongan
en árboles leñosos. De las volutas superiores penden
piñas.
En el otro se esculpió el pasaje de
la Adoración de los Magos aunque está bastante mutilado
pues ha desaparecido parte del cuerpo del tercer mago, mientras
que de las imágenes de la Virgen, el Niño y San
José sólo queda una especie de impronta pétrea.
Los capiteles de las responsiones de la nave
son bastante más sencillos: hojas vegetales que dibujan
una especie de letra "U" rematada en pequeños
cogollos de los que penden piñas.
Como indicamos anteriormente, el retablo del
siglo XVIII cubre buena parte del ábside, lo que incluye
los tres ventanales y unas pinturas murales góticas que
representan un Calvario.
En el espacio inferior del campanario actual
se encuentra la pila bautismal románica de forma caliciforme.