Arte
Gótico en Castilla La Mancha
Las
catedrales góticas de los siglos XII y XIII
Cuando el
gran gótico penetra en España a finales del siglo
XII y sobre todo la primera mitad del XIII, los territorios que
actualmente ocupan la Comunidad de Castilla La Mancha se encontraban
todavía en zona inestable desde el punto de vista militar
en relación al mundo islámico almohade de Al Andalus.
Salvo la emblemática Toledo que fue tomada y conservada desde
1085 -no sin bastantes esfuerzos- otras grandes poblaciones tuvieron
que esperar un siglo para su reconquista.
Hay
que recordar que SIgüenza, muy al norte de Guadalajara, tuvo
que esperar al año 1124 para su reconquista, mientras que
Cuenca lo fue en 1177. Todavía las tropas castellanas sufrieron
un fuerte varapalo en Alarcos en 1195, lo que retrasó la
reconquista y repoblación estable del sur de la actual comunidad
(Ciudad Real debió esperar a ser fundada hasta 1255)
Por ello,
hay que esperar a la batalla de las Navas de Tolosa (1212) para
que se crease la suficiente estabilidad política y prosperidad
económica para que se acometieran o reanudasen vigorosamente
las grandes fábricas catedralicias.
Catedral
de Sigüenza
En
el caso de Sigüenza, lo que fue un arranque plenamente románico
(sexta década del siglo XII) con cabecera de cinco ábsides
escalonados semicirculares, se desarrolló hasta 1221 en un
estilo que podríamos denominar "protogótico"
y que se refleja en los muros perimetrales con ventanas de medio
punto y la parte baja de la fachada con sus portadas aún
románicas. Ya en el siglo XIII se construyeron los pilares
languedocianos de la nave central y se abovedaron las naves laterales.
En el siglo XIV se aboveda la nave central.
Dos
siglos después -en el siglo XVI- sufre una
radical reconstrucción de la cabecera con la eliminación
de buena parte de los ábsides románicos y se construye
un deambulatorio. Por último, también ha sufrido algunas
restauraciones reprobables -como la de la postguerra- con la invención
del cimborrio.
Desde
el punto de vista estilístico es interesante la evolución
de edificio, pasando por el románico, después por
un protogótico hispano-languedociano, el abovedamiento con
sexpartitas y otros rasgos del gótico de la Isla de Francia
a un gótico más maduro.
Catedral
de Cuenca
La
Catedral de Cuenca es una de las más importantes catedrales
góticas de España a pesar de ser bastante menos conocida
que sus parientes de Toledo, Burgos, León... Lo más
destacado del edificio es que pertenece a un planteamiento muy inicial
del gótico, ligado al arte franconormando del siglo XII francés,
como las catedrales de Sason y Laon.
Inicialmente,
como en Sigüenza, se comenzó una cabecera más
bien románica, con cinco ábsides escalonados, transepto
y tres naves en el cuerpo principal. Las obras se desarrollaron
en el siglo XIII en que se construyó el mal llamado triforio,
tan original como hermoso, al tener ventanales moldurados y decorados
con estatuas de ángeles y un óculo superior que ahorra
el piso del claristorio como fuente de iluminación, aunque
restando altura. Las bóvedas, coincidiendo con el gótico
primitivo del norte de Francia son de crucería sexpartita.
en
el siglo XV se reconstruyó la cabecera para abrir una girola,
al gusto de la época.
Otra
importante remodelación se realizó en el siglo XIX
con la construcción de una fachada neogótica, obra
de Vicente Lampérez, que según el autor intentó
fidelizar lo más posible con la supuesta original.
Catedral
de Toledo
La
Catedral de Toledo es un edificio del periodo gótico clásico,
iniciado en 1226 sobre la Mezquita Mayor de Toledo que se concibe
con planta de salón de cinco naves, más ancha la central
y crucero no saliente pero de gran anchura, rematadas en cabecera
con un magnífica doble girola, continuación de las
naves laterales.
Esta
compleja cabecera es lo más sobresaliente, por lo original
de la solución, para abovedar los tramos irregulares consecuencia
de la curva de la girola. Esta solución se basa en la creación
de tramos triangulares y rectangulares. Los tramos exteriores rectangulares
se rematan en muros semicirculares y el resto en muro plano, creando
un gran número de capillas.
También
son destacables los arcos polilobulados y entrecruzados del triforio
de la girola de origen musulmán y que a pesar de realizarse
en una ciudad de gran tradición musulmana ponen una nota
de exotismo en esta catedral gótica de tradición europea.
A
pesar de que es la catedral gótica más grande iniciada
en el siglo XIII en la península y tener precedentes franceses
en muchas de sus soluciones, no deja de notarse cierta horizontalidad
más propio de lo español. Este hecho se aprecia perfectamente
en la supresión del triforio en la nave principal que le
habría prestado mayor altura y esbeltez.
El
inicial gótico alcarreño del siglo XIII y el desarrollo
final del XIV y XV
La
influencia de las catedrales de Toledo, Cuenca y Sigüenza,
amén de los templos cistercienses que se asentaron en sus
tierras hizo que en la actual provincia de Guadalajara se construyeran
algunas iglesias góticas en el siglo XIII, que no dejan todavía
de presentar -eso sí- arcaísmos y relaciones estilísticas
con el mundo románico debido a la intervención de
talleres locales apegados al mundo precedente, como ocurre en Brihuega,
Alcocer y Cifuentes.
En
Brihuega las iglesias tiene un claro ascendente cisterciense y aún.
En Cifuentes y Alcocer, la estructura era de tres naves con bóvedas
de crucería sencilla (Cifuentes) y con dobles ligaduras (Alcocer),
usando técnicas góticas mal aprendidas lo que confiere
un cierto aspecto ecléctico.
En
el siglo XIV se construye la Colegiata de Talavera de la Reina muy
relacionada estructuralmente con la iglesia extremeña del
Monasterio de Guadalupe. Tiene tres naves sin crucero y tres ábsides.
La nave principal ya presenta bóveda de crucería compleja
con terceletes y combados.
Un
edificio que sorprende por su modestia y sencillez es la catedral
de Ciudad Real, iniciada en el siglo XV y terminada en el XVI. Tiene
una sola nave de cuatro tramos cuyo abovedamiento se va haciendo
más complejo en dirección a los pies, de tal manera
que el primer tramos tiene bóveda de crucería sencilla
y el resto crucería compleja, siendo los dos últimos
de abigarradas nervaduras curvas. La cabecera tiene bóveda
estrellada y un par de ventanales en el presbiterio, únicos
vanos de edificio que fue privado de claristorio de la nave presentado
unos cerrados y pesados muros.
Uno
de los templos de Castilla La Mancha más significativos del
gótico flamígero castellano, conocido como "isabelino"
es, sin duda, el de San Juan de los Reyes de Toledo, obra básicamente
de Juan Guas y Enrique Egas.
Inicialmente
concebido como panteón de los Reyes Católicos tras
la batalla de Toro, fue cambiando su fisionomía desde el
proyecto inicial al resultado final.
Es
un edificio de una nave con cuatro tramos, capilla laterales, crucero
no demasiado pronunciado y cabecera poligonal. Sobre el crucero
se levantó un cimborrio octogonal sobre trompas que se cubre
con bóveda estrellada. La austeridad decorativa del exterior
contrasta con la profusa decoración escultórica interior.
El
claustro, de dos pisos, es de gran belleza y exponente del gótico
flamígero. El bajo tiene vano ojivales con tracerías
flamígeras, mientras que el superior presenta arcos mixtilíneos,
todo aderezado, de nuevo, con abundante decoración vegetal.