
Manuscritos
iluminados mozárabes
Una de las
manifestaciones artísticas más importantes del arte
medieval son los "Manuscritos Iluminados".
Los
Manuscritos son libros medievales anteriores a la invención
de la imprenta. Fueron escritos en los "Scriptorium" o
talleres especializados de los monasterios por monjes de gran cualificación
artística y doctrinal para los propios monasterios, las iglesias
y los reyes. No hay que perder de vista que en la Alta Edad Media
europea el principal acopio de saber estuvo acumulado en los cenobios.
Posteriormente también participaron las escuelas catedralicias.
Pertenecen
a este grupo: los Beatos, Biblias, Libros de Horas, Salterios, Evangeliarios,
Menologios o Santorales, etc.
Dichos manuscritos -de gran
tamaño, pesados y de difícil manejo- se realizaban
a mano sobre pergamino, formados por hojas rectangulares dobladas
por la mitad y metidas unas dentro de otras, cosidas por su doblez
y cubiertas por tapas. frecuentemente decoradas y ennoblecidas por
metales preciosos repujados y/o piedras preciosas.
El idioma empleado era latín
y se utilizaban distintos tipos de letra. Al principio se usó
la minúscula visigótica y ésta fue posteriormente
sustituida por la carolingia.
Independientemente
del valor cultural de los textos (la mayoría de los temas
tratados son de tipo litúrgico) lo más interesante
de estos libros son los dibujos o ilustraciones de fuerte colorido
que se incluyen.
Estos dibujos se denominan
miniaturas (no por su tamaño sino por el uso de minio como
pigmento que se usaba para confeccionar los dibujos y letras capitales)
Estas miniaturas permitían
localizar los párrafos buscados por relación entre
el dibujo y el texto (sistema sustitutivo de los índices).
Obviamente no se ha de despreciar la evidente intención artística
de tales trabajos.
Los
manuscritos llamados mozárabes son los que se realizan en
España hasta finales del siglo XI e incluso comienzos del
XII hasta que son reemplazados por la nueva corriente románica
europea. Está escrito en letra visigótica, con buena
caligrafía. El texto se distribuye en dos columnas, a veces
tres, ocupando toda la anchura de la página. Los datos de
los escribas, iluminadores, lugar y fecha se escriben al final en
el "colofón".
En el caso de los códices
prerrománicos españoles es habitual que la primera
página esté representada la Cruz de Oviedo.
Los manuscritos mozárabes
más conocidos son los Beatos, es decir, las diferentes copias
del libro titulado "Comentarios al Apocalipsis de San Juan"
que escribió el monje Beato de Liébana en el siglo
VIII y que se encuentran repletas de miniaturas de impresionante
expresividad.

Esta particularísima
colección de códices se analizan en la sección
correspondiente (ver columna izquierda)
Pero la pintura mozárabe
o prerrománica hispana es más que los beatos. En esta
página describiremos aquellos manuscritos miniados más
importantes -al margen de los beatos citados- que se conservan en
la actualidad.
Biblia finalizada en el
año 920 para el abad Mauro del Monasterio de Albares. Las
ilustraciones fueron realizadas por el diácono Juan. Contiene
medallones evangélicos, letras iniciales decoradas y arquerías
con el Canon de Eusebio de Cesarea.

Antifonario
de León
Libro para el canto de
la liturgia mozárabe. Es un manuscrito de la primera mitad
del siglo IX con agradables ilustraciones más cercanas a
lo carolingio que a lo visigodo.
Biblia
Leonesa del año 960
Biblia llamada "Codex
Gothicus Legionensis", conservada en la Colegiata de San Isidoro
de León. Contiene 561 folios y 300 miniaturas.
Fue elaborada cerca de Lerma
(Burgos) por el copista Sancho (a dos columnas) y por ilustrador
Florencio, que fue un gran artista seducido por lo oriental y lo
exótico.

Códice
Albeldense
El Códice Albeldense
o Codex Vigilanus es una inmensa recopilación de concilios
hispánicos, el fuero juzgo además de otros textos
históricos, jurídicos y patrísticos.
El Albeldense es un códice
creado por el monje Vigila, su compañero Serracino y su discípulo
García en el Monasterio riojano de Albelda y terminado en
el año 976. Actualmente se encuentra en la Biblioteca del
Monasterio de El Escorial.
Vigila ilustra el manuscrito
con figuras de extraordinaria calidad y más estilizadas y
elegantes que los acostumbrados en otros manuscritos mozárabes.
Códice
Emilianense
El Códice Emilianense
se empezó el mismo año en que se terminó el
Códice Albeldense en el vecino Monasterio de San Millán
de la Cogolla. Tiene menos ilustraciones que el anterior, pero algunas
son de gran expresividad.

