Guía
de la iglesia de Sant Martí de la Cortinada, Andorra
Introducción
La
iglesia de Sant Martí de la Cortinada se localiza
en la localidad de La Cortinada, al norte de la localidad de Ordino,
en el Principado de Andorra. El edificio es de origen románico,
pero ha sufrido diferentes e importantes remodelaciones a lo largo
del tiempo, sobre todo en los siglos XVI y XVII.
Pese a las reformas, una de las características
más significativas del templo es que conserva in situ una
parte de las pinturas románicas originales, realizadas
a finales del siglo XII por el conocido como Maestro de La Cortinada.
Arquitectura
La iglesia románica original estaba formada
por una nave y un ábside orientado hacia el este, como
es preceptivo en la arquitectura románica, con la torre
campanario en la esquina suroeste. Como veremos a continuación,
en época moderna se amplió la nave en dirección
al norte, creando una nueva cabecera. De este modo el ábside
románico pasó a convertirse en una capilla más
de la nueva iglesia.
Como consecuencia de lo anterior, Sant Martí
de la Cortinada, en su estado actual, es un templo con nave central
cuadrada con ábside situado al norte y cuatro capillas
laterales, dos a cada lado.
En origen, el templo estaba cubierto con una bóveda
de cañón, de la que se conservan actualmente dos
de los arcos fajones. Actualmente la cubierta es de manera y a
dos aguas. El antiguo ábside románico, que también
sufrió modificaciones en el siglo XX, se cubre con bóveda
de horno.
El ya citado campanario se ha conservado bien de
la obra románica original. Está construido con sillarejos
muy toscos y mampostería, salvo las esquinas donde se emplearon
algunos bloques algo más regulares. Tiene un cuerpo de
campanas con vanos bíforos, uno de ellos sin mainel al
haberse eliminado para alojar una campana de mayor tamaño.
Por el material constructivo, la presencia de ajimeces con mainel
con capitel de zapata y algunos arquillos murales, a esta torre
hay que calificarla de lombarda o "lombardista".
Interior
La nave moderna es bastante ancha y diáfana.
La primera capilla se sitúa en la base del
campanario y está dedicada a San Antonio Abad. En ella
podemos observar un retablo barroco fechado en el siglo XVII.
Al lado opuesto se sitúa la capilla del Santo Cristo que
no es otra cosa que el ábside de la iglesia románica
primitiva, del que ya hemos hablado. En esta capilla se situaba
un retablo barroco obra del Mestre de Tuxent, fechado a finales
del siglo XVI. Actualmente se conserva en la Casa del Vall.
Pinturas
Al desmontar el retablo de la iglesia en el año
1968, se descubrieron las pinturas románicas murales que
centran gran parte de nuestro interés. Las del propio ábside
están perdidas. Sin embargo, en los muros laterales del
antiguo presbiterio y en su bóveda de medio cañón
se han logrado preservar algunos espacios pintados en buen estado.
Las pinturas son un ciclo pictórico pero su
iconografía plantea problemas. Por una parte, está
incompleto pues seperdieron las absidales; por otra, es una mezcla
de historias locales con biografías de algunos santos.
Se han podido identificar algunos de ellos como San Martín
de Tours o San Bricio, gracias a que se han conservado las inscripciones
identificadoras.
Uno de los aspectos destacados de las pinturas murales
de Sant Martí de Cortinada es la ausencia de rasgos italobizantinos
(influencia bizantina llegada a esta parte de Europa a través
de Italia), como es norma en el resto de los frescos andorranos
y en casi todo el arte románico pirenaico, como es el caso
de Cataluña. Por ello se cree que este conjunto pictórico
es muy tardío, de finales del siglo XII.
Las pinturas fueron restauradas entre 1969 y 1970,
y desde entonces se han realizado varias intervenciones destinadas
a su conversación.
Capillas
Las dos últimas capillas, las más próximas
al altar mayor, contienen ambas retablos barrocos datados entre
finales del siglo XVII e inicios del XVIII. El ábside barroco,
al norte, es de planta cuadrada. Está flanqueado por dos
estancias. En una de ellas se localiza la sacristía, en
la otra una reducida sala con una pila de pequeñas dimensiones.
El retablo del alta mayor es también de cronología
barroca y está dedicado a San Martín de Tours, santo
patrono. Se desconoce la autoría del retablo, pero sí
se sabe que el pintor del retablo fue el Mestre d'Ansalonga.
La iglesia, además, conserva interesante mobiliario
litúrgico, como una silla renacentista de tijera o el frontal
de altar de tela, restaurado en 1996. A la entrada del templo
se conservan dos pilas bautismales fechadas en el siglo XII. También
destacan el carillón policromado y los bancos barrocos
con decoración esculpida en madera.
Finalmente, conviene mencionar que este templo fue
uno de los más importantes de Andorra entre el siglo XVIII
(momento en el que se realizan una gran parte de las reformes
y se incluyen los retablos barrocos) e inicios del siglo XIX.