Nadie
duda que los monasterios fueron una de las más importantes
instituciones religiosas medievales (si no la que más).
Gracias
a a la actividad de los monasterios se mantuvo viva la llama de
la erudición romana, el cultivo de las artes y, por ejemplo
en España, una intensa labor repobladora y de estabilización
de territorios yermos o disputados entre moros y cristianos durante
los largos siglos de la reconquista.
El
"padre" del monasterio medieval: San Benito
Ya
desde los primeros años del Cristianismo y durante todo
el periodo tardorromano y altomedieval era frecuente que personas
de toda condición abandonasen pueblos y ciudades para refugiarse
en bosques y montañas en busca de una vida aislada de carácter
espiritual.
En
ocasiones, estos eremitas elegían lugares comunes para
vivir y se formaban verdaderas comunidades y monasterios embrionarios
que más tarde se convertirían en cenobios organizados.
El verdadero
"padre" del monasterio medieval occidental fue San Benito
de Nursia.
San Benito,
después de una intensa vida religiosa, incluyendo tres
años de vida eremítica, fundó el Monasterio
de Montecasino. Allí redactó, hacia el año
540, sus célebres Reglas, que establecen la humildad, la
abnegación y la obediencia como ejes fundamentales de la
vida del monje.
Al acceder
a la comunidad se abandona el mundo al aceptar los votos de castidad,
pobreza y obediencia ya que el modelo de monasterio de San Benito
establece la clausura como modo de preservar la integridad moral:
"El
monasterio ha de construirse de tal manera que todo lo necesario,
es decir, el agua, el molino, el jardín y los diversos
oficios, radique en su interior, de suerte que los monjes no se
vean obligados a andar fuera de acá para allá, porque
esto no es bueno para sus almas".
Pero este
aislamiento es relativo pues se permite el contacto y hospitalidad
hacia huéspedes, peregrinos y novicios.
Otro
de los preceptos más importantes de la regla benedictina,
y que será fundamental para la evolución del mundo
medieval , es el que establece la necesidad del monje de trabajar
como auxilio del alma:
"Ora
et labora"
Y decimos que
es fundamental pues gracias a ello, los monasterios medievales en
general y los románicos en particular fueron centros de gran
producción artística, especialmente en los campos
de la eboraria (arte de la escultura en marfil), esmaltería,
orfebrería e iluminación de manuscritos.
En lo social,
este ánimo al trabajo permitió también la roturación
de territorios vírgenes, producciones agrícolas, asentamientos
de población, etc.
Pinche
para ver nuestro Vídeo sobre los Monasterios Medievales
Los
Monasterios Cluniacenses
En
la España del norte, durante los difíciles siglos
VIII y IX existieron numeroso monasterios. Se trataba de cenobios
pequeños, sostenidos por modestos donantes que seguían
diversas reglas como la de San Fructuoso o San Benito.
En
el siglo X comienzan a constituirse monasterios más importantes.
La mayoría seguían organizadas con reglas hispanas
tradicionales, si bien no es descartable que algunos se convirtieran
en benedictinos.
Ya
en ell siglo XI será clave para el desarrollo monástico
en toda Europa de la mano orden benedictina de origen francés,
Cluny.
En
España, Cluny es respaldada por Alfonso VI en Castilla y
León por lo que se construyen importantes monasterios cluniacenses
durante este siglo y otros ya en funcionamiento son incorporados
a la Orden.
La
organización de las diferentes dependencias de los monasterios
románicos cluniacenses se basó en el antiguo monasterio
carolingio de Saint Gal que esta orden reproduce en su propio Monasterio
construido alrededor del año 1043.
El
románico le debe mucho a la Orden de Cluny. En lo que respecta
a España, el arte románico internacional tiene dos
impulsores básicos: el Camino de Santiago y los monasterios
cluniacenses.
Los
Monasterios Cistercienses
La Orden de Cluny nace como respuesta a determinadas relajaciones
de los cluniacenses. Cambia el color del hábito (blanco en
contraposición al negro de los de Cluny) y establece una
estricta vuelta a los preceptos de austeridad de San Benito.
En lo relativo
al arte, San Bernardo de Claraval establece un modo de arquitectura
basada en la línea, sin apenas decoración escultórica
o pictórica ni vidrieras coloreadas, de grandes proporciones
monumentales.
Emplea con
insistencia algunas innovaciones ya aparecidas en el románico
de comienzos del siglo XII como el arco apuntado y la bóveda
de crucería, que posteriormente el auténtico gótico
empleará de manera mucho más vanguardista y con un
radical cambio conceptual.
Los monasterios
románicos cistercienses se construyen en lugares apartados
y en ocasiones idílicos, junto a un pequeño río
o arroyo que proporcione agua suficiente.
Orden
y secciones de esta página
La página de los MONASTERIOS ROMÁNICOS EN ESPAÑA
está ordenada por subsecciones que aparecen en la parte superior
de la columna de la izquierda. En cada sección se analizan
aspectos diferentes del mundo monástico, con fotografías
y descripciones.
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