Torres
y Castillos de Cantabria
En
Cantabria, la arquitectura militar y señorial se asemeja a
la que encontramos en todo el norte peninsular.
Por un lado,
tenemos un gran número de torres bajomedievales muy austeras
pero pintorescas y que sirvieron de residencia de la nobleza cántabra,
como el caso de la Torre de Potes, el mejor ejemplo de esta modalidad.
Continuidad de
estas casas-torres fortificadas son los palacios y casonas solariegas
ya de tiempos más modernos (especialmente de los siglos XVI,
XVII y XVIII) de gran fama en Cantabria, y que por su carácter
no medieval, escapan del objetivo de esta información.
Pero también
se construyeron en Cantabria verdaderos castillos o fortalezas de
carácter claramente militar, especialmente en las villas marineras,
como es el caso de los castillos de Castro Urdiales y San Vicente
de la Barquera.
En esta sección
dedicada a las torres fortificadas y castillos de Cantabria hemos
elegido las torres de Potes, Isla,
Arnuero y Agüero y los castillos
de Castro Urdiales y San Vicente de la Barquera.
Castillo
de Castro Urdiales
Castro Urdiales es una de
las poblaciones más bellas de la cornisa cantábrica.
Sobre el promontorio que domina
y protege la villa y el acceso marítimo se construyó
este castillo de planta pentagonal con muros reforzados por cubos
en sus esquinas.
La visita al Castillo de Castro
Urdiales es buena excusa para visitar este extremo elevado de la ciudad,
pues alrededor de él se encuentra el casco antiguo y monumental.
A pocos metros del castillo
están las ruinas de la iglesia románica de San Pedro
y junto a ella la imponente iglesia gótica de Santa María,
principal monumento de Castro Urdiales y el mejor edificio gótico
de Cantabria.
Torre
de Venero en Castillo - Arnuero
Cerca de la importante localidad
de Arnuero, junto a Santoña, hay una pequeña población
llamada Castillo. Además de la iglesia gótico-renacentista
de San Pedro, es de destacar la torre de Venero, que ha sido recuperada
recientemente de su mal estado.
La Torre de Venero de Castillo
es muy fotogénica gracias a sus ventanas, almenas y muralla
exterior que le da aspecto de pequeño castillo.
Castillo
del Rey de San Vicente de la Barquera
La presencia de castillos
cerca de las costas no es lo habitual y cuando estamos frente a uno
(como sucede también en el caso de Castro Urdiales) el efecto estético
es impactante.
En efecto, como castro Urdiales,
la turística y hermosa villa de San Vicente de la Barquera
está dominada visual y defensivamente por el binomio fortaleza
- iglesia.
Ciertamente el castillo del
Rey de San Vicente de la Barquera ofrece un aspecto imponente, ubicado
en el brazo de tierra que separa las dos rías de la población y que
remata en su parte más alta la iglesia de Santa María de los Ángeles.
Hay
quien dice que el castillo actual se asienta sobre una fortificación
anterior fechable en el siglo VIII, en tiempos de Alfonso I, nada
menos y serviría de defensa contra las agresiones normandas.
Al margen de esta posibilidad,
lo que si parece cierto es que la fortaleza actual se empezó a construir
a comienzos del siglo XIII, cuando Alfonso VIII concede fuero a la
villa.
Los anchos muros de este edificio
son de sillarejo de gran tamaño con refuerzos de sillería en las aristas.
Su función fue básicamente defensiva aunque también conserva
una estancia residencial con vanos góticos.
Su planta es más o menos rectangular
con alta torre pentagonal en el vértice norte.
De este castillo parte la
muralla que rodeaba la antigua ciudadela. De ella se conservan algunas
partes, así como las puertas que debían atravesar los
peregrinos del Camino de la Costa hacia Santiago.
Actualmente está plenamente
restaurado y se ha habilitado para la vista turística y como centro
cultural de exposiciones y museo local de San Vicente de la Barquera.
Reiteramos el interés de este
castillo, no sólo por lo ya mencionado a cerca de la hermosura de
su estampa marinera, sino también por la escasez de castillos propiamente
dichos en tierras cántabras, más proclives a tener torres fuertes
de más modestas dimensiones.
Las
Torres de Isla
Isla es una de las poblaciones
más hermosas y turísticas de la Costa Oriental de Cantabria.
Dentro de la arquitectura palaciega-militar destaca Isla por tener
cuatro torres bajomedievales.
Todas ellas son similares
y sencillas, pero no cabe duda que forman un conjunto patrimonial
muy interesante. Nos referimos a las torres de Cabrahigo o de Gracedo,
de Jado, Torrín y torre de la Cueva.
Torre
de Potes. Torre del Infantado
La Torre del Infantado de Potes es el edificio más importante
de esta población de aire medieval. Está en el centro
de la villa y es empleado como Ayuntamiento.
La Torre del Infantado de
Potes es una típica casa-torre señorial y residencial
del siglo XV, como muchas de las que hay en Cantabria, pero su gran
tamaño y decoración la hace singular.
Tiene planta cuadrada con
cuatro garitones angulares terminados en almenas. Los muros perimetrales
terminan en matacanes sostenidos por ménsulas polilobuladas.
La puerta es de arco apuntado y hay repartidas algunas ventanitas
ajimezadas.
La Torre de Potes perteneció
a Orejón de la Lama y después al marqués de Santillana
y duque del Infantado.
Torre
o Castillo de Agüero
En la población de
Agüero hay una bonita torre o también podría denominarse
castillo por su forma más plana y menos espigada, aunque difiere
en tamaño de los castillos típicamente castellanos.
Esta torre es el edificio
más antiguo de Agüero y data del siglo XIII con reformas
del XIV. Perteneció a la familia de los Agüero, entre
los que destacó don Pedro González de Agüero, armado
caballero en 1330 por Alfonso XI.
La torre o castillo de Agüero
está situado en medio de un verde prado cerca de la carretera
que cruza la aldea por lo que es fácilmente localizable y su
estampa resulta hermosa y pintoresca.
Tiene planta cuadrada con
muros de mampostería y cubos cilíndricos y almenados
en las cuatro esquinas. Además de la puerta, que se halla descentrada,
hay varios vanos de arco apuntado, a modo de ventanales.