Guía
monumental (arte e historia) de Uncastillo, Zaragoza
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Uncastillo |
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Zaragoza |
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Cinco
Villas |
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Introducción
a la guía de arte (monumentos y rutas) de Uncastillo, Zaragoza
Historia
y descripción de Uncastillo
Uncastillo
es de esas poblaciones -afortunadamente hay más de las que
uno se puede imaginar- que podríamos llamar no sólo
"medievales" sino más concretamente "románicas".
Y es que Uncastillo tiene media docena de iglesias o restos románicos
de entidad y un castillo de la época.
Todo ello,
junto al hermoso entramado de sus estrechas y empinadas callejas
rodeadas por casas de piedra, tranmiten al visitante un intenso
ambiente medieval.
No en vano,
Uncastillo fue declarada Conjunto histórico-artístico
en 1966 y no tiene nada que envidiar a otras poblaciones emblemáticas
de las Cinco Villas, como Sos del Rey Católico o Ejea de
los Caballeros.
Aunque
se sabe de la existencia de pobladores prerromanos y romanos en
estas tierras, el principal impulso de Uncastillo llega con la reconquista
aragonesa del castillo árabe (que, por cierto, da nombre
al lugar) allá por el siglo X.
El siglo XII
es el momento de mayor esplendor de toda esta comarca y, como en
Sos, Ejea, etc., se levantan numerosos templos en estilo románico.
Pero los buenos
años durarán poco, pues a medida que la Corona Aragonesa
reconquista territorios meridionales a los musulmanes, estas abruptas
tierras pasarán, no sólo a la retaguardia militar,
sino a un segundo plano económico en beneficio de las fértiles
tierras levantinas que se conquistan a mediados del siglo XIII.
Será
ese rápido declive económico el que ha permitido conservar
tantos y tan buenos edificios medievales en Uncastillo.
Entre los principales
monumentos de Uncastillo, citaremos las iglesias de Santa
María, San Martín, San Juan, San
Felices, San Lorenzo y San Miguel, además
de su interesantísimo castillo.
Monumentos
de Uncastillo
Iglesia
de Santa María
Llegando a
la villa por el camino más habitual -es decir, por Sádaba,
de la que dista 15 km-, el viajero, nada más cruzar el río
local, el Riguel, se encuentra frente a uno de los monumentos mayores
de la villa: la colegiata de Santa María. Fue comenzada en
el siglo Xll, siendo consagrada en 1155.
Más
tarde se erigió la alta y característica torre-fortaleza
de los pies. De estilo gótico, es muy similar a la del Salvador
de la vecina población de Ejea de los Caballeros.
Más
tardíos son el claustro y sacristía, de estilo renacentista
(1556).
Pero los elementos
más interesantes y peculiares del templo son románicos.
Para empezar hay que hablar de su buena fábrica de sillería
y rotundas formas arquitectónicas, formadas por una sola
nave abovedada con medio cañón,
y ábside semicircular con bóveda de horno.
Exteriormente,
dicho ábside
está segmentado en paños por lisos contrafuertes.
Entre éstos se abrieron una serie de delicados ventanales.
Pero lo mejor, una de las grandes sorpresas de la iglesia de Santa
María de Uncastillo, es la excelente colección de
canecillos.
En efecto,
tiene la cornisa un completo repertorio de escenas magníficamente
talladas, donde aparecen hombres y mujeres abrazándose, escenas
de juglares, músicos y bailes, caras haciendo gestos grotescos,
etc.
El otro elemento
de máximo interés que encontramos en el exterior del
templo es su hermosa portada meridional. Tiene ésta un conjunto
de arquivoltas semicirculares primorosamente talladas. También
los tres pares de columnas participan de tanta exuberancia, no sólo
mediante capiteles iconográficos sino con sus fustes decorados
(torsos, entrelazos...)
Las
arquivoltas llevan gran profusión de esculturas de temáticas
similares a las de los canecillos, especialmente escenas juglarescas
de gran sensualidad.
Encima de esta
puerta, a gran altura, hay que fijarse en un magnífico Pantocrátor,
algo deteriorado, pero de gran belleza.
Esta escultura
incrustada en el muro no es la única que muestra la iglesia
de Santa María.
Precisamente,
en la fachada occidental de la iglesia hay un tímpano de
una puerta románica desaparecida que fue incrustado en el
hastial y que muestra la Adoración de los Magos.
Iglesia
de San Martín
Otro
de los edificios de obligada visita en Uncastillo es la iglesia
de San Martín, casco adentro de la villa y junto a una de
las subidas al castillo.
Se trata de
un templo consagrado en 1179 y que, aunque fue reformado en el siglo
XVI, conserva importantes elementos de su primitiva fábrica
románica, tales como la portada y el ábside
Es el ábside
el elemento más destacable, sobre todo en su interior, por
estar decorado por un excelente conjunto de estatuas-columna que
representan a los apóstoles.
Exteriormente
llama la atención el perfecto volumen de su poderoso ábside
de sillería. Muestra arquerías murales que recuerdan
lejanamente la articulación lombarda y sobre las pilastras
de las mismas, se adosan sendas columnas que llegan al alero. En
cada paño, ventanales con arquivolta y columnillas.
También
se conserva la puerta, cubierta y parcialmente tapada por un pórtico
gótico.
El resto del
templo corresponde al momento del gótico tardío, estilo
que alcanza su mejor expresión en interesantes elementos
como la curiosa torre fortaleza o algunos retablos del interior.
Más
información de la Iglesia
de San Martín de Uncastillo
Iglesia
de San Juan
La iglesia
de San Juan está situada sobre un cerrete a las afueras
de Uncastillo, cuya mejor vista es precisamente desde los pies de
la ya citada iglesia de Santa María.
Su aspecto
exterior es de austeridad casi castrense. Muestra una sola nave
y cabecera con ábside semicircular. Tiene dos capillas o
absidiolos que simulan exteriormente un crucero. Toda la fábrica
es de sillería y su articulación muraria y decoración
escultórica es prácticamente nula. Sólo contrafuertes
y aspilleras en el ábside y canecillos de perfil de nacela.
La puerta, en el lado meridional, tiene arquivoltas planas, tímpano
liso y jambas sin columnas.
En ell interior,
además del abovedamiento del edifico, lo más destacado
son las notables pinturas murales del absidiolo sur.
Más
información de la Iglesia
de San Juan de Uncastillo
Iglesia
de San Felices
La iglesia
de San Felices tiene dos importantes portadas cuyas mochetas y tímpanos
están esculpidos por el taller del Maestro de San Juan de
la Peña.
La puerta meridional
lleva un tímpano con el martirio del santo que es arrastrado
por dos caballos en presencia de sus verdugos y de un ángel,
quizás en espera de recoger su alma.
La portada
norte, cegada, también muestra otro magnífico tímpano
esculpido por el taller del Maestro de San Juan de la Peña.
En este caso, tenemos a dos ángeles que sujetan un crismón
trinitario.
El
Castillo de Uncastillo
El Castillo
es el origen de la población. Está ubicado en la llamada
Peña de Ayllón, en la parte cimera del casco antiguo.
Tiene origen árabe,
con importantes partes construidas en época románica
y más tarde gótica (siglo XIV).
Lo más
destacable es la torre del homenaje románica, del siglo XII-XIII,
construida como un gran prisma de sillería con remate almenado
y varios pisos interiores que fueron remodelados en el el siglo
XIV.
De este último
siglo también es la esbelta torre octogonal perteneciente
el palacio de Pedro IV, del que quedan parte de las dependencias
adosadas con esbeltos arcos góticos.
El resto del
solar del castillo está lleno de ruinas arqueológicas,
entre las que destaca el arranque de otra torre similar a la primera
descrita.
Otras
iglesias románicas de Uncastillo
De
la antigua parroquia de San Miguel, lo más valioso,
su portada, se perdió irremediablemente para ir al Museo
de Boston, como otras tantas obras de arte románicas españolas
expatriadas por la incuria de los padres de la patria.
No mucho mejor
están las ruinas de la iglesia de San Lorenzo. Del
destrozado templo queda una soberbia puerta con un expresivo tímpano
que muestra al mártir en la famosa parrilla, y excelentes
capiteles en el interior de sus muros.
Otros
monumentos
la iglesia
de San Andrés (situada en la calle Mediavilla, con
interesantes pinturas murales del siglo XVI) y el edificio renacentista
del Ayuntamiento (concluido en 1568), así como numerosas
casas del casco antiguo (entre ellas, la denominada La Lonjeta,
en las cercanías de la iglesia de San Martín), ponen
punto siguiente a un bellísimo y mal conocido conjunto.