Guía
de la iglesia de San Vicente del Valle, Burgos
Introducción
A
unos 50 km. de Burgos, al norte de la Sierra de la Demanda, en
la comarca de la comarca de los Montes de Oca, se encuentra la
localidad de San Vicente del Valle, bañada por las
aguas del río Tirón.
La iglesia homónima se sitúa en las
afueras del pueblo en una zona de valle rodeada de campos de labor
y pinares, un lugar de gran belleza.

Historia constructiva
Los últimos estudios que se han realizado
en torno a este edificio apuntan hacia una historia constructiva
compleja, en la que hubo diferentes fases constructivas, que dieron
lugar a dos iglesias, construidas una sobre la otra. Los diferentes
autores no se ponen de acuerdo con respecto a la cronología.

En la última intervención, realizada
en 1994, se concluyó que el edificio primigenio sería
del siglo VI, de época visigoda, pero la lectura de los
paramentos que se ha realizado recientemente la retrasa a las
primeras décadas del siglo IX, aunque reutiliza elementos
anteriores.

Sea como fuese, unos años más tarde
el templo se amplió y, seguramente sin salir de esa centuria,
se rehizo casi por completo reutilizando los materiales de la
construcción anterior.

Este edificio, que es el que vemos en la actualidad,
estaría constituido por una nave única, con dos
vanos de acceso en el muro sur y en el muro norte, este último
cegado, aunque todavía puede verse a simple vista.
En los primeros años del siglo X, se construyó
la cabecera cuadrangular, que sustituye a otra anterior cuyas
dimensiones debían ser más reducidas, y se añadió
un pórtico junto al muro sur.

En el siglo XIII el edificio se volvió a reformar,
para adaptarlo a las necesidades cultuales. En este momento se
rehizo el vano de acceso del lado meridional, el arco del triunfo
del ábside y la parte inferior de la espadaña que
se levanta sobre el muro de los pies.

Todo ello motivó que en el año 1224
el obispo Mauricio volviese a consagrar el templo. Dos inscripciones,
situadas tres de las dovelas superiores y en el salmer izquierdo
del arco de la puerta de acceso atestiguan este hecho. En ellas
puede leerse, respectivamente:
CONSECRATA EST ECCL IA ISTA
SANTE MARIE P MANVM MAVRICII
BVRGENSIS EPISCOPI ALTERA
DIE POST FESTUM SANTI
BRICI
ANNO GRACIE MCCXXIIII
ERA MCCLXII IN MAIORI ALTARE
RECODITE RELIQUIE MR SANTI
FORI
CONSECRA
EST ECCL IA
ERA MCCLXII

La traducción de estas inscripciones vendría
a decir:
Esta iglesia de Santa María
fue consagrada por Mauricio, obispo de Burgos, al día siguiente
de la fiesta de san Bricio en el año de gracia de 1224,
era hispánica de 1262. En el altar mayor están depositadas
las reliquias de los mártires san Cristóbal
Consagrada esta iglesia en la era
hispánica de 1262
A lo largo de los siglos posteriores el edificio
sufrió diversas reformas que alteraron sustancialmente
su esencia medieval. Entre los siglos XVI y XVII la cubierta de
madera original se cubrió con unas falsas bóvedas,
y se aumentó la altura de la espadaña que se encuentra
a los pies, cegándose los huecos para las campanas de la
estructura medieval, aunque todavía pueden verse.

De esta forma el edificio sobrevivió hasta
nuestros días. Pero en 1985 estuvo a punto de sucumbir,
presa de la desidia y el olvido de las instituciones. Ese año
un incendió devoró la cubierta original de madera,
provocando el derrumbe de las falsas bóvedas que la cubrían.

Tras este suceso no se realizó ninguna intervención
inmediata, por lo que, poco tiempo después, una parte de
los muros también se vinieron abajo. Fue entonces cuando
el párroco del pueblo, Daniel Gómez Martínez,
aficionado a la historia del arte, reconoció las ventanas
de la parte superior de los muros, y algunas piezas con inscripciones
epigráficas de época romana que se reutilizaron
en el edificio. Se puso en contacto con varios especialistas para
que certificaran sus sospechas sobre la antigüedad del edificio
y por fin, en 1994, la administración financió la
restauración del edificio que fue reinagurado un año
después.
El edificio
Se trata de una construcción de una sola nave,
con cubierta de madera, que se traduce en el exterior en la ausencia
de contrafuertes, y construida con grandes sillares de piedra.
El aula remata en una gran cabecera cuadrangular, realizada en
mampostería.

El interior se ilumina por medio de cinco conjuntos
de ventanas geminadas con arcos de herradura situados en la parte
de los dos muros y sobre el arco del triunfo absidial. Por debajo,
en el muro sur, hay otros cuatro vanos con un sencillo arco de
medio punto. Aunque originalmente contaba con dos puertas de acceso,
en los muros norte y sur, en la actualidad sólo se mantiene
esta última, con un arco de medio punto en donde se concentra
la mayor parte de la decoración exterior de la iglesia,
en dos filas de billetes que recorren el cimacio y la chambrana.
También hay que llamar la atención sobre la cornisa
que recorre en todo su perímetro la parte superior de la
cabecera, con una decoración formada por motivos geométricos
y vegetales.

En el interior puede verse una tumba a los pies del
edificio, y una pequeña exposición con los capiteles
romanos y altomedievales de las ventanas de la parte superior
del muro, así como unas estelas románicas que aparecieron
en la restauración y la campaña arqueológica
que se emprendió en los años 90. En la cabecera
puede verse el grupo escultórico del Calvario, realizado
a finales del siglo XV.

(Autor del texto
del artículo/colaborador de ARTEGUIAS:
Víctor López Lorente)